El proyecto de la derecha ahora pasara a la Cámara de Diputados. Pero ¿es una solución para los trabajadores?
Viernes 19 de julio de 2019
Con 35 votos a favor se aprobó este miércoles en la Cámara de Senadores, el proyecto de ley que termina con la Ley Reservada del Cobre.
Cabe recordar que es por medio de esta ley que las Fuerzas Armadas reciben el 10% de las ganancias de CODELCO para su financiamiento, en especifico la compra de armamento y la defensa nacional. Esta ley, como la conocemos en la actualidad, fue formulada principalmente en la dictadura de Pinochet. Y ha significado que los militares se queden con el 75% de los excedentes del cobre estatal entre el 2014 y 2018.
El gobierno celebra este paso en el trámite legislativo, mencionando que se está avanzando en un sistema mas democrático y con mayor fiscalización hacia las Fuerzas Armadas. Este discurso no es al azar, y es que justamente este proyecto es un salvavidas para intentar recomponer la imagen de una de las principales instituciones del Estado y que hoy es fuertemente cuestionada por la población.
Los efectos del milicogate y del sin fin de aristas que abrió, en donde quedo en evidencia la corrupción que hay detrás de esta casta militar, quieren ser apaciguados con este medida. Pero el problema de las FF.AA no es solamente la corrupción con fondos públicos, sino que el carácter mismo de esta institución, la cual busca proteger el Chile empresarial. Asegurando los intereses de los grandes grupos económicos, mientras reprimen a trabajadores y sectores populares.
Ahora el proyecto de ley pasara a la Cámara de Diputados para finalizar su discusión y votación. Pero aunque se acabe este financiamiento fraudulento a las Fuerzas Armadas, los grandes problemas del pueblo trabajador siguen sin resolverse. Problemas como la vivienda, educación, cesantía o salud se siguen profundizando bajo un régimen en crisis.
Renacionalizar el cobre y los recursos naturales junto con su control por parte de las y los trabajadores, es fundamental si queremos conquistar estos derechos básicos que los empresarios se han encargado de transformar en millonarios negocios.