Jueves 11 de diciembre de 2014
Argentina es el segundo exportador mundial de ajo y Mendoza es la principal provincia productora de ajo, según lo indican varias fuentes, con una producción anual de aproximadamente 120 millones de kilogramos. Mendoza presenta el medio ideal para el desarrollo de un ajo de calidad por las condiciones climáticas y del suelo.
Para la temporada que comienza hay una mayor superficie cultivada, un 28% más que el año anterior y una buena perspectiva para el mercado de Estados Unidos. Sin embargo, para los trabajadores las perspectivas no son buenas: las cooperativas truchas siguen funcionando con la complicidad del gobierno y las burocracias sindicales.
A pesar de esta situación, los trabajadores año tras año sostenemos la producción. Este año, al comenzar la temporada, los trabajadores del Fideicomiso Santa Rita fuimos convocados a una reunión para comunicarnos que, desde el día lunes, pasaríamos a ser trabajadores de una cooperativa porque la misma habría alquilado todo el galpón. Respondimos que trabajamos en relación de dependencia, ya que la misma empresa publicó en el diario la convocatoria y emplazamiento de comienzo de temporada, a la cual respondimos en tiempo y forma.
Luego de mentirnos descaradamente, paramos de trabajar y nos reunimos todos para otra reunión con el patrón, quien manifestó que este año la modalidad va a ser el cooperativismo, por lo que preguntamos, cuál es nuestra situación laboral, sin obtener ninguna respuesta concreta. Todo el conjunto de trabajadoras y trabajadores contestamos que no queremos trabajar bajo esa modalidad, porque no se tienen beneficios sociales y porque es como trabajar en negro. Todos ya sabemos el fraude que son las cooperativas, pues hemos trabajado muchos años sin tener beneficios, aportes jubilatorios y cientos de accidentes de trabajo que han quedado sin cobertura, además de conocer que no tenemos ningún derecho, pues nos despiden cuando quieren y ni siquiera tenemos representación sindical porque figuramos como asociados monotributistas, excusa que utilizó la burocracia sindical para no denunciar a las grandes empresas, como lo comprobamos por su accionar en la lucha heroica de los trabajadores de Campo Grande.
En la misma reunión intervino la tesorera de la cooperativa trucha tratando de convencernos de los supuestos beneficios, lo que demuestra un engaño por parte de estas personas, ya que en la realidad operan obligando a los trabajadores a firmar una planilla de asociado, amenazando con no dar trabajo o con despedirnos. Dijimos que si nosotros quisiéramos trabajar bajo la modalidad de cooperativa, tiene que ser por voluntad nuestra de conformar una, en lugar de que nos obliguen a realizar trámites para ser monotributistas, cuando en los hechos trabajamos en relación de dependencia.
Por lo tanto, los trabajadores del Fideicomiso Santa Rita denunciamos el intento de engaño al comunicarnos de palabra el cambio de relación de dependencia, es decir, un despido encubierto; además, la insistencia y amenazas que provocaron miedo en los trabajadores a perder la fuente de trabajo, para obligarnos a aceptar otra modalidad de trabajo.
En consecuencia, se realizó una inspección de la Subsecretaría de Trabajo de la provincia, con lo cual logramos que no se concrete la maniobra fraudulenta de la cooperativa trucha y que se registren a aquellos trabajadores que estaban trabajando en negro.
La exportación de ajo representa un excepcional negocio para los patrones en detrimento de nuestras condiciones de vida, ya que sólo un pequeño puñado de trabajadores trabajamos en forma registrada, mientras que la mayoría trabaja en negro y en cooperativas truchas. Las ganancias de los patrones aumentan mientras menos nos paguen, más nos exploten y más nos oculten. En otras palabras, sus empresas crecen a una alta tasa por evadir impuestos al tener al personal en negro. Los principales destinos de las exportaciones de ajo mendocinas son Brasil, Francia, EE. UU., España, México, Italia y Taiwán.
En el año 2011, las exportaciones en dólares ascendieron a 145.832.045,27. Para el sector las ganancias son extraordinarias por las cantidades de toneladas exportadas y por la diferencia en el tipo de cambio; es decir, los costos de mano de obra y otros gastos se pagan en pesos, mientras que las exportaciones se cobran en dólares.
Las denuncias por trabajo infantil, trabajo esclavo y trabajo en negro, que los trabajadores del ajo realizamos luego de la represión a los trabajadores de Campo Grande, las acciones legales y las movilizaciones exigiendo más controles, ha tenido algunas respuestas. Sin embargo, lo conseguido es muy poco, ya que sólo un mínimo porcentaje de trabajadores estamos registrados de un total de aproximadamente 20.000 de la actividad.
Este pequeño triunfo es una muestra de lo que podemos lograr con la unidad, ya que fue una mañana de solidaridad de clase en la que las trabajadoras que estábamos registradas representamos a las que estaban en negro, así con una incipiente organización pero con la firme decisión de luchar, demostramos que es más lo que tenemos por ganar y que las experiencias de otros trabajadores quedan como huellas que se marcaron a fuego en la conciencia de la clase trabajadora.