La visita del Papa Francisco se transformó en un dolor de cabeza para la Iglesia Católica, debido entre otra cosas al rol ocupado por el cuestionado obispo de Osorno Juan Barros, acusado de ser un encubridor de los abusos de Karadima.
Lunes 5 de febrero de 2018 08:04

Ante los múltiples cuestionamientos a la presencia de Barros en las misas y actos oficiales durante la visita del Papa -quien señaló incluso que el Pontífice le dio palabras de ánimo- se sumaron las palabras del propio Papa, quién salió a defender a Barros y pidió “pruebas” a las víctimas, aunque debido a las repercusiones y escándalo que esto provocó, tuvo que pedir disculpas y ordenó abrir una investigación, la que estará a cargo de Monseñor Charles J. Scicluna, Arzobispo de Malta.
Sin embargo, se acaba de dar a conocer que el Papa Francisco si recibió los antecedentes. En el año 2015 al menos, uno de las víctimas del sacerdote Fernando Karadima le envío una carta, donde no solo se relataba los abusos sino además la red de complicidad de la Iglesia chilena, que buscó ocultar y acallar el hecho. Entre otras cosas, la carta señalaría que Juan Barros “fue testigo de todo esto en innumerables ocasiones, no solo conmigo sino también con los demás” y que además “encubrió todo lo que le dije”.