El "Si, se puede" de quienes aplaudían a Macri el día de hoy no va a lograr expropiar la bandera de años de lucha de las mujeres trabajadoras y del pueblo pobre
Jueves 10 de diciembre de 2015 17:30
Quienes se concentraban hoy para festejar la asunción de Mauricio Macri, utilizaron la canción "Sí, Se Puede" para saludar los aspectos centrales de su discurso, mientras Macri respondía desde el palco con un "Sí, se pudo". Con esto intentan expresar que el PRO, pudo ganarle al kirchnerismo. Y a su vez, como con la "revolución de la alegría", intentan montar una operación ideológica para cambiar el sentido de nuestras banderas históricas.
El "Sí, Se Puede" es nuestro
En junio de este año se cumplieron 9 años del día en que el magisterio oaxaqueño se insurreccionó contra el autoritarismo, la represión y opresión del gobierno del PRI (Partido Revolucionario Institucional). Los maestros encabezaron la movilización de otros trabajadores, estudiantes y campesinos en su lucha por tierra, trabajo y mejores salarios y pusieron en pie lo que se conoció como Comuna de Oaxaca.
Exigían que se fuera el represor Ulises Ruiz, gobernador que envió a los escuadrones de la muerte para asesinar, secuestrar y detener activistas en defensa de los intereses de los terratenientes y empresarios locales. Las mujeres oaxaqueñas quienes mayoritariamente sostenían las barricadas contra los escuadrones de la muerte, tomaron el canal 9 combatiendo las mentiras de los medios oficialistas y difundiendo la verdad de quienes ya no toleraban más una vida de privaciones. Formaron la coordinadora de mujeres de Oaxaca y tuvieron importante protagonismo en la APPO (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca).
Miles de mujeres de todo del mundo mirábamos a esas mujeres oaxaqueñas, vibrábamos con sus combates, nos esperanzábamos con sus logros, llorábamos por los compañeros y compañeras asesinados por los perros del podrido régimen. Estábamos expectantes cada de vez que se nos cortaba la transmisión precaria que gracias a los medios alternativos nos traía una nueva noticia. Así fue, que en Latinoamericana y en el mundo, las mujeres hicimos propio el grito de guerra de las valientes mujeres oaxaqueñas: "Sí se puede, si una mujer avanza ningún hombre retrocede".
En la Argentina lo levantamos en cada lucha de las mujeres trabajadoras y de los sectores populares. Lo hicimos sentir en las luchas de las aguerridas obreras de Brukman y Zanón, en la de las comisiones de mujeres de durísimas luchas cómo Mafisa, Jabón Federal, en el Garrahan, en Paraná Metal, con las obreras de Kraft, en la lucha de las obreras textiles que luchan contra la explotación y la muerte en los talleres clandestinos, negocio que llena los bolsillos de Juliana Awada, la flamante primera dama.
Es con estas banderas que en el Hospital Garrahan conformamos la Agrupación Sí, Se Puede!. En un lugar donde trabajamos mayoritariamente mujeres esa bandera plasmó la unidad de trabajadoras de planta permanente con las terciarizadas. La disposición un importante sector de enfermeras, administrativas y de distintos sectores de unirnos en un mismo esfuerzo para fortalecer la organización de las compañeras de limpieza que dijeron: "¡Basta!". Decidieron enfrentar juntas y organizadas lo que enfrentaban todos los días en soledad. Los abusos sexuales de supervisores, jefes e incluso burócratas sindicales; compañeras embarazadas limpiando escaleras y rampas; compañeras enfermas que continuaban en sus tareas mientras escupían sangre en un pañuelo, insultos, denigración, salarios de pobreza y miles de tremendas condiciones laborales mientras empresarios bancados por una dirección hospitalaria de macristras y kirchneristas que garantiza que se lleven millones de pesos todos los meses. Incluso enfrentarse a patotas armadas cuando salieron a luchar y conquistaron representantes gremiales que realmente representaban la lucha por sus derechos.
"Sí, Se Puede!" dijimos ante cada logro y en la cara de todo aquel que con su "No se puede" intentara verlas sumisas, calladas, oprimidas. "Si una mujer avanza ningún hombre retrocede" decíamos cada vez que un compañero se sumaba y contra todo prejuicio se ponía su pechera lila, reconociendo que la fortaleza que daban esas compañeras luchando con valentía contra tantos oprobios le sacaba el miedo a cualquiera.
Nuestra bandera estuvo en todas esas luchas y también tiene la marca de los perdigones de la metropolitana de Macri en el brutal desalojo del Borda. El "Sí, Se Puede!" es nuestro y está en la lucha por el aborto, legal, libre, seguro y gratuito realizado con acceso universal en los hospitales públicos. Esta en la lucha contra los femicidios por la que hace poco millones dijimos #NiUnaMenos, esta en la lucha por el desmantelamiento de las redes de trata y prostitución. Ahora en el gobierno, el macrismo es vitoreado con un "Sí, Se Puede" e intentan expropiarnos hasta las consignas. También lo intenta con la "revolución de la alegría" buscando operar ideológicamente para ridiculizar con globos nuestras históricas banderas. ¡No en nuestro nombre!.
Los gobiernos de los patrones pasan, nuestra lucha se va a mantener viva hasta ganar. Vamos a seguir organizadas junto nuestros compañeros en defensa de la salud pública y por nuestros derechos. Pero también vamos a luchar con todas nuestras fuerzas para cambiar desde los cimientos esta sociedad de miseria, hambre y opresión en la que con gobierno de los capitalistas intentan robarnos hasta los sueños.