Cordones industriales es una obra de altisima calidad y rigurosidad investigativa que invita al espectador a sumergirse en la historia y sus lecciones.

Natalia Sánchez Concejala Antofagasta por el Partido de trabajadores Revolucionarios, Médico del Hospital Regional de Antofagasta y parte de la Agrupación de Trabajadores de Salud "Abran Paso"
Domingo 9 de diciembre de 2018
La compañía mostró el montaje Cordones Industriales, que inicia con una imagen lamentablemente cotidiana: cinco mujeres trabajadoras en condiciones laborales precarias. Marcada por una intensa interpretación de las mujeres personificadas, comienza una cuenta regresiva de 60 segundos, que corresponden al tiempo permitido a las obreras para ir al baño. Y es que esta es una realidad que se toma con naturalidad hasta convertirse en invisible por su simpleza.
Pero la trama toma un giro al evidenciar la influencia de la política en la vida de las trabajadoras, y más aún las consecuencias que la persecución política puede tener en su estabilidad laboral. El equilibrio en que se encuentran las protagonistas en sus trabajos se ve alterado por un simple panfleto con consignas como “NO+AFP”, basta de contaminación empresarial, por el derecho a movilizarse entre otras. Un hecho tan simple pero que incluso podría poner en riesgo sus fuentes de ingreso, al verse amenazadas por la persecución de la jefa del turno.
Y es que con llamativos personajes la compañía Tarea Urgente realiza un viaje por la realidad actual, pero enfrentada y contrastada con las lecciones históricas que parecen repetir un patrón. Rápidamente y de forma técnica impecable el auditorio completo cambia a un tiempo que ocurrió hace 46 años, el gobierno de la Unidad Popular (UP) y como lo vivieron cinco trabajadoras de todas edades y personalidades, que destacaban por su participación política dentro de la fábrica y en su militancia.
A forma de un relato histórico muestran una fábrica en Santiago, avanza como muchas otras a formar los cordones industriales, una forma de organización en respuesta a los oídos sordos del gobierno de la época a sus demandas de estatización por el terrible agobio de los patrones. Muestra por lo tanto de forma íntima y cotidiana el interior de una forma de organización que se propuso ordenar las fuerzas de la clase trabajadora que se propusiera enfrentar a la derecha y sus ataques.
La historia termina de forma abrupta, como ya es sabido, con una dictadura que se abrió paso ante las manos atadas de las y los trabajadores que debieron retroceder en sus ansias de cambiarlo todo a punta de fusiles, detenciones, torturas y desapariciones. Todo con un correlato en la actualidad que evidencia las lecciones de tiempos que pasaron, pero que no por eso no han de repetirse.
Finalmente, la obra culmina con una invitación a fortalecer la organización de las y los trabajadores para enfrentar a los grandes enemigos que la clase trabajadora a tenido: la derecha, los empresarios y las iglesias, marcando claramente que la organización es la perspectiva que debemos aspirar para cambiar el mundo de raíz y avanzar a que sean las y los trabajadores quienes tengan el poder en sus manos.