En la marcha se sumaron niños que pedían a gritos para que no golpeen más a sus maestros.
Viernes 23 de marzo de 2018
Este martes (20) hubo una gran manifestación frente a la Cámara Municipal de San Pablo para apoyar a los profesores paulistas que luchan contra la Reforma Previsional municipal; contra el aumento del transporte, el recorte del boleto estudiantil y de las líneas de transporte; contra la reducción de la merienda en las escuelas y las condiciones de trabajo de los docentes; todas medidas implementadas a costa de sangre y represión por el gobierno de João Dória, actual intendente de San Pablo por el Partido da Social Democracia Brasileira (PSDB).
Esta vez la protesta contó con la presencia de padres y alumnos que salieron a defender, junto a otros manifestantes, a los maestros que están en huelga desde el día 8 de marzo, contra la reforma que pretende aumentar la contribución previsional a los municipales de 11% a 14%, y en algunos casos puede incluso llegar a 19%. Si a esto se le suma el impuesto a las ganancias, la totalidad crece a un 50%; es decir, la mitad de lo que ganan se les va en impuestos.
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Además de demostrar su apoyo marchando en defensa de los profesores, los alumnos también exigieron el fin de la intervención de la policía militar en Río de Janeiro y declararon que el gobierno de Dória se tiene que retirar de manera urgente.
Siguiendo la misma línea que Dória, Alckmin, gobernador de San Pablo por el PSDB, prometió que si él ganaba las elecciones presidenciales apoyaría la Reforma Previsional nacional contra los trabajadores.
De acuerdo con el gobernador, "La reforma tiene que aprobarse en el primer año de mandato. En el sistema presidencial, aquél que gane, tendrá más de 60 millones de votos. La legitimidad es muy grande." E insistiendo en la cuestión de la legitimidad de las urnas - necesaria para aprobar la Reforma Previsional - Alckmin se adelanta confirmando que dará continuidad a su proyecto, jurando aprobarla apenas lo elijan.
También insistió en demostrar que, según los intereses de banqueros internacionales y del gran sector empresarial local, el problema de la crisis es la cuestión jubilatoria.
Pero no le será fácil aprobar este proyecto. Por un lado, tendrá que sacar a Lula (que encabeza ampliamente las encuestas) de la carrera electoral, para lo que apuesta a la ayuda del sistema judicial. Por el otro, la lucha de los trabajadores también pondrá en jaque sus planes.
Además, la lucha de los docentes contra la continuidad del golpe no está desvinculada de la lucha por justicia por Marielle, dado que ella también peleaba contra la intervención militar en Río de Janeiro, medida tomada por el gobierno de Temer para implementar, entre otras cosas, la Reforma Previsional a nivel nacional. Por ende, la lucha es una: contra la casta política brasileña que trata de que las consecuencias de la crisis recaigan sobre la clase trabajadora.
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Como sintetizó un representante de la agrupación docente Nossa Classe Educação: "Tenemos que ganar. No podemos esperar a ver cuáles serán los próximos pasos de la derecha. El paro de los docentes y trabajadores municipales ya se convirtió en una huelga histórica. Nuestra fuerza puede ser decisiva para derribar, de una vez por todas, la reforma previsional municipal que nos quiere imponer el gobierno de Dória”.
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