Más de 2.500 trabajadores del yacimiento controlado por la global BHP Billiton iniciaron el segundo día de huelga con la instalación de un campamento.
Viernes 10 de febrero de 2017 11:53
Los trabajadores de Escondida en Chile, la mayor mina de cobre del mundo, entraron el viernes en su segunda jornada de huelga avanzando en la instalación de un campamento provisorio en medio del desierto.
Más de 2.500 operarios del yacimiento controlado por la global BHP Billiton habían iniciado un paro total de labores en la víspera tras la negativa de la empresa a negociar un nuevo contrato colectivo.
Los trabajadores piden como mínimo, para reabrir negociaciones, que la empresa respete el acuerdo colectivo anterior. Exigen que no se hagan distinciones entre trabajadores nuevos y antiguos, dado que la empresa pretende restar importantes beneficios a los trabajadores que llevan menos tiempo en la misma, además que la minera desembolse un bono por término de conflicto, pero la empresa ofrece un bono de $8 millones de pesos (chilenos) y sin reajuste salarial.
Cerca del acceso a la mina, a unos 3.100 metros sobre el nivel del mar y 170 kilómetros al sureste de la portuaria ciudad de Antofagasta, los huelguistas iniciaban la segunda jornada edificando algunas instalaciones básicas del campamento, como baños y dormitorios, para resistir durante la huelga.
La interrupción de las tareas en la mina de cobre a cielo abierto más grande del mundo, que produce más de un millón de toneladas anuales, ya ha generado un aumento en el valor global de ese mineral.
El jueves la empresa dio a conocer que operará con 80 funcionarios para la realización de ciertas labores, pero según los directores sindicales el número de trabajadores que se mantendrían operando en la mina solo serían unos 20.
Para no reconocer la fuerza del paro, la empresa dijo que por "seguridad" no van a realizar ningún tipo de producción. Marcelo Castillo, presidente de Minera Escondida, declaró que “sin importar el contexto, la seguridad debe tener la prioridad siempre. Por esta razón, es que asumimos que no produciremos durante este periodo, como una acción clara y enfática de que para nuestra compañía la seguridad va antes que cualquier resultado o proceso”.
Lo anterior no es un gesto de buena voluntad de la empresa. Carlos Allendes, vocero del Sindicato comentó que “ellos lo hacen ver como un favor que nos están haciendo, pero la ley los obliga a no realizar reemplazos los primeros 15 días. Por lo tanto, lo que están haciendo ellos no es paleteada, es su obligación".
Las medidas de lucha
Los trabajadores, por su parte, erigieron un campamento en las afueras de la faena, lo que, junto a un fondo de huelga realizado con cuotas extraordinarias de los socios, según comentó el presidente del Sindicato N°1 de Minera Escondida, Patricio Tapia, busca garantizar la fuerza para aguantar 60 días de paralización. Una movilización que viene siendo preparada desde hace un año y medio y que implicó reunir cerca de $250 millones de pesos (chilenos).
“A modo de pensar nuestro, como dirigente sindical y de nuestras bases, esto va ser una negación dura, en la cual nosotros no estamos dispuestos a entregar todo lo que hemos ganado en batalla. Y somos unos convencidos de que la empresa está actuando mal, porque quiere quitarle beneficios a los trabajadores para darle a los inversionistas extranjeros y lo más terrible de todo es que chilenos quieren cagar a chilenos. Eso es lo que más duele”, sentenció Tapia.
En los primeros días de huelga se dan las principales declaraciones y se hacen efectivas las primeras medidas, está aún por verse el desarrollo de la huelga. Así como los trabajadores se preparan, los empresarios ya han echado a correr rumores y calumnias, poniendo énfasis en la demanda del bono, cuando la principal lucha de los trabajadores es por conservar sus beneficios históricos.