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Red Internacional
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El Círculo Rojo. Sube el dólar: se devalúa Sergio Massa

Se acelera la crisis. Descalabró inflacionario. Un “superministro” que ya no es. Columna de economía de El Círculo Rojo, un programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos, 89.9. En texto y video.

Pablo Anino

Pablo Anino @PabloAnino

Jueves 20 de abril de 2023 23:47

  • La cotización del dólar ilegal, el denominado “blue”, cerró este jueves 20/4 en $332, luego de tocar el récord de $440 durante la jornada. El jueves pasado estaba en $398. Es decir, que escaló un 8,5% en solo una semana. ¿Por qué ocurre esto? Como siempre, hay muchos factores inmediatos que desataron la corrida hacia el dólar.
  • Tal vez, lo que mayor impactó fue la elevada inflación de marzo: el 7,7 % mensual (104,3% interanual) que el Indec dio a conocer el viernes pasado. Estamos en el mes de abril. Para este momento, Sergio Massa se había propuesto un objetivo: que la inflación empiece con un 3 adelante. Todo indica que no ocurrirá. Para abril, según las consultoras, se estaría acelerando la suba de precios: podría superar el 8 %.
  • No habría que olvidar que la inflación no es un fenómeno natural. Es la “paritaria” de todas las grandes empresas para hundir el poder de compra del salario. No solo eso. La inflación es consecuencia, en parte, del programa acordado con el FMI que exige que suba el dólar y de las tarifas de los servicios públicos.
  • Otro factor que está operando en lo inmediato en la corrida es la escasa liquidación con el “dólar agro”. Es un síntoma de que el agropower espera, especula, empuja, una suba mayor del dólar oficial o, porque no, directamente una devaluación abrupta.
  • No solo eso. Las escasas liquidaciones que hubo por parte del agro parecen haber actuado como un bumerán ¿Por qué? Porque los agroexportadores agarran los pesos que les da el Banco Central y se van a comprar dólar financiero, como el “contado con liqui”. Es decir, que el “dólar agro” en lugar de relajar el panorama, aunque sea circunstancialmente, en realidad lo está agravando con estas maniobras especulativas.
  • Para el Banco Central es un mal negocio por donde se lo mire: compra dólar a $300 a los agroexportadores y tiene que vender en alrededor de $220 a los importadores.
  • El martes 18/4, la filtración acerca de que el ahora ex asesor presidencial, Antonio Aracre, había acercado a Alberto Fernández una propuesta de plan económico que incluía una devaluación aceleró la crisis. Aracre habría advertido sobre la situación “agónica” del Banco Central con las reservas casi vacías.
  • Esto encendió las alarmas en los “mercados” que especularon con la salida de Sergio Massa de Economía y fueron en busca de la divisa estadounidense. Recordemos que Aracre, antes de ser un efímero asesor presidencial, fue el CEO de la multinacional Syngenta que produce productos para el agro y exporta granos y aceites de soja. Es decir que, con la devaluación que proponía Aracre, iba a ser beneficiada su antigua empleadora.
  • Hasta acá las causas inmediatas del alza del dólar. Pero, este año, la escasez de dólares está signada por la sequía que impactó en caídas muy importantes de la cosecha de granos.
  • No obstante, las maniobras especulativas se montan, no solo sobre los desequilibrios económicos y la sequía, sino también sobre la crisis del Frente de Todos y de quién se postuló como salvador del Gobierno y, obviamente, de su propia carrera política: Sergio Massa. El “superministro” ya no parece ser tal. Y cuando los “mercados” huelen sangre no tienen miramientos.
  • Massa también mantiene diferencias con el presidente del Banco Central, Miguel Pesce. Con el fin de intentar reordenar la situación, durante el jueves 20/4 Fernández se reunió en Olivos con Pesce por un lado y con Massa por el otro. Y, finalmente, a última hora de la tarde se difundió que Massa y Pesce mantuvieron una reunión en el Ministerio de Economía.
  • Los trascendidos indican que Alberto sostuvo a Pesce, pero le pidió que subiera la tasa de interés. De hecho, este jueves, el Directorio del Central decidió subir la tasa de interés de los plazos fijos y de las Leliq (son como títulos de deuda del Central) desde el 78 % al 81 %, lo cual implica una tasa efectiva anual de 119 %. Ese movimiento está en sintonía con lo que quiere el FMI: que la tasa de interés supere a la inflación.
  • La reunión en Olivos apaciguó las aguas en los “mercados” durante la tarde de este jueves. Pero las consecuencias de esa suba de tasas son graves y duraderas: empujan a una mayor desaceleración económica porque se encarece el crédito (la otra medida del Central, vinculada a postergar pagos de importaciones y otros servicios, también frena la actividad), aumenta el déficit cuasifiscal del Banco Central y agranda la bola de nieve de las Leliq.
  • Como siempre, ganan los bancos. Es que la tasa de interés que les paga el Central es como su “paritaria”. Se estima que, en la actualidad, el déficit cuasifical, que se lo embolsan fundamentalmente los bancos, alcanza al 6 % del PIB. Son los “choribanqueros” que viven del Estado.
  • En este descalabro económico, podríamos decir que se abren tres escenarios. El primero es un escenario en el que Massa logra salvar el “plan aguantar” si consigue que el FMI envíe fondos frescos, el famoso “puente”: se habla de hasta U$S10 mil millones que estarían negociando con el apoyo del Gobierno de Joe Biden. De ser así, eventualmente, el oficialismo puede mantener esta situación inestable, con los U$S10 mil millones financiando la fuga de capitales, con una inflación alta, con ingresos populares que se siguen deteriorando y con una economía con muchos síntomas de ir hacia una recesión. El beneficio para el Gobierno es evitar el desmadre general hacia diciembre.
  • Un segundo escenario puede ser similar al último año de Macri. Recordemos que, en abril de 2019, también enfrentó una corrida cambiaria. Ese mes, el FMI envió U$S10.800 millones y así logró una calma transitoria hasta las Paso. Pero el resultado de las primarias terminó de dinamitar la estabilidad y el dólar se disparó, a lo cual contribuyó la propia política de un Macri enojado que dejó que el dólar escale como “castigo” a los que no lo votaron y al salario.
  • El tercer escenario es uno en el que el gobierno pierde el control de la crisis y la inflación y la suba del dólar se espiralizan. En este escenario, no se puede descartar que el descalabro conduzca a la hiperinflación, es decir a un ataque más profundo sobre las condiciones de vida de las mayorías trabajadoras.
  • Que se desarrolle más uno u otro escenario depende de muchos factores: de en qué medida los dueños del país impulsen o no la corrida; las definiciones que tome el Gobierno; cómo se ubique la oposición que hace equilibrio entre esperar que el oficialismo haga el trabajo sucio del ajuste, pero en simultáneo no quiere que la situación se desmadre al punto de empujar a la lucha en las calles; y, finalmente, pero no menos importante, será determinante lo que defina el FMI.
  • Todos esos actores, ahora mismo, están conspirando contra la clase trabajadora, que tiene la tarea de ponerse en pie de lucha para enfrentar a quienes, cada día, la quieren hundir un poco más en la miseria.

