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Red Internacional
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Mundo Obrero. Sullair: trabajadores denuncian aprietes por parte de la gerencia

Los trabajadores de la empresa dedicada a la fabricación, alquiler y venta de equipos para la industria denuncian aprietes, persecución y pésimas condiciones laborales.

Viernes 11 de noviembre de 2016

La empresa dedicada a la fabricación, alquiler y venta de equipos para la industria, y según el Encargado de Relaciones Laborales, en el 2015 facturó 500 millones de dólares. Sus trabajadores denuncian aprietes y maltrato laboral por parte del gerente Jorge Genre, que ya lleva cinco años en la empresa hostigando y persiguiendo trabajadores.

La llegada de Jorge Genre a Sullair Argentina tuvo como objetivo principal modificar el esquema de trabajo en el sector de posventas. Su gestión, disfrazada de eficientista, estuvo orientada a la eliminación de tiempos muertos y el aumento de la productividad. Y para ello se valió de un combo de instrumentos administrativos y tecnológicos destinados al disciplinamiento y el control. Sus antecedentes lo avalaban. Venía de ser desvinculado de las empresas Motor Deutz y Palmero por maltratado laboral.

No es casual que allí se haya gestado la primera experiencia de organización gremial, y tampoco, que sus impulsores -entre ellos el primer delegado en la historia de la empresa- hayan sido blanco principal de sus ataques y persecuciones.

En Sullair hay muchas demandas postergadas. Y si bien la estrategia antisindical es orquestada desde Recursos Humanos, la empresa tiene en Jorge Genre a un brazo ejecutor privilegiado. Su arbitrariedad, soberbia y prepotencia sumado a las pésimas condiciones de trabajo provocaron la renuncia de varios trabajadores del área administrativa a su cargo. También han renunciado técnicos de extensa trayectoria y alta calificación por idéntico motivo. El acoso constante de este personaje hizo que los trabajadores lo cataloguen como “el gendarme”. 

Iván Esquivel, actual delegado, comenta: “Jorge Genre construye el vínculo laboral desde la desconfianza. Él parte de catalogar a los trabajadores de vagos, ventajeros, mañosos. Por lo tanto, su mirada siempre es prejuiciosa e inconformista. Todo le parece poco. Desde que asumí como delegado no ha dejado de maltratar a todos los compañeros que forman parte de la construcción gremial o manifestaron su apoyo explícitamente”. Además agrega: “este gerente no cumple con los mínimos presupuestos de buena fe. Plantea un régimen de premios y castigos, precarizando y degradando las tareas de aquellos trabajadores que no se callan y reclaman por sus derechos, y otorga beneficios a aquellos que se prestan para traccionar su metodología de trabajo. Así, en un mismo ámbito laboral, plantea la existencia de técnicos de primera y otros de segunda; no por sus capacidades y atributos profesionales, sino por su nivel de obsecuencia. Eso, además de no respetar el convenio colectivo de trabajo, intentando modificar compulsivamente condiciones de trabajo, obligando a compañeros a viajar o incluirlos en grillas de guardias pasivas sin su consentimiento.”

Uno de los lemas de Sullair es “Ayudar a mejorar la calidad de vida, y por qué no, construir un mundo mejor”. Sin embargo, a sus trabajadores se le hace poco creíble este lema con gerentes como Jorge Genre, que subestima los reclamos de los trabajadores, que frente a cualquier cuestionamiento plantea “subí a RRHH a arreglar tu salida”.

Los trabajadores ya no toleramos más maltratos ni prepotencia.

En estos días el delegado gremial presentó una nota formal denunciando los abusos y desmanejos en el sector Grupos Electrógenos y Motores de posventas, bajo la gerencia de Genre, exigiendo resolver la situación en favor de los trabajadores. Por el fin de los acosos y persecuciones, por la igualdad de oportunidades en el acceso a capacitaciones y categorizaciones, por el reconocimiento al esfuerzo y dedicación del conjunto de los trabajadores respetando las individualidades. En ese sentido, Iván agregó: “estamos pidiendo el apartamiento inmediato de Jorge Genre. Los trabajadores ya no toleramos más maltratos ni prepotencia”.