Con un corte de calle frente a la Municipalidad de Lomas de Zamora, les trabajadores despedidos por la gestión de Martín Insaurralde, terminaron la semana demostrando que su lucha sigue firme. Preparan nuevas acciones y crece la solidaridad.
Domingo 25 de abril de 2021 16:38
Después de la reunión que tuvieron el 9 de abril con el Secretario de Recursos Humanos de Lomas de Zamora, Matías Ruiz, quien se comprometió a dar respuesta “en una semana”, Salomé Valenti, Adriana Paredes, Sebastián Vera y Laura Cazal, no bajaron los brazos. Sabían que detrás de esas promesas estaba el intento de deshacer la organización que conquistaron para reclamar por su reincorporación y denunciar que en el Estado, bajo la gestión de Insaurralde (Frente de Todos), hay precarización laboral y revictimización de las víctimas de la violencia machista.
Con el apoyo de amigues y familiares y de organizaciones de mujeres, sociales y políticas, desde entonces se reunieron varias veces en ATE Sur, de manera presencial y virtual; lanzaron su página web e impulsaron desde ahí un petitorio que ya cuenta con cientos de firmas en apoyo; realizaron pegatinas en el municipio, lanzaron una campaña de fotos bajo el lema “Ni violentadas ni precarizadxs” y fueron parte del Encuentro de coordinación de las luchas del AMBA.
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En las reuniones que impulsaron con el apoyo de ATE Sur, participaron estudiantes en lucha de la UNLa, mujeres de Latam que pelean por sus puestos de trabajo, maestras y auxiliares de las escuelas, mujeres que son parte de los movimientos de trabajadores desocupados, amigas y familiares de las promotoras de salud en lucha.
El Frente Popular Darío Santillán, el MULS, la corriente Sindical Jorge Weisz, la colectiva Tatagua, la agrupación Víctor Choque, la Campaña Nacional contra las Violencias, la agrupación de mujeres y disidencias Pan y Rosas y el PTS en el Frente de Izquierda, Pañuelos en Rebeldía, Mujeres en libertad y otras organizaciones de la zona que vienen acompañando este proceso, también lo hicieron y además, fueron parte de la acción que se realizó este viernes en las puertas de la Municipalidad.
Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo - Línea fundadora; Carla Lacorte, referente de la lucha contra el gatillo fácil policial e integrante del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos; activistas del Comité de autoconvocad@s por la aparición con vida de Tehuel; la diputada nacional (MC) Nathalia González Seligra, entre muches más, hicieron llegar su apoyo.
Y con toda esa fuerza, volvieron a manifestarse este viernes frente a la municipalidad. Una muestra de que los intentos de dividir su lucha, no prosperaron. En la plaza Grigera, frente a la municipalidad, se hicieron oír desde el mediodía con una radio abierta, en la que hablaron les trabajadores en lucha y las organizaciones solidarias.
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Solidaridad de género, y de clase
“Siento que hace mucho me preparaba para esta lucha sin saberlo. ¿Y saben por qué? Por una triste realidad: la violencia no es la excepción, sino la regla”. “Hacemos carteles, canciones, marchas, y la violencia sigue en nuestras vidas. Porque encima cuando nos liberamos del violento son las burocracias del Estado las que nos violentan”, dijo Adriana Paredes, que fue la última en ser despedida por la secretaria de Salud del municipio, Sonia Nanni, cuando reclamó ante el despido de su compañera Salomé Valenti, víctima de violencia de género. “Todas sufrimos alguna vez violencia de género”: esa fue la respuesta que recibió Adriana de Sonia Nanni cuando pidió explicaciones, horas antes de su despido.
Adriana Paredes, durante la acción del 23 de abril frente a la Municipalidad de Lomas de Zamora
“Yo tenía un sueldo de 4700 pesos. Estuve trabajando de administrativa en el Hospital Alende y casi al inicio de la pandemia decidieron despedirme, sin ningún motivo”, contó Laura Cazal, una de las primeras en acercarse cuando se conoció la situación de los despidos en Promoción de la salud. “Aguanté 12 años trabajando así porque soy sostén de familia y porque tengo artritis reumatoidea. Aguantaba por la medicación que me daba la Obra Social, porque la inyección que yo me ponía sale 40 mil pesos”. La solidaridad de les promotores de salud, que abrazaron su reclamo como propio, hoy se traduce en la exigencia de la reincorporación de los cuatro.
Laura Cazal, despedida del Hospital Alende
"A mi me despidieron después de trabajar todo un año en pandemia como promotor de salud”, contó Sebastián Vera, el primero en ser despedido. “Somos los que tocamos las puertas, los que entramos a las casas, a la historia, a las vidas de las personas que no pueden acceder a los turnos, que no pueden moverse de sus casas. Ese es nuestro rol: sacar un poco el consultorio a la calle y ser ese nexo. Todo ese trabajo que hicimos en pandemia, buscando gente, fue en total forma precarizada de trabajo. Actuamos barrio por barrio, todo el fondo de Lomas. Siempre en las mismas condiciones. Y nunca nos dieron ni un bono, ni el boleto para viajar, nada”, contó. Ese mínimo reclamo, motivó su despido y, luego el de sus compañeras. “Decían que faltaba, pero yo tenía mi firma en todos lados”. “Ellos vienen, se sacan la foto en el territorio y se van”, denunció con bronca al referirse a las autoridades de la secretaría de Salud del municipio, Sonia Nanni y Mariano Ortega .
