Después que Bachelet anunció un proyecto para poner fin al secreto de la Comisión Valech I, las polémicas que empezó continúan. Mientras las FFAA marchan por sus “glorias” como cada año, como cada año también niegan tener más información y claman por más impunidad y privilegios.
Miércoles 20 de septiembre de 2017
Bachelet anunció días atrás un proyecto para ponerle fin, previa autorización de las víctimas y sólo para los tribunales, al secreto de los antecedentes recolectados en la Comisión Valech I, abrió nuevamente el debate.
Cuando la conformó Lagos en su presidencia, se había establecido que se mantendrían en secreto por 50 años. ¿A quién protegía este secreto, a los torturados, o a los torturadores?
Los abogados de DDHH se pronunciaron a favor. Los abogados de los torturadores, en contra. La derecha, con estos últimos. La Nueva Mayoría, con Bachelet. Lagos, a favor de sí mismo, explicando que no se pretendía impunidad, pero el que explica se complica.
El abierto defensor de la dictadura J. A. Kast dijo que se trataba de una "utilización política del dolor", como si pudiera siquiera atreverse a hablar en nombre del dolor de los torturados. Su única hipócrita y perversa intención es mantener la defensa de la más oscura página de la historia de Chile. Lo que quiere es impunidad. Dijo: “va a generar un enfrentamiento entre los chilenos y una situación judicial que se hace interminable".
Los altos oficiales del Ejército actual, salieron en defensa del Ejército de la dictadura, mostrando la continuidad. Dijeron: “no hay pactos de silencio”. Dijeron otra vez que se sienten perseguidos. Dijeron, para el nuevo desfile del 19, que no son valorados.
Una vergüenza que se reactiva y reorganiza. Como vimos con las cartas de Generales y Coroneles en el 44 aniversario del Golpe sangriento.
“Michelle Bachelet sabe que no hay pactos de silencio con los militares, porque ella era la ministra de Defensa. Ella participó en las discusiones sobre cómo se hacía esto, porque sabíamos a quiénes iba a afectar”, dijo el ex candidato presidencial.
Sobre el informe, el otrora jefe de Estado expuso que “una comisión presidencial puede investigar la verdad, lo que no puede es hacer justicia, porque eso les corresponde a los tribunales.
Respecto de las declaraciones del comandante en jefe del Ejército, Humberto Oviedo de que la institución “no tiene más antecedentes”, respecto del paradero de los detenidos desaparecidos y los violadores a los derechos humanos, Lagos prefirió abstenerse sobre si es verdad o no lo dicho por el general.
Es que hay que recordar que no solo es un secreto. Es un impedimento para la persecución judicial de los represores. Si la Comisión Rettig, con todos sus límites, envió a la Justicia los antecedentes recogidos, la Comisión Valech no lo hizo. Y fue explícito en impedirlo en la Ley que la constituyó: “Mientras rija el secreto previsto en este artículo, ninguna persona, grupo de personas, autoridad o magistratura tendrá acceso a lo señalado en el inciso primero de este artículo”.
Hay más que un pacto de silencio al interior de las FFAA, hay un pacto de impunidad entre las FFAA, los empresarios, sus medios de prensa y sus partidos de la derecha y la Nueva Mayoría, que disimulan con las condenas a algunos casos emblemáticos y leyes con sus “letra chica”.