Organizaciones ambientalistas y reportajes periodísticos una vez más señalan a Sembrando Vida, proyecto estrella de la 4T de política ambiental, como una causa principal de la pérdida de selvas y bosques en el sureste del país, donde se han perdido al rededor de 72,000 hectáreas de coberturas forestales, desde su inicio.
Axomalli Villanueva @1quiahuitl
Martes 30 de noviembre de 2021
Los niveles de deforestación han sido alarmantes desde las últimas dos décadas, según datos de la ONG Greenpeace, los estados de Chiapas, Michoacán y la península de Yucatán, son los más afectados.
Recientemente una investigación de El Universal, junto con datos de World Resource Institute (WRI) y la herramienta Global Forest Watch, reveló que la pérdida de bosques ha crecido en los últimos años en municipios donde se había implementado Sembrando Vida, en donde se encontró una correlación entre la llegada del programa y la pérdida de 72,000 hectáreas de coberturas forestales.
Según la investigación de El Universal, de las 5 mil parcelas adscritas en Quintana Roo al programa, la mitad, 2 mil 426 parcelas, están en zonas catalogadas como selva, mientras que 2 mil 651 están en pastizales y zonas agrícolas temporales, lo que lleva a un aumento de la frontera agraria, ocasionando la pérdida del ecosistema.
De la misma forma, en Xul-Ha, hubo denuncias en octubre de 2019 de la devastación de 200 hectáreas para entrar al programa, en la zona cercana a la Reserva de Calakmul, en Campeche, el sitio Grieta documentó selva tumbada para convertirla en parcelas, a su vez, en Veracruz, la Secretaría de Medio Ambiente ha recibido denuncias por la tala de árboles en áreas donde opera.
José Iván Zuñiga, investigador de World Resources Institute (WRI), indicó que a pesar de que la organización acompañó en las primeras etapas del proyecto a la 4T, desde finales del 2020, no se han seguido la metodología propuesta para monitorear la pérdida de cobertura vegetal, que consta de cuatro indicadores para evaluar su funcionamiento.
Tras un trabajo sobre el terreno, pero con la salvedad de no haber tenido acceso a la mayoría de las parcelas donde se desarrolla el programa, sus conclusiones son que, solo durante el 2019, Sembrando Vida provocó “una pérdida de coberturas forestales de 72.830 hectáreas.
A pesa de que continuamente López Obrador ha recalcado la importancia de este proyecto para el bienestar de los ecosistemas mexicanos y de hecho, el gobierno de México adhirió al acuerdo sobre bosques en la pasada COP26, constantemente se ha demostrado que hay fallos en su creación e implementación.
Aún así, Sembrando Vida se le ha destinado uno de los presupuestos más altos de la historia para un programa de desarrollo rural: 15,000 millones de pesos para 2019, 27,500 millones en 2020, y 27,000 millones para 2021 y 28,929 millones para el año 2022.
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