Exigimos Poder total de decisión sobre nuestros cuerpos
Domingo 9 de octubre de 2016
Que satisfactorio es rozar mi clítoris con mis manos, es que me excita pensar que pertenezco al género que se rebeló primero; pertenezco al género que tiene la capacidad humana activa de crear vida dentro de sí misma. Me excita pensar en lo lejos que puedo llegar cuando me lo propongo, en lo decidida, en lo frágil, en lo fugaz, en lo nocturna.
En cambio, desprecio pensar en aquellas personas que buscan concebir su felicidad a costa de la opresión al prójimo. Y más aún desprecio pensar en aquellas personas que se conforman con ser las oprimidas; aquellas que deciden permanecer dormidas tal y como su opresor las necesita, en el hogar, haciendo las labores que corresponden a la mujer por regímenes patriarcales e instituciones familiares machistas, limitando su vida a una cotidianidad que reprime su intelecto y el alto potencial de desarrollo que todas llevamos dentro.
¡QUE CADA UNA SE DECIDA A COMER NUEVAMENTE DEL FRUTO PROHIBIDO SI ES NECESARIO PARA LIBERARNOS DEL YUGO BURGUÉS Y PATRIARCAL! ¡La revolución social no se hará sin las mujeres! ¡Si es necesario la lideraremos!
Pero mientras esta espontánea acción colectiva se lleva a cabo es necesario que trabajemos por desarraigar de la cultura y la tradición los estereotipos, los prejuicios y los estatutos que llevan a la mujer a ser esclava de la sociedad de consumo.
Exigimos Poder total de decisión sobre nuestros cuerpos
Vinculare el tema de la actividad doméstica al tema de la maternidad, puesto que tener hijos también representa responsabilidades que exigen a una mujer llevar sus intereses y metas personales a un segundo plano. Por lo tanto, la decisión de ser o no ser madre depende única y exclusivamente de la persona que lleva dentro el útero en cuestión.
No admitiremos que el Estado mantenga leyes o normas que juzguen a una mujer por tomar una decisión que le pertenece porque representa un cambio drástico en su vida. ¡Porque son nuestros los úteros y no del Estado, porque soy yo y no el Estado quien llevara a la criatura nueve meses en su vientre, porque soy yo y no el Estado quien sufrirá dolores de parto, porque soy yo y no el Estado quien deberá asumir el papel de madre!
¡Educación sexual para decidir, Anticonceptivos para no abortar, Aborto legal seguro y gratuito para no morir!
¡Mujer, han envenenado tus raíces y cual árbol, te pasmaste,
Te han privado de ser libre y cual enjaulada ave no emprendiste vuelo,
Limitaron tu vida y cual juez te condenaron a vivir atada;
¡Cumplo con decirte que llegó la hora de la liberación!
Cual río caudaloso estamos destinadas a morar con los árboles y la tierra,
Destinadas a servir a las aves y a las flores, a los peces y animales salvajes,
La luna nos espera en una velada romántica con el fin de hacer aflorar NUESTRO MÁS INTIMO SER!