Las causas estructurales de la falta de dólares

  • Estamos en medio de una corrida cambiaria. Como siempre, en estas circunstancias de crisis aguda, todo es confusión. Por lo cual, es importante buscar las causas profundas, las estructurales, de la falta de dólares.
  • En primer lugar, hay que decir que no es el pequeño ahorrista que busca resguardar el esfuerzo que hizo con su trabajo el que provoca las movidas especulativas contra el dólar.
  • Hablar de “mercados”, como hacen los economistas, en realidad, es un eufemismo que oculta lo que hace el capital financiero concentrado y al gran empresariado. Allí están los que tienen todo poder para hacer golpes de mercado.
  • Las causas profundas tienen que ver con un vaciamiento sistemático de las riquezas del país por parte de los más poderosos capitalistas. Ese saqueo tiene lugar por varias vías.
  • Tenemos, por un lado, el pago de una deuda externa fraudulenta, tanto a acreedores privados como al FMI.
  • A eso hay que agregar el pago de deuda que hacen las empresas privadas sobre empréstitos supuestamente tomados en el exterior. Es un mecanismo que muchas veces encubre un fraude al Banco Central porque las empresas piden dólares para pagar deuda intrafirma, es decir pagarse a ellas mismas. Se trata de un mecanismo para sacar hacia sus casas centrales, radicadas en las potencias económicas, los dólares que al país le faltan. Se trata, sin dudas, de un desfalco de las reservas del Banco Central.
  • Otras maniobras que hacen los grandes exportadores están asociadas a subdeclarar las ventas externas para no ingresar los dólares al país y, de paso, no pagar retenciones al fisco. Es lo que hacía Vicentin. O lo que descubrió Aduana que hacen las mineras, como Livent, que extrae litio en Catamarca. Cada vez que una delegación argentina, ya sea con Massa o Alberto Fernández a la cabeza, viaja a Estados Unidos se desvive por ofrecer el litio a empresas como estas que saquean los recursos naturales y los dólares del país.
  • A todo esto, habría que agregar la fuga de capitales, a través de mecanismos legales como el “contado con liquidación”, que el propio Massa busca alimentar con el canje de bonos en manos de organismos públicos. O la fuga ilegal que organiza el sistema bancario, como ocurre en cada proceso de crisis aguda, para facilitar el envío de dólares a guaridas fiscales.
  • Hay investigaciones en el Congreso, desde 2001 a esta parte, que involucran a reconocidos bancos, como el HSBC, el BBVA, el Santander, el Citibank, entre otros, en esas maniobras legales o ilegales de fuga de capitales. O develaciones, como la de Panama Papers u otras, que dan cuentan de cómo los ricos del país, desde la familia Macri, hasta el exempleador de Milei, Eurnekian de Corporación América, pasando por todo el gran empresariado, incluidos muchos de los que estuvieron en la cumbre del Llao Llao estos días, utilizan las guaridas fiscales para ocultar su patrimonio.
  • El Centro Cifra de la CTA realizó un análisis del balance de cambios entre 2020 y 2022, de acuerdo con información oficial del Banco Central.
  • De allí surge un saldo positivo de la balanza comercial para ese período que rondó U$S45 mil millones. También ingresaron dólares por préstamos del FMI y otros organismos por unos U$S10 mil millones. Pero todo eso se dilapidó ¿Cómo? Casi U$S36 mil millones se fueron en pagos de deuda pública y privada y una cifra menor de U$S5.000 se fue en fuga legal y el resto, unos U$S15 mil millones corresponde a fletes y turismo en el extranjero.
  • Como vemos, en el país entraron muchísimos dólares en los últimos años. Por eso, no es exagerado decir que, más que faltar dólares, lo que ocurre es que sobran saqueadores.

Pablo Anino

Nació en la provincia de Buenos Aires en 1974. Es Licenciado en Economía con Maestría en Historia Económica. Es docente en la UBA. Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Es columnista de economía en el programa de radio El Círculo Rojo y en La Izquierda Diario.

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