Replicamos extractos de la carta escrita por el docente universitario Nahuel Morandini el día del paro nacional del 24 de enero donde se hizo una acción afuera del penal. Junto con Roque Villegas llevan 24 días detenidos de forma ilegal y arbitraria por expresarse en las redes sociales sobre el ex gobernador Gerardo Morales.
Domingo 28 de enero de 2024 13:43
Escribo con la urgencia que me impone la actual condición de mi existencia. Si bien quisiera poder explayarme para compartir las impresiones y vivencias que fui y voy recogiendo del sistema político penitenciario que me tiene privado de mi libertad desde el 4 de enero, veo necesario sintetizar y concentrarme en una serie de puntos.
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El 4 de enero fui citado a presentarme en la Brigada de Delitos Complejos y desde ese momento perdí mi libertad, pese que a todo momento mostré voluntad para que se investigue. El juez a solicitud de la fiscalía, dispuso la prisión preventiva por 60 días, tiempo en el cual la justicia recibirá pruebas. Pese a que ellos secuestraron mi celular, y que les brinde el código para el desbloqueo, me consideraron un peligro y me encarcelaron.
El segundo día de mi presión fui trasladado al pabellón 2 de máxima seguridad del Penal de Gorriti, a lo cual sobrevino una seria de traslados dentro y fuera del penal. Actualmente estoy alojado en el pabellón 1 y comparto celda junto al otro detenido arbitrario en esta causa: Humberto Roque Villegas.
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«A este tormento psicológico lo sobreviví con la certeza de la injusticia que obra sobre mi persona y la solidaridad a través del reclamo que realizaron» desde las universidades y gremios universitarios..abogados de organismos de derechos humanos, asociaciones sindicales, políticas, legisladores, referentes nacionales y locales, el pueblo en su conjunto, el coraje y la abnegada lucha y amor de mi compañera Lucía, familiares y amistades. Sin todos ustedes, las condiciones actuales de mi existencia sería difícil de sobrellevar…
…Agradecer a los internos del pabellón 1 de quienes recibo permanentes muestras de solidaridad y compañerismo y con quienes comparto las partidas de ajedrez y mates.
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Desde fines del 2015, somos testigos, o mejor dicho, presas del avance y profundización de la derecha reaccionaria. Localmente asistimos a un despliegue de medidas que concentraron el poder, y que hoy -más allá del cambio de gestión a fines del 2023- tiene una clara continuidad.
Luego de casi 8 años de instaurado este régimen represivo, el pueblo volvió a las calles. Allí confluyeron reclamos salariales de los trabajadores estatales junto al legítimo reclamo de las comunidades indígenas campesinas, organizaciones de desocupados, sociales y políticas que se movilizaron en oposición a la reforma constitucional. La unidad marchó bajo la consigna, Arriba los salarios, abajo la reforma!
En este escenario hubo conquistas pese a que en las represiones del 17 y 20 de junio el régimen mutiló y encarceló. Hay algunos que perdieron la vista, a otros amenazan con quitarles la libertad.
El hecho por el que hoy estoy encarcelado nada tiene que ver con un carácter individual. No tenga dudas que le podría haber pasado a cualquiera de ustedes. No tengan dudas que vienen por ello.
«La libertad no es algo que se negocie. Tengo la profunda convicción de que nuestra libertad llegará por el reclamo y la lucha que ustedes lleven adelante» y por la tenacidad y el increíble trabajo de las y los abogados que me acompañan.
Tengo el convencimiento que nuestra libertad, y la de cualquier preso político, requiere de la unidad de todos aquellos sectores que enarbolan las banderas en contra de cualquier injusticia en cualquier parte del mundo.
Hoy 24 de enero, luego de 20 días de encierro, el pueblo sale a las calles para hacerse oír. Son muchas las opresiones que atravesamos como sociedad, de un lado y del otro de las rejas.
…estoy imposibilitado de estar con ustedes blandiendo las banderas que ustedes orgullosamente harán flamear.
«No hay muro que pueda encarcelar la luz del pueblo !
¡Arriba los que luchan!»
Desde el pabellón 1 los saludo con emoción y coraje.
Nahuel Morandini
