Según el resultado del estudio PARTNER, aquellas personas cuya carga viral no se puede determinar en los estudios no transmiten el virus de VIH.
Sábado 16 de julio de 2016
El estudio, publicado en el periódico de la Asociación Médica Americana, muestra la investigación realizada en 75 centros clínicos de 14 países europeos en el que fueron inscriptas inicialmente 1166 parejas tanto heterosexuales (61,7%) como homosexuales y hombres que tienen sexo con hombres (38,3%) cuyas edades oscilaban los 40 años. Este estudio se realizó desde el año 2010 y luego de 4 años fueron publicados los resultados preliminares.
Las parejas que formaron parte del estudio son serodiscordantes, es decir, una de las personas vive con el virus del VIH mientras que la otra no y las personas que viven con el virus siguen un tratamiento antirretroviral (ARV) teniendo su carga viral indetectable, por debajo de las 200 copias de virus por mililitro de sangre. A diferencia de otros estudios previos, como el HPTN 052, en el estudio PARTNER se complementan los hallazgos tomando en consideración a parejas del mismo sexo.
Las parejas que formaron parte del estudio mantuvieron relaciones sexuales anales y vaginales sin protección. En el caso de los hombres que tienen sexo con hombres fueron reportados 22 mil actos sexuales sin condón y 36 mil en las parejas heterosexuales. En el resultado del estudio, 11 personas que no vivían con el virus del VIH terminaron recibiendo su diagnóstico positivo (10 hombres que tienen sexo con hombres y 1 heterosexual), de los cuales 8 casos reportaron haber tenido relaciones sexuales sin preservativo con otra persona por fuera de la pareja. A su vez, se reportaron otras infecciones y enfermedades de transmisión sexual como HPV o gonorrea en el 6% de las personas heterosexuales.
Este estudio muestra la eficacia de los tratamientos antirretrovirales que, con una correcta adherencia de las personas que viven con el virus del VIH y teniendo su carga viral en niveles indetectables, no hay probabilidad de transmisión del virus. Si bien es un avance, aún persiste la probabilidad de transmisión de otras enfermedades e infecciones de transmisión sexual como sífilis, gonorrea, HPV, entre otras. Así, el preservativo continúa siendo el único método eficaz para prevenir nuevas enfermedades e infecciones.
Voces en positivo
A partir del estudio PARTNER, diferentes personas que viven con VIH y actualmente se encuentran en pareja con una persona que no vive con el virus, dieron su opinión al respecto y compartieron parte de sus historias.
Mariana Iacono es fundadora de la Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos, co-fundadora de J+LAC (Jóvenes Positivos de Latinoamérica y el Caribe). Mariana está hace más de 2 años en pareja con una persona que no vive con VIH y desde hace tiempo no usan preservativo por decisión mutua. “Era la primera vez que llegaba a ese acuerdo. Por más que una tiene toda la información y sabe que no hay riesgo, hay un temor a infectar a tu pareja que en algún lado permanece. La primera vez sin condón, luego del diagnóstico, fue muy extraña. Era como algo nuevo luego de hacer más de una década que tenía sexo únicamente con forro”, sostuvo la activista.
Al ser consultada por este miedo presente en las personas seropositivas, Iacono afirmó que el mismo está en “los riesgos y los mensajes con respecto a esa pequeña posibilidad de infectar a alguien con VIH. Sabes que si eso pasara, alguien más debería depender por toda su vida de medicación y correr el riesgo de ser víctima de estigma, discriminación y violencia; tener otra relación con la vida y la muerte. Siento que no puedo controlar si alguna vez va a atacar o hacer un daño y en el daño puede estar otra persona involucrada. Lo que siempre tuve claro fue que la cadena de trasmisión de VIH se terminaba conmigo. Entonces en ese campo sexual cuando tú estás encontrando a una persona que no tiene VIH, se juega la libertad de sentir, la libertad de gozar, que tiene que ver con poder elegir sobre nuestros cuerpos. No pensar o sentir que tienes sólo una opción, que es tener sexo con condón o simplemente no tener más relaciones sexuales”.
Sobre el estudio PARTNER, la activista sostuvo que: “me pareció que era un buen acercamiento al sentirse libre nuevamente en las relaciones sexuales o, al menos, por momentos. Es un avance absolutamente, con muchas variables para analizar en medio”.
Ariel hace 2 años convive con VIH y hace 9 meses está en pareja con una persona que no vive con el virus. Consultado sobre su opinión respecto al estudio PARTNER, el activista sostuvo que “fue algo que ya sabía inclusive antes de conocerlo y la verdad me hizo sentirme un poco más seguro de mí mismo a la hora del sexo. Claro que con mi pareja fue charlado y consultado con mi infectólogo. Ambos visitamos al doctor y nos dio un visto bueno de no usar preservativo. Al fin y al cabo los dos entendemos que decidimos sobre nuestro cuerpo”.
Romina vive con VIH desde que nació, hace 29 años, y hace 9 meses está en pareja. Decidieron no usar preservativo en sus relaciones sexuales pero sí cuidarse cuando están con otras personas. Consultada por el resultado del estudio PARTNER, la joven sostuvo que: “yo sentí que ya sabía, yo nunca había trasmitido y no sólo estando indetectable. Pero siempre la decisión de no cuidarse era mutua”.
Elizabeth vive con VIH hace 7 años y hace aproximadamente 6 meses que está en pareja. Con él consensuaron tener sexo vaginal sin condón. Sobre el estudio PARTNER, Eli comentó “está copado porque sé que no hay riesgo de transmisión con él, a excepción de un embarazo. Él hace 6 meses se hizo todos los análisis y es negativo. Hoy en día, no siento miedo de transmitir el virus porque sé que me controlo regularmente, me hago todos los estudios y cuento con la información necesaria para saber que no le voy a transmitir el virus”.
Natalia vive con VIH hace 13 años aproximadamente y hace 11 está casada. Su esposo sabe de su diagnóstico desde el primer día y ambos eligieron tener relaciones sexuales sin preservativo. Ella recibió los resultados del estudio PARTNER como un alivio: “siempre está ese miedo, esa angustia de poder transmitirlo a una pareja. No quiero transmitírselo y que pase lo que yo paso. Si bien mi vida es casi normal hay cosas que no se pueden evitar como tomar medicaciones, los controles médicos, enfermedades oportunistas, la mirada del otro, la discriminación”.
Casos como los mencionados existen entre las y los jóvenes que viven con el virus de VIH. Pese a la estigmatización y discriminación aún existente se encuentran en pareja y consensuadamente eligen no usar preservativo sin que esto implique algún riesgo de transmitir el virus al estar indetectables.