Trabajadores CDMX. Se reconoce a PILARES como institución educativa

La semana pasada, el Congreso local de la CDMX, con 36 votos a favor, cero en contra y 13 abstenciones, aprobó dictamen, con modificaciones de los diversos partidos políticos del régimen, a la reforma de la Ley de Educación de la Ciudad de México, suscrita por Claudia Sheinbaum.

Entre los preceptos que integran estas reformas, se reconoce el carácter de universidad del Instituto Rosario, al igual que la Universidad de la Salud, se instituye una comisión para la educación superior, el uso de uniforme neutro en los centros escolares y se incorpora a los Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes de la Ciudad de México (PILARES) al Subsistema de Educación Comunitaria, como una oferta educativa, cultural, deportiva y de autonomía económica para la comunidad.

También, se reafirma en su artículo cuarto que la educación pública será gratuita en todas sus modalidades, tipos, opciones y niveles: inicial, básica, media superior y superior.

¿Qué implica el reconocimiento como institución de PILARES?

El discurso oficial señala que, las modificaciones aprobadas, buscan que los casi 300 PILARES aseguren la continuidad del proyecto para el próximo periodo y un presupuesto propio. Sin embargo, esto no implica que, ahora sí, se distribuirá el recurso económico en estos espacios para que se puedan atender y satisfacer las necesidades del pueblo trabajador. Ya que es sabido que hay muchos PILARES sin mobiliario (mesas, sillas, proyectores, pizarrones, extensiones, libreros, etc.), ni material que permita que sea un espacio equipado para que la comunidad pueda acceder a su derecho a la educación gratuita desde los espacios comunitarios no formales, cuestión que genera que docentes y talleristas tengamos que usar dinero de nuestro salario (que para el gobierno es una beca) para cubrir estas necesidades básicas, o bien, acostumbrar a las y los usuarios a que “hacer comunidad implica que apoyen con el financiamiento de los materiales”, cuestión que contradice y evade la responsabilidad del Estado de garantizar todo lo que requerimos para desarrollar nuestras labores en los PILARES.

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Aunque no nos genera malestar compartir el material con nuestra comunidad, es terrible tener que financiarlo con nuestros salarios magros, que ni alcanzan para pagar rentas, servicios, alimentos, recreación y cuidado de los hijos e hijas, mientras las autoridades hacen mal uso del presupuesto como caja chica para financiar sus campañas políticas, sin que les importen las condiciones que tenemos en los espacios de trabajo.

A veces, ni los insumos de limpieza nos llegan, tenemos escases de agua y en épocas de calor estamos expuestos a plagas de piojos, chinches, etc., cuestión que nos alerta porque podemos llevar la infesta a nuestras familias y ponemos en riesgo a la comunidad, entre ellos muchos niños, que asiste para acceder a las actividades.

Aunado a lo anterior, se suma la preocupación latente de que, dicha medida no implicaría que se vaya a regularizar nuestra contratación laboral con el reconocimiento pleno de nuestras figuras como docentes y talleristas, cuestión que sigue manteniendo la profunda precariedad, sin estabilidad laboral, ni vacaciones, ni aguinaldo, ni seguridad social.

Todo esto mientras se levantan notas informativas en reprimenda por no tener “números altos”, es decir, por no satisfacer los criterios cuantitativos de más de 10 usuarios “por hora” en las atenciones cotidianas. Situación que conlleva acoso, amenazas e intimidación laborales permanentes.

Y es que, las autoridades, nos han puesto un límite para aumentar la atención de usuarios, de no lograrlo, se rumora que el mes de junio implicará la baja inmediata de talleristas de autonomía económica, TAOC y de promotores de cultura y Ponte Pila, conforme a las Reglas de Operación, diseñadas bajo la dirección de Javier Hidalgo.

¡Unamos fuerzas para lograr otro futuro!

Cuando hablamos de la educación comunitaria y la labor de PILARES, es importante preguntarnos:

¿Por qué en la “ciudad de derechos”, a los trabajadores y trabajadoras, -para las autoridades “beneficiarios”-, que hacemos posible el proyecto, se nos niega un presupuesto acorde a las necesidades?

¿Por qué a los jóvenes de la ciudad, que supuestamente, somos la mayor preocupación de la administración, al mismo tiempo se nos orilla a seguir laborando en condiciones precarias?

¿Por qué si el objetivo de PILARES es la comunidad y el tejido social se toman decisiones arbitrarias y unilaterales que atentan contra ella?

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Aunque muchos y muchas de nosotras, educadoras de múltiples áreas, amamos trabajar con nuestra comunidad, vemos importante no adaptarnos a las nulas condiciones laborales y de vida, y en vez de quedarnos frustradas e impotentes, hemos definido organizarnos, en lugar de acostumbrarnos ni adaptarnos a que así son las cosas en estas épocas.

Mientras que, en el día a día nos comprometemos con la preparación de nuestras clases, la compra del material, el acompañamiento a los procesos de aprendizaje y contextos de vida de nuestros estudiantes, creemos indispensable unirnos a las y los demás trabajadores de la educación para hacer valer nuestros derechos y los suyos, porque unidos somos más fuertes, y justamente, la división que lograron en nuestro sector, es la que les permite avanzar sobre conquistas que se lograron con siglos de lucha.

Frente a la situación de precarización que nos imponen las autoridades y el gobierno de la 4T, que muestra un enorme desprecio hacia nuestra labor, tal como vemos en todas las instituciones educativas hacia el grueso de las y los educadores, es necesaria la más amplia unidad entre docentes de todos los niveles educativos, del sistema escolarizado y no escolarizado, para defender la educación pública y gratuita con plenos derechos laborales.

Hacemos un llamado a docentes, talleristas y promotores a organizarnos entre las y los trabajadores de PILARES, docentes de básica, media superior y superior junto a las y los demás trabajadores de la educación.

¡Ponte en contacto con nosotros y hagámoslo real unidos!
Escríbenos al 5574525325