El sexting, de “sex” (sexo) y “texting” (mensaje) es una práctica erótica que se ha extendido con el avance de la tecnología.
Sábado 11 de febrero de 2017
El sexting hace referencia a aquellos mensajes enviados de una persona a otra con contenido erótico; sin embargo, con el desarrollo de los dispositivos tecnológicos como los teléfonos inteligentes y el avance del internet y las redes sociales, esta práctica ahora incluye el envío de fotos y videos. El sexting se ha vuelto una forma más de vivir la sexualidad, demostrando que la tecnología está inserta en todos los aspectos de nuestra vida.
Considerando que el uso de la tecnología es mayormente utilizado por la juventud, es ese sector el que más lleva a cabo el sexting, pero no es una práctica exclusiva de los jóvenes.
Una campaña en México en contra del sexting
Apenas en el año 2016 surgió en México una campaña que condenaba la práctica del sexting. Ésta fue impulsada por Pantallas Amigas y apoyada por Google, con la colaboración de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), el Canal del Congreso, el DIF nacional e InfoDF.
Esto en el marco de la alianza reaccionaria entre la Iglesia y el Estado que hace ya varios años busca arrancar el derecho al aborto en la capital del país y criminalizar la interrupción del embarazo con el pretexto del “respeto a la vida”.
Y de que los partidos reaccionarios Acción Nacional y Encuentro Social encabezaran las movilizaciones del Frente Nacional por la Familia en todo el país, fortaleciendo un discurso de odio, heteronormativo y contra el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.
La campaña “pensar antes de sextear”, lejos de ser un video que hable sobre cómo realizar ésta práctica de forma responsable y segura, muestra, desde una visión prohibicionista, las “consecuencias” de realizar sexting.
Un detalle que llama la atención de esta campaña es la heteronormatividad con la cual es presentada, pues naturaliza que el modelo válido en el ejercicio de la sexualidad involucra a mujeres y hombres heterosexuales, fortaleciendo un discurso homo-les-bi-transfóbico.
“Sextorsión”
La “sextorsión” (extorsión sexual) es un tema relacionado con el tema del sexting, pues tiene que ver con el chantaje a través de un vídeo o una imagen erótica.
Merece un análisis social profundo para considerar por qué se apropia de una forma de expresión de la sexualidad, que en muchos casos fue consensuada, para chantajear a alguien.
Hay que considerar que en el tema del disfrute sexual y el ejercicio del placer operan prejuicios machistas que condenan mayoritariamente a las mujeres. Peor aún, acaban por responsabilizar a las participantes cuando alguien las chantajea y difunde fragmentos de conversaciones, fotos o videos para avergonzarlas públicamente y exhibirlas.
Esto va en la misma lógica de decir que se viola a las mujeres por su forma de vestir. Hay que comenzar por dejar de victimizar y condenar a las mujeres y por reconocer la responsabilidad de toda persona que reproduce conscientemente prejuicios o acciones machistas y misóginas.
El sexting, como una expresión más de la sexualidad merece tomar ciertas medidas para el disfrute pleno. Esta práctica debe contar con el consenso y el respeto de las partes para ser llevada a cabo. Muchos recomiendan el uso de plataformas y seguras para que la información quede protegida y el no mostrar el rostro para no ser identificados.
Pero también es necesario conquistar mejores condiciones de vida para la juventud plebeya, en particular para las mujeres trabajadoras, que se ven imposibilitadas de tener un espacio propio, con independencia y privacidad de la familia nuclear para poder ejercer libremente su sexualidad debido a los bajos salarios y la precarización laboral.
La clave no es la prohibición, existen diversas maneras de expresar y llevar a cabo la sexualidad y el placer erótico, y el sexting es una de ellas. Hay que empezar a construir relaciones de confianza y respeto en el que todas las partes involucradas estén en igualdad de condiciones para gozar de su sexualidad, al mismo tiempo que luchar por más espacios recreativos, de esparcimiento y convivencia y condiciones integrales de subsistencia para la juventud trabajadora y las mujeres de los sectores populares.