Desde mediados del 2015 estos trabajadores han desafiado el atropello a los derechos más elementales por parte de la patronal. En esta reflejamos este proceso de organización y el diálogo con un delegado.
Viernes 22 de enero de 2016
En la refinería Shell de Dock Sud los trabajadores de la empresa contratista G4S vienen llevando adelante reclamos por mejoras salariales. Desde mediados del 2015 estos trabajadores, que ofrecen servicio de custodia, han desafiado el atropello a los derechos más elementales por parte de la patronal. En esta reflejamos este proceso de organización y el diálogo con un delegado.
Luego de varios años de no ser escuchados por su anterior sindicato, los trabajadores de G4S se encuadraron en la CTA y eligieron delegados marcando su propia impronta en un proceso asambleario y democrático, para luego llevar adelante un pliego de reclamos que exigía un aumento salarial por las condiciones de insalubridad y horas nocturnas, mejoras en las condiciones de sus puestos de vigía y demás reclamos. Estos contratistas, que ejercen su labor dentro y en los alrededores de la refinería, están muy lejos de los parámetros del convenio petrolero: trabajan 12 horas diarias en dos turnos y cobran la mitad que los trabajadores efectivos de Shell, estando expuestos a las mismas condiciones.
El 23 de octubre del 2015 una importante cantidad de vigiladores llevó adelante un histórico corte en la entrada de camiones de la refinería de Dock Sud, tras lo cual conquistaron un plus salarial por las condiciones de insalubridad; por la intransigencia de la empresa este fue abonado solo en el mes de diciembre. Actualmente la patronal continúa con aprietes, persecuciones y provocaciones tales como aun no dar un esquema de vacaciones para los custodios. Carlos Ávalos, actual delegado de G4S, relata que “denunciamos los abusos y el trabajo insalubre, durante dos años nadie se acordó de nosotros, pero ahora a pesar de que a la empresa no le guste mucho, como trabajadores tenemos derecho a reclamar lo que nos corresponde: un trabajo en buenas condiciones, sin abusos verbales, sin aprietes ni maltratos, que podamos llevarles el pan de cada día a nuestras familia, por eso elegimos a nuestros propios delegados, proceso en donde yo salí electo por mis compañeros”.
La pelea que llevan adelante los trabajadores de G4S es histórica porque pone en cuestionamiento un régimen laboral impuesto por las empresas multinacionales a lo largo del menemismo, el cual sostuvieron todos los gobiernos posteriores. El actual gobierno de Macri, que tiene como integrante de su gabinete al ministro de Energía Juan José Aranguren (ex CEO de Shell) es un gran defensor de las políticas de flexibilización laboral y la tercerización laboral. Dicho régimen consiste en contratar a trabajadores en condiciones laborales precarias para abaratar costos y dividir los reclamos sindicales. “Actualmente vamos a hablar con los jefes por diversos reclamos; sufrimos amenazas de suspensiones indebidas a un delegado, y aún no han implementado un esquema de vacaciones para los vigiladores. Si no nos escuchan vamos a tomar medidas al respecto”, finalizó explicando Ávalos.