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El Círculo Rojo. Sexify, el deseo en tu pantalla

Orgasmos, mercado y deseo en Netflix. Columna de Cultura en El Círculo Rojo, programa de La Izquierda Diario los jueves de 22 a 24 por Radio Con Vos FM 89.9.

Celeste Murillo

Celeste Murillo @rompe_teclas

Viernes 28 de mayo de 2021 00:52

Sexify es una miniserie polaca de 8 episodios. Creada y dirigida por Kalina Alabrudzińska y Piotr Domalewski, cuenta la historia de tres chicas universitarias que trabajan en una aplicación que mejora los orgasmos de las mujeres para ganar un concurso del ministerio y financiar su invento.

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· Los personajes de Natalia, Paulina y Monika encarnan problemas y estereotipos cuando se habla de sexualidad femenina: Paulina es creyente y está por casarse, está insatisfecha con la vida sexual con su novio (centrada en él). Monika es una chica a la que le gusta experimentar y con una vida que parece divertida pero enseguida nos enteramos de que no está muy contenta.

· Natalia, la protagonista, es una chica obsesionada con ganar y que no tiene ninguna experiencia sexual. Ella quería diseñar una app para mejorar la calidad del sueño pero su mentor le dice que es aburrido y necesita algo marketinero y sexy para poder vender: de ahí sale su idea de hacer una aplicación.

¿Cómo alcanzar un orgasmo?

· En las premisas de la investigación de Natalia nos encontramos con algunos de los mitos que giran en torno al orgasmo femenino:

· El primer paso de la investigación es diseñar un vibrador y ahí aparece el tamaño del pene como clave, pero rápidamente sus compañeras le dicen que no tiene nada que ver, que no es necesaria la penetración ni tampoco un varón.

· Después aparece el clítoris y las preguntas. ¿Es algo fisiológico? ¿Es emocional? ¿Es necesario el amor para alcanzar un orgasmo?

· Y así siguen con varios pasos en falsos hasta que se les ocurre algo básico pero indispensable: preguntarles a las mujeres. La forma de hacer la encuesta les va a traer varios problemas con la universidad pero van a encontrar la información que necesitan.

· Las que aparecen en la serie son las que se hacen siglos sobre la sexualidad en general y femenina en particular.

Las mismas preguntas de siempre

· La idea de medir el orgasmo femenino tiene muchos años y motorizó investigaciones, algunas polémicas como las de Wilhelm Reich (un discípulo de Freud) que llegó a inventar unas cajas sexuales para acumular la energía eléctrica que liberaba el orgasmo. O el Informe Kinsley, una encuesta que hizo Alfred Kinsley con su equipo y destmificó temas como la masturbación o la homosexualidad, o los estudios de William Masters y Virginia Johnson en los años ‘60 sobre la sexualidad, que inspiraron la serie Masters of Sex.

· Sexify recorre algo de ese camino, propone varios temas y deja en evidencia algunos problemas interesantes para pensar cuando los medios y las producciones culturales hablan de sexualidad.

· La religión y la familia y cómo pesa eso en la forma de cada persona de pensar la sexualidad y sus posibilidades.

· El orgasmo como única forma de placer sexual. Si lo alcanzas tu vida sexual es interesante, si no, y aunque es una experiencia placentera no es la única. Es interesante porque aunque no es la intención de la serie, el orgasmo entra en la lógica de lo redituable, algo que hablamos cuando charlamos sobre Tinder, que las relaciones “rindan” es una de las tantas formas en las que la mercantilización se mete en nuestras vidas.

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· El mercado aparece alrededor de un sex shop, que muchas veces se presentan como “territorios liberados”. Pero esa “libertad” está mediada por el mercado, y eso significa no solamente que importa si tenes plata o no para comprar los objetos que ofrece, sino también que en la mayoría de los sex shop, aunque venden cosas que se salen de la norma, en general venden las opciones “habilitadas” en la sociedad (pero sin necesidad de cumplir las “reglas”, como tener una relación o el combo sexualidad-reproducción), por algo los vibradores y dildos durante décadas privilegiaron imitar un pene en lugar de desarrollar otras características.

· El deseo y el goce, dos ideas que están presentes en la serie, que busca tener un mensaje positivo y empoderador. Pero el deseo y el goce, aunque son individuales y únicos, no tienen un guión totalmente independiente de nuestras sociedades que están organizadas alrededor de determinados valores e ideas. Y muchas veces las narrativas neoliberales encuentran la forma de incluirlos en su idea de “libertad” individual, sin tocar nada de lo que permitiría realmente vivir la sexualidad plenamente:

· La más brutal la resume la filósofa española Ana de Miguel en su libro El neoliberalismo sexual cuando analiza mensaje del deseo en el neoliberalismo: “en la vida solo tienes que ocuparte de una cosa, de tu deseo y tener dinero en el bolsillo y satisfacerlo” (con una app, un objeto o personas, y eso incluye un mercado sexual, con millones de personas explotadas para satisfacer esos deseos).

· Una menos agresiva pero también problemática es que el problema es nuestro, de los individuos. Que nos tenemos que ocupar de realizar nuestro deseo y ser más libres para gozar. Es lo que hacen las chicas de Sexify, con las mejores intenciones.

· Pero la pregunta, que no está en la serie, es si no hay que transformar algo más además de nosotras mismas. De las tres, la que trata de darle otra vuelta es Paulina, la chica católica que está por casarse y decide cambiar el rumbo de su vida, no sabe bien cómo pero tiene un punto de partida interesante porque es la que se hizo otra pregunta.


Celeste Murillo

Columnista de cultura y géneros en el programa de radio El Círculo Rojo.

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