Por tercera ocasión en menos de dos semanas miles de personas se manifestaron contra la privatización del agua y contra los gasolinazos en Mexicali, capital de Baja California, así como también en Tijuana y Ensenada.
Lunes 23 de enero de 2017
Foto: Ramón López.
Se trató de jornadas históricas jamás vistas por su tamaño y determinación. Los manifestaron corearon consignas como ¡Fuera Peña!, ¡Fuera Kiko!, ¡El agua no se privatiza!, ¡Paso a paso contra el gasolinazo!, ¡Abrogación total de la reforma educativa, energética y laboral!
Según fuentes periodísticas el día de hoy, se han movilizado más de 70,000 personas, que superan la cifra de 50,000 del domingo pasado. En esta marcha en particular se contó con la participación de miles de campesinos del Valle de Mexicali, que levantaron la consigna de mayor subsidio al campo y una enérgica protesta por la construcción de un acueducto que servirá como infraestructura para la instalación de una cervecera de la firma estadounidense Constellation Brands, Inc.
Las movilizaciones han sido convocadas por la Asamblea por la Defensa del Agua y la Vida, en la cual participan, ciudadanos en lo individual, organizaciones sociales y políticas, como el Frente Conciencia Cívica Cachanilla, la Organización Política del Pueblo y los Trabajadores, colectivos feministas y ambientalistas.
En un comienzo esta asamblea se conformó para luchar contra la ley de agua presentada por el Gobernador Kiko Vega, aprobada de manera fast track por la cámara de diputados el pasado 20 de diciembre, pero rápidamente incluyó otras demandas como la lucha contra el gasolinazo y las reformas estructurales.
El ejemplo de la asamblea se ha replicado en Tijuana y Tecate, además de que se han sumado otros sectores organizados a la movilización a nivel estatal como los jornaleros agrícolas del Valle de San Quintín y los maestros en resistencia.
Desde el 2 de enero miles de trabajadores, mujeres y jóvenes no cesan las acciones que han incluido la liberación de casetas de cobro, el bloqueo a las plantas distribuidoras de Pemex en Rosarito y Mexicali, la toma de la garita, de la aduana y el plantón que desde hace semana y media mantiene cerradas las oficinas de recaudación de rentas en la ciudad y en el valle de Mexicali, el palacio municipal de Tijuana y Mexicali, el gobierno estatal y el congreso local.
En respuesta a estas acciones y a la recogida de más de 70 mil firmas, el gobierno estatal tuvo que echar marcha atrás y abrogar la reforma del agua; abrir una mesa de negociaciones con los manifestantes y ceder en algunos de los puntos del pliego petitorio como lo es: la reducción de los salarios de los funcionarios, la renuncia al fuero de los regidores y presidentes municipales, el no pago del reemplacamiento vehicular, entre otras medidas locales.
En la marcha de hoy los oradores, explicaron que las negociaciones con el gobierno continúan, que se busca la renuncia del gobernador y de los diputados que votaron la ley del agua, que el plantón permanecerá y que se pide el apoyo de la población para reforzarlo.
También se hizo énfasis en que la abrogación de la ley del agua es una victoria parcial, que es necesario seguir movilizados y unificarnos con el movimiento a nivel nacional para echar abajo el gasolinazo y las reformas de Enrique Peña Nieto.
Se llamó a participar de las movilizaciones convocadas por los sindicatos, sumarse a las jornadas de paro e impulsar la construcción de comités y asambleas de lucha en las colonias, centros de trabajo y escuelas.
Con mano alzada miles de bajacalifornianos votaron la permanencia del plantón y el respaldo a las negociaciones con el gobierno estatal y municipal.
