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Red Internacional
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Nacional. Sename: 15 niños en promedio murieron por año entre 2005 y 2016

De acuerdo a un informe entregado por la entidad, entre los años 2005 y 2016 se produjeron 185 muertes de menores de edad, es decir, 15 niños en promedio perdieron su vida en cada año.

Martes 12 de julio de 2016

Un “minuto de silencio” realizaron los parlamentarios que asistieron a la segunda reunión de la Comisión Investigadora del Servicio Nacional de Menores (Sename) II, donde también acude la ministra de Justicia, Javiera Blanco, quien se refirió como “stock” a niños que habitan dicha institución. La razón de lo anterior fue producto de los resultados de un informe emitido por la entidad, donde se establece que son 185 niños los que han muerto en el Sename en los últimos 11 años.

Los decesos se produjeron en establecimientos de salud, en organismos colaboradores del Sename y en centros de administración directa. La cantidad exacta de muertes según año es la siguiente: 2005 (11); 2006 (17); 2007 (13); 2008 (19); 2009 (26); 2010 (15); 2011 (21); 2012 (13); 2013 (19); 2014 (15); 2015 (11); y 2016 (5). Un total de 185 muertes y un promedio anual de 15.

De acuerdo al documento, del total de muertes, 134 se generaron en establecimientos de salud, 49 en organismos colaboradores de Sename, y dos se desarrollaron en centros de administración directa de la institución. Por su parte, la ministra de Justicia aseguró que realizarían una “visita” a la residencia colaboradora del Sename, El Pequeño Cottolengo de Rancagua, donde fallecieron recientemente dos menores.

Lo cierto es que la brutal realidad que viven miles de niños y jóvenes en las dependencias del Sename es totalmente conocida por las autoridades, sólo que actualmente el debate sobre las enormes falencias de la institución se ha acrecentado, por lo que muchas se ven en la obligación de “poner cartas en el asunto”. Sin embargo, queda claro que para el Estado, los gobiernos de turno, parlamentarios y empresarios, poco importan la vida de niños pobres, pues hablan de “dolor” y “pena”, cuando son quienes votan leyes en contra de las necesidades del pueblo trabajador, de los niños y la juventud más precarizada. Como el miserable sueldo mínimo, la reforma educacional que mantiene intacto el negocio y la segregación social, la permanencia de las pensiones de hambre, entre tantas otras medidas que solo perjudican a los sectores de trabajadores y más empobrecidos.

El Sename como institución no sirve, ni tampoco mejora la calidad de vida de los hijos de la clase trabajadora del país. Demuestra ser un instrumento del Estado represivo, carcelario, y violento con los niños y jóvenes pobres; no tendría por qué existir. En cambio, una alternativa podría ser la creación de Centros de Acogida, financiados por el Estado, pero que sean administrados y controlados por equipos interdisciplinarios de profesionales de la educación y salud, junto a organizaciones sociales, familiares e instituciones afines. Esto sin ninguna injerencia de la policía, ni de la Iglesia corrupta, una entidad cuestionada por cientos de casos de abuso sexual contra menores.