Bronca en los colegios. Secundarios porteños se plantan contra las pasantías laborales gratuitas e inconsultas

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¿Cuál es el conflicto? ¿Qué proponen los pibes ante estos problemas?

Desde 2017 el gobierno de Larreta viene tratando de imponer una reforma educativa que implica un cambio en los programas y la modalidad de las cursadas en los colegios secundarios de la Ciudad. Aunque en aquel momento se tomaron alrededor de 30 colegios en contra de esta reforma y se logró retrasarla, hoy nuevamente vuelven a avanzar sobre la educación de les pibes con estas pasantías laborales que nada tienen que ver con lo que estudian les secundaries en las aulas. Además, son obligatorias, no pagas y las empresas no se hacen cargo de lo que les llegue a pasar durante la jornada.

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Cata, la vocera general del Centro de Estudiantes del Nicolás Avellaneda, nos contaba que la organización surgió desde los cursos, que les hizo ruido que en 5 años no hayan tenido Educación Sexual Integral pero que de golpe sea algo clave en la vida de les estudiantes la experiencia laboral. O que la comida que mandaban sea una basura, y los precios del buffet cada vez más caros, y que el gobierno de la ciudad (junto con el de Nación), decidan año tras año recortar el presupuesto.

“Hay tres puntos claves acá”, dice uno de los secus, Marcos: “̈las pasantías laborales en pibes de 5to que ya tienen sus laburos donde son precarizados. Luego, que es trabajo gratuito para empresas, que no sabes adonde te mandan y no te dan las herramientas para ejercerlo. Y por último el problema de las viandas, porque con hambre no se puede estudiar”. Otro pibe, Nico, nos contaba que justamente él trabaja todas las mañanas antes de cursar y le parecía terrible que les impongan más carga horaria en empresas, a la par que sacaban actividades educativas como el Bachillerato Internacional que le permitía a muchos estudiar idiomas.

Algunos opinan que “un buen punto para arrancar sería que sean opcionales”, porque también muchxs pibes, con la crisis y lo precario de los laburos, sienten que necesitan experiencia. Dicen que sería importante que puedan ser parte de la gestión, junto con docentes y familias, de la modalidad de las ACAP (Actividades de Aproximación al mundo del trabajo y a los estudios superiores) y que la lucha la demos en conjunto todes les secundaries. Cata nos decía que “aunque es un hecho que nosotros no empezamos a ejercer las ACAP, hay muchos colegios en los que sí, y en parte también es empatizar con eso, sumado a que hoy la realidad es que hay una alta tasa de desocupación y mandan a laburar pibes por que si”.

¿Qué otros problemas hay en el colegio?

Varies secus, de los primeros años, contaban sus experiencias. Teo, de primer año nos decía “Hay nenes que no tienen plata, ni siquiera desayunan y llegan al colegio, tienen hambre, quieren comer algo, ¿y cuando llegan las viandas qué pasa? Están feas, abiertas, chiclosas, son un pan horrible; a veces a uno le da inseguridad comer eso, están frías, vienen abiertas las bolsas o llegan podridas”. La exigencia por viandas de calidad viene siendo generalizada en todo el estudiantado. La legisladora del PTS-FITU, Alejandrina Barry presentó un proyecto en la Legislatura porteña sobre esto. Hoy los comedores escolares están privatizados, por eso nuestro planteo es que los comedores vuelvan a ser públicos y sean gestionados por sus trabajadores y la comunidad educativa, con la guía de nutricionistas y controles de los alumnos y trabajadores de los establecimientos. El gobierno de la ciudad usa hasta la alimentación de los pibes y pibas para sus negociados, no tienen límites.

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Además, otra problemática de la escuela es que algunas autoridades buscan callar su lucha, amenazándoles con sanciones a quienes se organicen en las sentadas, porque hace tiempo los pibes y pibas vienen denunciando situaciones de violencia institucional. Esto pasa en muchos colegios de la capital, donde faltan psicólogos y psicólogas capacitados (sumado a que muchos están colapsados de pibes que se acercan a pedir ayuda), o clases y jornadas de educación sexual integral. Los secundarios y docentes no solo debemos formarnos en cómo poner un preservativo, sino también poder pensar nuestras relaciones, problemas de violencia intrafamiliar o escolar, y todas las problemáticas que sufrimos dia a dia en nuestras vidas. Esto es realmente imposible cuando hoy, a nivel nacional, el gobierno destina solamente 10,72 pesos por pibe, ¿cómo vamos a recibir ESI de calidad con este presupuesto basura? ¿Cómo nuestros docentes y psicólogas van a recibir la formación adecuada?

¿Qué opinan sobre el recorte de presupuesto educativo?

