Trabajadores del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos responden al gobierno y al Ministro de Trabajo sobre la charla “cómo ser felices en el trabajo y en la vida” que se lleva a cabo en Tecnópolis.
Viernes 19 de agosto de 2016 10:24
A principios de abril nos comunicaron que, por decisión de la máxima autoridad del organismo Hernán Lombardi, 74 trabajadores que desempeñábamos las tareas de diseño, fotografía, y comunicación, estábamos despedidos. Y en julio despidieron a los trabajadores monotributistas de las áreas de infraestructura de la Televisión Digital Abierta. Desde esa fecha venimos peleando por nuestra reincorporación, con el apoyo de los compañeros que no fueron despedidos, y que vienen denunciando la continuidad de la precarización laboral.
Nunca fuimos recibidos por Lombardi, quien hizo oídos sordos a nuestro reclamo. Ahora no podemos dejar pasar esta nueva provocación del Gobierno de Macri y del Ministro de Trabajo, Jorge Triaca, responsables de los miles de despidos en el Estado, que nos vienen a decir cínicamente que nos quieren enseñar a ser felices en el trabajo y en la vida, cuando nos dejaron en la calle, sin trabajo, sin un sueldo que nos permita darle de comer a nuestras familias; cuando mantienen la precarización laboral heredada del Gobierno anterior.
Iban: “Escapé de la crisis en el Estado español y busqué un futuro prospero y digno acá, en Argentina donde las oportunidades eran mayores. Aquí nació mi hijo y aquí queremos vivir mi pareja y yo, construir una familia y ser felices. Por eso, ver que desde el Gobierno de Mauricio Macri se permiten dar lecciones de Felicidad, esa felicidad que precisamente este ejecutivo nos arrebató al dejarnos en la calle a 87 compañeros y compañeras del Sistema Federal de Medios, me produce mucha indignación y vergüenza. La Revolución de la Alegría llegó sembrando tristeza y desolación en miles de familias de todo el País. Familias como la mía, que buscan algo tan simple y a la vez tan difícil en estos tiempos como salir adelante trabajando dignamente, se sienten profundamente agraviadas. Este Gobierno no tiene derecho a dar lecciones de felicidad cuando en apenas medio año se ha consagrado como un experto en generar precisamente lo contrario. Es insultante.
Por eso, los trabajadores despedidos no pensamos quedarnos de brazos cruzados ante este enésimo episodio de cinismo y vamos a seguir exigiendo la reincorporación de los trabajadores despedidos del Sistema Federal de Medios Públicos y de los demás ministerios.”
Belén: “Otra vez el macrismo vuelve a mofarse de los trabajadores, mientras deja familias enteras en la calle, crece la inflación y la violencia en la sociedad, el presidente en ocho meses de "gobierno" ya se tomó vacaciones tres veces, haciendo oídos sordos a los legítimos reclamos de la clase trabajadora. Yo te pregunto Mauricio, ¿Vos podes ser feliz sin trabajo digno, podes ser feliz sin comer, sin tener luz, gas, agua caliente?”
Richard: “Es para mí una burla por parte del gobierno que hable de ser feliz en el trabajo, justamente en el lugar donde ya no puedo realizar mis tareas, desde el mes de marzo mi vida cambió por completo, reducir, ajustar y suspender son las palabras que más se repiten en mi día a día. Lo único recibido por parte de este gobierno son falsas expectativas, creadas por personas que se demuestran incapaces de desarrollar un cargo dentro del estado. No se puede jugar de esta manera con la gente, no se puede tener semejante falta de sensibilidad social. No puedo ser feliz dentro de mi trabajo, porque me lo quitaron.”
Evangelina: “Empecé a trabajar en el Estado después de meses buscando trabajo. Recién separada y futura madre soltera embarazada de 4 meses. Cuando supo mi jefe que estaba embarazada me discriminó, me bajó el salario y finalmente sufrí una amenaza de despido. Por lo que terminé abandonada y sin tareas. Pero por suerte empecé a organizarme, me hice delegada y luché hasta que me dieran un puesto de trabajo, esta vez en TDA. Trabajé hasta el cambio de gestión que hizo que me quedara otra vez sin tareas desde hace 8 meses. Cuesta explicar el calvario que significa ir a la oficina todos los días solo por un salario, sin saber si te van a despedir mañana. Por eso me duele la estigmatización de los trabajadores. ¡No somos ñoquis! Somos empleados que brindamos un servicio a la comunidad y no al gobierno. El trabajo dignifica y hace sentir a una persona útil. Me duele ver cómo los compañeros son despedidos sin causa alguna. De cada puesto de trabajo depende una familia y no sé si podré festejarle a mi hija su cumpleaños en unos meses. ¿Cómo decirle que no? ¿Cómo explicarle que mama se quedó sin laburo? ¡El gobierno debería pensar eso antes de pretender enseñarnos a ser felices! ¡Sólo soy feliz combatiéndolo en las calles!”