En su conferencia matutina de hoy 10 de diciembre, la presidenta Claudia Sheinbaum, acompañada de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez y de Arturo Medina, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, brindó información sobre el caso Ayotzinapa y la Guerra Sucia, a propósito de la conmemoración del día internacional de los Derechos Humanos.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Martes 10 de diciembre de 2024
Hoy se conmemora a nivel internacional el día de los Derechos Humanos. La fecha quedó establecida mediante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas llevada a cabo el 10 de diciembre de 1948, suceso en el cual la comunidad internacional de estados aglomerada en la ONU adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Dicha Declaración contempla 30 Derechos Humanos elementales que están agrupados en tres campos: derechos civiles y políticos, como el derecho a la vida (donde están los que tienen que ver con una vida libre de violencia, con la salud y los de acceso a bienes como el agua), a la justicia, a la igualdad ante la ley y la libertad de expresión; derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho al trabajo, la seguridad social y la educación; y los derechos colectivos, como los derechos al desarrollo y la libre determinación.
A propósito de esto, ambxs funcionarixs refirieron que a partir de 2018 supuestamente hubo un “cambio de paradigma para todas y todos” en la materia y que la población “ejerce sus derechos”, refiriendo que el cambio mencionado se puede ver, por ejemplo, en la disculpa pública que la presidenta Claudia Sheinbaum expresó a nombre del estado mexicano el 2 de octubre pasado en torno a los hechos ocurridos en esa fecha del año 1968 en la masacre de Tlatelolco.
Arturo Medina, por su parte, habló brevemente del caso Ayotzinapa, diciendo que se tiene la prioridad de encontrarlos, conocer la verdad y sancionar a responsables. Ello a través de 5 ejes: búsqueda de campo, identificación humana, verdad y justicia, extradiciones y ruptura del pacto de lealtad criminal.
No obstante, tras la primera reunión que tuvieron el pasado 4 de diciembre padres y madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos de manera forzada con la presidenta Sheinbaum, hay elementos para sospechar que habrá serias dificultades para lograr verdad y justicia en el caso.
El medio Aristegui noticias tuvo acceso a testimonios de la reunión mencionada y publicó que la presidenta se opuso enérgicamente a dos cuestiones de suma importancia para avanzar en el caso: el regreso del Grupo Internacional de Expertos Independientes y la entrega de 800 folios de información clave que están en poder del Ejército y que no han sido presentados a pesar de las solicitudes de las familias.
Según se afirma en el portal noticioso:
“… el momento de más tensión fue cuando uno de los padres planteó de manera enérgica la importancia del regreso del GIEI, las personas especialistas del Mecanismo Extraordinario implementado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para la investigación del caso. Y, por otra parte, la exigencia de la entrega de los 800 folios con información clave que continúa en manos del Ejército… La mandataria federal tomó la palabra para advertirles que serían temas en los que no se podría transitar, por lo menos en ese momento: ’si quieren centramos la discusión en eso y nos volvemos a atorar’. Incluso Sheinbaum Pardo afirmó que eso sería motivo de un eventual rompimiento”.
Estos datos concuerdan, de cierta manera, con las declaraciones que dio a las afueras de Palacio Nacional Vidulfo Rosales, el abogado de madres y padres, al final de la reunión, a propósito de la pregunta que desde la Izquierda Diario México le hicimos sobre si se había tocado el tema de los 800 folios en cuestión, a lo cual el litigante respondió:
“Sí se habló de los documentos, pero yo creo que ese es un tema de mucha tensión, es un tema de mucha discusión, mucha polarización, y ahí va a haber una modificación respecto a los 800 folios, a información que los militares de manera concreta tienen en su poder… son dos informaciones concretas… lo que la presidenta nos dice (y los padres están de acuerdo) es en no entrar en esta polarización pues se va a romper el diálogo y la presidenta dice ‘yo no quiero que se rompa el diálogo’”
O sea, en el fondo es una advertencia que la presidenta lanza en torno a que si se continúa solicitando esa información ─de suma importancia para el ejercicio del derecho humano a la justicia en este caso- habrá una nueva ruptura del diálogo, tal como sucedió con el expresidente Andrés Manuel López Obrador. La mandataria está condicionando el desarrollo de la investigación.
La solicitud de los 800 folios y de la comunicación que un infiltrado en la normal de Ayotzinapa tuvo con el ejército el 26 de septiembre de 2014 son elementos clave para lograr esclarecer totalmente los hechos. Su exigencia no es "polarizar", sino buscar plena verdad de lo sucedido para poder avanzar en la impartición de justicia. Solicitar esa documentación de ninguna manera debe ser un elemento que condicione el avance de las investigaciones.
El caso Ayotzinapa y el de la masacre del 2 de octubre de 1968, así como la falta de verdad y justicia sobre lo ocurrido en el periodo de la llamada Guerra Sucia ─etapa que va de 1952 a mediados de la década de los 1980’s, según considera la Comisión Nacional de Derechos Humanos- así como en las desapariciones forzadas que continúan en México, muestran que el derecho humano a la justicia y a una vida libre de violencia está muy lejos de ejercerse plenamente.
