El acto de presentación debió ser suspendido por la internación de Carrió, quien fue operada por sus problemas cardíacos. Desde el macrismo apuntan a mostrar una alianza sin fisuras.
Juan Manuel Astiazarán @juanmastiazaran
Miércoles 5 de octubre de 2016
Las miradas del oficialismo estaban puestas en el relanzamiento oficial de la Mesa Nacional de Cambiemos como una importante apuesta para mostrar la unidad del espacio y dar una imagen de fortaleza de cara a las elecciones legislativas del año próximo. La jugada apuntaba también a recomponer las relaciones del macrismo con sus socios de la UCR y la Coalición Cívica, luego de los cimbronazos que provocó el acercamiento del PRO con un sector de intendentes y gobernadores del PJ.
Sin embargo la presentación, que iba a ser presidida por Mauricio Macri junto a Ernesto Sanz y Elisa Carrió, debió ser cancelada por la internación de la diputada chaqueña, a causa de sus problemas cardíacos y la angioplastia que debieron realizarle en el Hospital Austral.
“La nueva fecha de realización será informada oportunamente", informaron desde el área de prensa de Cambiemos.
La postergación deja entrever una realidad innegable, más allá de los problemas de salud de la líder de la Coalición Cívica: el evento tenía el objetivo de mostrar que los tres espacios de la alianza se mantienen firmes y unidos de cara a lo que viene, y sin la mentora de la sociedad en cuestión la foto no tenía el mismo valor.
La importancia que desde el macrismo otorgaban a la presentación se podía leer desde la propia presencia del presidente, quien ni siquiera había participado de las reuniones del Consejo Nacional del PRO durante el año.
La suspensión también deja entrever la importancia que tiene hoy en día para Macri la presencia de Carrió, quien venía mostrando algunas diferencias con sus públicas denuncias que generaron algunos chispazos internos y con las especulaciones que también provoca el acercamiento de Margarita Stolbizer a Cambiemos, que el lunes volvió a sumar un nuevo capítulo.
Así las cosas, Mauricio Macri deberá esperar para obtener la foto tan preciada junto a los dos aliados clave que le permitieron alcanzar el triunfo electoral el año pasado. El cálculo es sencillo: mostrarse consolidados para reeditar el mismo triunfo el año que viene. A pesar de que nadie lo dice, todos juegan sus cartas de cara a las legislativas y una única premisa los guía: si quieren pensar en 2019, deberán ganar primero en 2017.