Son muchos los problemas que cuentan los pibes, pero en el caso de la ESI es donde, junto con la mala alimentación, más se siente. Cata dice “el presupuesto que bajan para la ESI es cada vez más decadente, casi precario. Aparte hay una realidad que es que por lo menos en este colegio no se habla de ESI, hay pibes de primero que necesitan saberlo, hasta pibes de quinto. Es ilógico que te manden a laburar e inviertan tanto en eso pero no inviertan en algo tan básico como es la educación sexual integral, el cuidado de los pibes, ¿qué tanta inclusión hay cuando los pibes no saben ponerse un forro y no saben la cantidad de enfermedades que hay pero los mandan a laburar?. Si ponemos en la balanza me parece ilógico lo que hace este gobierno de Larreta y Acuña que no están poniendo la plata donde debería ir”. Por esto que dice Cata, Marco agrega que: “porque así trabajan las empresas privadas, que financian las personas que están en este momento en el gobierno” y continúa diciendo “aparte, luego de dos años de pandemia en donde la escuela fue cerrada y saboteada, ultrajada, en este momento no ponen un p… presupuesto para bancar a los estudiantes” está más que claro decir que, lo que dicen los chicos, deja en evidencia cuales son las prioridades de los gobiernos y las empresas que quieren llevar adelante esta reforma educativa en los colegios.

Acá dejamos el comunicado que escribieron les pibes del CENA:

¡Por educación de calidad en todo el pais!

Desde No Pasarán, agrupación secundaria, venimos yendo a varios colegios, donde como en el Avellaneda, los efectos del recorte son mucho más graves de lo que muestran los medios o dicen los ministros. Escuelas en reparación hace años o que se caen a pedazos, malos manejos de situaciones delicadas de les alumnes, viandas que no nutren y no llenan los estómagos de les estudiantes y miles sin vacantes. Hace años denunciamos los recortes en el presupuesto de educación, que en el 2021, luego de que miles dejarán las cursadas en el 2020 por falta de recursos en la virtualidad, ajustaron, tanto Nación como Ciudad.

Las pasantías laborales que arrancaron ya dejaron al descubierto que encima de burlarse de nuestra educación y alimentación, no les importan nuestras vidas. Muchos son les secundaries que hoy día salimos a laburar desde temprano para ayudar a nuestras familias, porque la crisis no da para más. Como decían les pibes del Avellaneda, millones desocupados y nosotros trabajando gratis. Las mal llamadas prácticas laborales nos mandan, luego de dos años de perder clases y contenido, a trabajar a lugares que ni tienen que ver con nuestra orientación ni que nos sirven realmente como experiencia: solo nos preparan para la precariedad laboral en la juventud, que supera el 50%. ¡No queremos esto para nuestro futuro!

Las ACAP no son lo que hoy en día necesitamos los pibes. Hay que organizarnos junto a los docentes y familias, con escuelas de capital y todo el país, para golpear con un solo puño y pelear por ser parte de la gestión de estas. Queremos prácticas que sean útiles, pagas y optativas para quienes las necesiten, cercanas a nuestros hogares o escuelas, pensadas por y para la comunidad educativa, con actividades que realmente nos preparen para en un futuro ejercer estos oficios, con un seguimiento pedagógico, y donde las empresas y el ministerio se hagan cargo de garantizar nuestra alimentación y salud en estos horarios. Desde la banca del PTS-FIT presentamos un proyecto para prohibir en el ámbito de la Ciudad "toda actividad escolar de carácter laboral obligatoria, sin valor pedagógico y no consensuada por la comunidad educativa".

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Les secundaries tenemos una gran pelea que dar, por un presente y un futuro dignos. Necesitamos vacantes y escuelas especializadas, con orientaciones para cada gusto, que nos permitan desarrollarnos en lo que nos interesa. No puede ser que año tras año, desencantados con el sistema educativo, que no contempla nuestras realidades, miles de pibes dejan sus escuelas. Queremos pelear por un futuro donde no nos precaricen, ni a nosotros ni a nuestras familias, exigiendo una jornada de 6hs 5 días a la semana, con un sueldo acorde a la canasta familiar, para tener tiempo de ocio, con acceso a la cultura, el arte, la recreación y la organización, para dejar de ver como nuestros viejos llegan rotos cada día con tal de llegar a fin de mes.

Lo que nos presentan hoy, no es educación, es trabajo basura. Organicémonos como en el 2017 y no dejemos que el gobierno de la ciudad vuelva a pasar por encima de nuestras voces.

#NoEsEducaciónEsTrabajoBasura

¡Sumate a completar el formulario de denuncia a la modalidad de las ACAP!