La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos es el principal factor de inestabilidad en el pronósito, que bajó de 2.3 a 1.9 para este 2017.
Yara Villaseñor Socióloga y latinoamericanista - Integrante del MTS - @konvulsa
Miércoles 18 de enero de 2017
En su recién publicado informe sobre Situación y Perspectivas Económicas Mundiales (WESP por sus siglas en inglés), las proyecciones indican que el índice de crecimiento rondará los 2 puntos porcentuales durante el 2017 y 2018. A su vez el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento tasado entre 1.7 y 2%.
En el informe se señala a la caída de precios del petróleo a nivel internacional, sumado a la débil producción industrial estadounidense, como elementos que constriñen el crecimiento de la economía mexicana, que además tendrá que enfrentar un endurecimiento de las políticas monetarias y fiscales con la llegada de Trump.
Los elevados niveles de deuda de los estados en divisas extranjeras, particularmente en dólares, así como la inestabilidad de las políticas internacionales -sobre todo de países centrales- frente a los efectos de la crisis ha construido un manto de incertidumbre a nivel global en el terreno económico.
En realidad, la desaceleración de las economías emergentes, en particular de China está detrás de los obstáculos que hoy enfrentan diversos países latinoamericanos que se fortalecieron por la exportación de commodities.
Las consecuencias que podría tener un giro proteccionista por parte del gobierno estadounidense generaría una situación económica muy compleja para México a raiz de los vasos comunicantes que se han construido entre ambos países, integrando a la economía mexicana en términos de subordinación a la estadounidense.
Un ejemplo es la abrumadora mayoría de 80% de exportaciones mexicanas que van a parar con nuestros vecinos del norte. Las consecuencias de una nueva política fiscal y comercial podrían extenderse al conjunto del continente.