Sebastián Vera, durante la acción del 23 de abril frente a la Municipalidad de Lomas de Zamora
La exigencia de la inmediata reincorporación y el reclamo de basta de precarización se expresó de nuevo. Y, ante el llamado de los funcionarios, que pretenden hablar individualmente, con la intención de quebrantarles, reafirmaron: ¡entran todes o ningune!
“Cada uno tiene acá una historia difícil para contar. Si no es de violencia, es de abandono laboral. Todos tenemos una lucha atrás. La mía se conoció hace un tiempo: sufrí varios ataques donde casi pierdo la vida”, relató Salomé Valenti. Son catorce años, los mismos que tiene su hija, denunciando la violencia de la que son víctimas. “Siempre me dijeron que si no lo encontraban con las manos en la masa, no podían hacer nada”. La última vez “escaló” y “pude zafar”, cuenta, y detalla que para escapar del agresor se tuvo que mudar cinco veces en un mes. “Cuando logro recuperarme, cuando alquilo la quinta casa, ese día vuelvo a trabajar y ese día me despiden. Y todavía ni siquiera me pagaron el sueldo”, cuenta, y con "sueldo" se refiere a los 15 mil pesos que le quedaban en mano, por ser monotributista.
Salomé Valenti, durante la acción del 23 de abril frente a la Municipalidad de Lomas de Zamora
“Dicen que somos todos una gran familia, pero nosotras no entramos”, reflexiona Salomé, y denuncia que la precarización del Estado para las monotributistas esconde un cinismo completo. Es que, como promotores de Salud del AMBA, no sólo cobran salarios de hambre, sino que además, no tienen derecho a nada, ni siquiera a una licencia por violencia de género. Prácticamente, lo escrito con la mano del gobierno y las instituciones del Estado, que se llenan la boca hablando de los derechos de las mujeres, pero que se borra con el codo. Papel mojado. “No se puede volver a permitir semejante atropello”, dice Salomé, y afirma que “el monotributo se tiene que terminar”. “No soy yo sola. La foto que suben, el fondo de pantalla, esas somos nosotras. Y por eso decimos que las soluciones no son individuales”, afirma con convicción.
Esa convicción, elemental para que una lucha se mantenga unida y pueda triunfar, se reafirmó durante la jornada de este viernes: “nuestra lucha no es individual, es colectiva, es por todas y todos los que sufren lo mismo que nosotros, la precarización laboral, la violencia machista”, reiteró Salomé ya desde la calle, donde realizaron un corte junto a las organizaciones que se hicieron presentes.
Trabajadoras del Hospital Alende se solidarizan con el reclamo de reincorporación
Clarisa Gómez, de la Comisión Directiva de Cicop de Lomas de Zamora y de la agrupación de mujeres Pan y Rosas/Lista Marrón, fue otra de las referentes de la salud que se acercaron a la acción. En su caso, llevó la noticia del aporte al fondo de lucha que se votó en asamblea que realizaron ese día les profesionales de Lomas de Zamora, a propuesta de la Lista 17. “Ninguna lucha puede quebrar por hambre”, dijo. “Todos y todas somos trabajadores de la salud. Hay que terminar también con esa división que nos quieren imponer, entre profesionales, auxiliares, enfermeras, promotores. Ante la pandemia, ante la crisis económica, ante la violencia machista y la revictimización del Estado, la respuesta siempre va a estar en la confianza y la unidad de nuestra fuerza de lucha”.
Nora Quercia, secretaria general de Ate Sur
La pelea por la reincorporación no se detiene. “¿Cuántos compañeros están pasando por esta situación en Lomas de Zamora? ¡Trabajadores, no voluntarios, como les hacen poner en sus remeras!”, señaló Laura Magnaghi (Lista Marrón), que integra la Comisión Directiva de ATE Sur y trabaja en el Hospital Alende. “Hoy también estamos viendo que esta bronca tiene expresiones en distintos puntos del país, como en Neuquén, donde quieren someter a los trabajadores de la salud a sueldos infrahumanos, mientras en Vaca Muerta se la llevan en pala con el apoyo del gobierno y la burocracia sindical”. “El Encuentro que realizamos con cientos de trabajadores en lucha, votó convocar a una gran acción este 27, en las calles, para mostrar la fuerza de la coordinación de todos los trabajadores y trabajadoras, ocupadas, despedidas, desocupadas. A ese horizonte tenemos que apostar con toda la fuerza que conquistamos hasta acá”, propuso.
Laura Magnaghi, Comisión Directiva de ATE Sur, trabajadora del Hospital Alende