La rectora dijo que hoy recién analizará el expediente. Las trabajadoras denunciantes fueron trasladadas “preventivamente” mientras el funcionario continúa al frente de una secretaría.
Miércoles 14 de diciembre de 2016
Fotografía: José Saldías
La denuncia que realizaron tres trabajadoras por acoso sexual y laboral a un funcionario del Rectorado estuvo entre los temas más sobresalientes que se trataron en la última sesión del año del Consejo Superior de la UNT estuvo.
El 25 de octubre, las denunciantes dirigieron una nota a la rectora, Alicia Bardón, solicitando una audiencia urgente ante la “desagradable situación que el personal femenino está padeciendo debido a la actitud del secretario de Asuntos Estudiantiles, Sergio Aragón”. Otra nota, de igual tenor, fue dirigida al secretario del gremio no docente (Apunt), Ángel “Zurdo” Morales.
Desde la Dirección de Asuntos Jurídicos, Augusto González Navarro realizó un “aconsejamiento” para que las trabajadoras denunciantes sean trasladas “preventivamente” a otro lugar de trabajo. Mientras tanto, Aragón sigue en funciones y trabajando en la secretaría mencionada.
Antes del tratamiento de la orden del día, las denunciantes –presentes en la sala– pidieron la palabra para poner al tanto a los consejeros de la situación y exigir celeridad.
Bardón comentó que se mantuvieron reuniones y agregó que “el expediente volvió hace un momento al Rectorado, mañana (por hoy) voy a analizarlo”.
La rectora calificó al “aconsejamiento” de trasladarlas de lugar de trabajo como “conveniente” para evitar “una situación desagradable para las trabajadoras”. Las críticas a esta decisión señalan que es Aragón quien debe ser suspendido preventivamente y no promover el traslado de las víctimas. “Esto todo lo que tengo para decir”, aseveró antes de proponer que si se le daba la palabras a las trabajadoras sea durante una sesión secreta. “Hay que asegurar las garantías para los denunciantes y el denunciado”, sostuvo el vicedecano de Filosofía y Letras, Santiago Bliss, en apoyo a la moción de Bardón.
Aunque algunos consejeros insistieron que si las trabajadoras querían hablar públicamente no había necesidad de sesión secreta, la sala se desalojó. Las trabajadoras expusieron su denuncia y luego se retiraron mientras los consejeros continuaron tratando el tema. La sesión secreta duró alrededor de una hora y no hubo respuestas para las víctimas del acoso sexual y laboral.
Un protocolo contra la violencia de género
Lamentablemente, este no es el primer antecedente de una denuncia de acoso laboral y sexual en la UNT. En 2011, el Consejo Superior trató el caso de profesor de Filosofía y Letras que acosaba a sus alumnas.
En 2013, el movimiento estudiantil se movilizó contra dos abusos en las inmediaciones del Centro Presbich. De ese momento los compromisos de las autoridades cayeron en letra muerta ya que no hubo ningún avance en el tema. Inclusive, durante las tomas de facultades, estudiantes de Teatro denunciaron un abuso por parte de un integrante de la Franja Morada, en la Reserva de Horco Molle. Este año las autoridades desconocían la existencia del expediente 1330, donde consta la denuncia.
A principio de año, una denuncia de abuso a una estudiante de Artes movilizó a estudiantes y profesores, mientras la gestión de la decana Raquel Pastor realizaba declaraciones a la prensa poniendo el foco en la víctima.
Además también existen otros casos como el del profesor Viejobueno, de Derecho, que aseguró en una clase que la homosexualidad es “antinatural”. Dicha casa de estudio posee un Observatorio de Género, sin embargo no hubo ni siquiera un reproche institucional por los dichos discriminatorios del docente.
En Filosofía y Letras, la agrupación de mujeres Pan y Rosas presentó ante el Consejo Directivo un proyecto de protocolo de intervención en situaciones de violencia de género. La propuesta busca evitar la revictimización junto a una atención profesional acorde, como parte de una pelea por las demandas de las mujeres dentro de la UNT.