Especulación inmobiliaria. Subastan la mitad de los lotes del Parque de la Ciudad: vivienda popular no, negocios sí

El Gobierno porteño subastó cinco lotes de un predio de una hectárea del Parque de la Ciudad, lindante al Barrio Olímpico, para la construcción de nuevos edificios en la zona de Soldati. Esto, pese al rechazo de vecinos de la zona y de organizaciones ambientalistas que presentaron un amparo judicial para evitar la venta del lugar y que, en cambio, sea un espacio verde.

La subasta pública y electrónica la llevó adelante el Banco Ciudad, desde donde informaron a Télam que cinco de los diez lotes que salieron a la venta tuvieron oferta y un comprador.

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Según datos oficiales, los lotes ofrecidos tuvieron valores base que oscilaron entre los 360 mil y los 563 mil dólares y suman, entre todos, una capacidad constructiva máxima de 40.178 metros cuadrados.

En rigor, la enajenación por parte del Gobierno porteño de las tierras situadas en el barrio de Villa Soldati fue aprobada en 2016 por la Legislatura en el marco de los preparativos de la Ciudad para los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018.

Este barrio fue escenario de una lucha testigo de miles de familias en búsqueda de vivienda, en 2010: la toma del Parque Indoamericano, cercano a los terrenos que ahora están siendo subastados. Tras más de 10 días de resistir patotas, el ataque de los medios y la criminalización, fueron desalojadas con una represión brutal a manos del Gobierno de la Ciudad (a cargo de Mauricio Macri) y nacional (a cargo de Cristina Fernández de Kirchner). El saldo lamentable fue de cientos de heridos y tres personas muertas.

El drama habitacional en la zona de Soldati nunca cesó. En 2014 tuvo lugar la toma y el desalojo del Barrio Papa Francisco. Al igual que en 2010, un personaje clave para el desarrollo de la represión fue Sergio Berni, actual ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Son comunes las denuncias por incendios y problemas estructurales permanentes en la Villa 20, ubicada frente al Indoamericano.

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El Gobierno de la Ciudad puso en marcha un plan de urbanización de la Villa 20, votado en la Legislatura porteña en 2005, pero las obras empezaron más de 10 años después. Recién en 2016 Larreta comenzó la construcción de monoblocks de mala calidad para vecinos de la villa 20. El objetivo: tapar el barrio precario antes de los Juegos Olímpicos de la Juventud, realizados en la ciudad en 2018.

La ley sancionada, la 5704, habilitó la construcción de un conjunto de 29 departamentos en el predio frente a la villa, para alojar a los deportistas, los cuales después fueron adjudicados a través de un programa de viviendas sociales. Los departamentos para los participantes de los juegos, fueron construidos con mejor calidad que los monoblocks para los vecinos de la villa.

Según denunciaron desde el Observatorio del Derecho a la Ciudad, de las 29 hectáreas incluidas en la ley, solo cuatro se destinaron al Barrio Olímpico y las restantes "serán vendidas a manos privadas" en un proceso que comenzaría con la subasta de la primera de las hectáreas.

Por ello, desde el Observatorio, junto a la Cátedra de Ingeniería Comunitaria (CLIC), el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP), la Defensoría de Laburantes y Vecinxs Autoconvocadxs del Barrio Olímpico presentaron una demanda colectiva para solicitar la nulidad de la subasta.

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La causa judicial quedó radicada en el Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso, Administrativo, Tributario y de las Relaciones de Consumo 19.

Este lunes, vecinos que habitan en el Barrio Olímpico se reunieron sobre uno de los laterales del predio en cuestión para expresarse en contra de la venta, ya que su intención es transformar el lugar en un parque verde.

Bajo la consigna #LosPulmonesNoSeVenden, se agruparon y trasladaron su queja a la Corporación Buenos Aires Sur, que depende del Gobierno de la Ciudad y gestiona los emprendimientos sociales y económicos en la zona.

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En 2020 La Izquierda Diario visitó a Jorgelina Salgueiro, vecina de la villa 20 y hermana de Bernardo, joven paraguayo víctima de la represión de 2010. Una década después, los terrenos que le fueron negados a las familias lucían vacíos, llenos de maleza y basura. La lucha de las familias de Guernica el año pasado y la situación actual en el país, con tomas de tierras de punta a punta, demuestran que el problema habitacional de las familias más pobres no fue nunca jerarquía de ningún gobierno. La tierra es puesta al servicio de los negocios. Para quienes luchan por tierra para vivir, solo hay falsas promesas y represión.