La Izquierda Diario dialogó con jóvenes trabajadores de la Finca Don Carlos, una empresa que provee servicio de comedor en varias fábricas.
Jueves 9 de abril de 2020 17:57
Los miserables
En estos últimos días los empresarios han demostrado cuán miserables pueden ser y que su flanco de ataque es también la juventud trabajadora. Reproducimos los testimonios al que accedió este diario de jóvenes trabajadores:
Llega el tan esperado día de cobro, pensás lo que vas a hacer con el dinero, las boletas que tenés que pagar, los alimentos que necesitás, los pañales de tus hijos, aunque sabés que la plata no alcanza llegás al cajero y te encontrás con la mitad de tu sueldo.
El jóven prosigue:
"Pensás que debe haber un error, preguntás en tu trabajo qué pasó y te responden que no van a pagar más que los días que trabajaste, que te olvides de recibir más plata".
"Soy padre de familia, mantengo una casa solo, no tengo otro ingreso, no voy a poder pagar nada, sino mi familia no come", relata con desesperación y bronca.
Garantizar sus ganancias a costa de la salud de los trabajadores y las trabajadoras
Con respecto a las medidas sanitarias nos cuenta la desidia de la patronal:
"Cuando apareció la pandemia no dieron ningún elemento de prevención, solo un tachito de alcohol en gel en el comedor, para aproximadamente 300 trabajadores".
Por su parte, con indignación, su compañera sostiene: "tanto yo como mis compañeros ya tenemos asegurado que si no volvemos a trabajar no cobramos nuestro sueldo".
"Nuestra salud no puede esperar, no se puede trabajar en las condiciones que nos imponen en los hechos los empresarios y que el gobierno de Alberto Fernández y permite. Nuestro cuerpo no es una máquina irrompible, por eso tiene que ser parte de nuestros reclamos que se nos garanticen testeos periódicos, mascarillas y alcohol en gel para cuidarnos y cuidar a nuestras familias".
"Las condiciones de trabajo son las mismas que antes de la pandemia. Queda claro que para los empresarios nada cambió y que nuestra salud no les importa".
Por eso, es necesario organizar comisiones de seguridad e higiene en todos los lugares de trabajo, integrada por los propios trabajadores, que debata y pelee por condiciones saludables.
La bronca no es individual
El relato de la jóven da cuenta de como la situacion se extiende a otros integrantes de su familia: "Sobre la fecha de cobro me dirijo al cajero y en mi cuenta me habían depositado solo $12.000.
"Soy madre soltera tengo una hija de 5 años, vivo con mi familia.Para colmo, estamos alquilando".
En el país la precariedad laboral, afecta a 5 de cada 10 trabajadoras, en las más jóvenes la situación empeora, siendo 7 de cada 10 las que se insertan en trabajos precarios.
Al menos el 55,2% de las ocupadas (asalariadas y cuenta propias) sufren condiciones de precariedad extrema, además de que en todos los grupos de edad son las mujeres jóvenes las que se insertan en peores condiciones laborales y presentan las tasas más altas.
Después de haber avanzado sobre los derechos de los jubilados el gobierno se dispone a perpetuar el ajuste que impactará con mayor fuerza en los sectores más vulnerables como las mujeres y juventud, mientras se destinan millones a pagar la deuda odiosa.
La clase trabajadora observa día a día como se pulverizan los salarios y el futuro de la juventud.
Los empresarios, que estos últimos años se la llevaron en pala tienen que pagar el 100% de los salarios y el Estado tiene que garantizar subsidios de 30.000 pesos para quienes tengan sus ingresos afectados.
Sabemos que plata hay, desde que empezó el año ya pagaron 250 millones de dólares de deuda externa.
¿Y la dureza de Alberto?
Los jóvenes dan cuenta de la ausencia de medidas concretas para prohibir los despidos:
"El gobierno no tiene en cuenta nuestra situación, no previó esto ya que prometieron ser duros con las empresas que despidan o no paguen a sus empleados en la cuarentena pero nadie nos da un lugar o teléfono a donde recurrir o presentar nuestra queja".
"Tampoco nos aseguran de ningún lado que alguien tome medidas sobre el abandono en el que nos dejó nuestro empleador, en el Ministerio de trabajo y las líneas siempre están caídas. A los trabajadores nos dejaron totalmente a la deriva".
Es necesario que la clase trabajadora exija con fuerza la prohibición de despidos, suspensiones y el recorte de salario durante todo el tiempo que dure esta emergencia.
Para el conjunto de los trabajadores y las trabajadoras del país, empezando por quienes no tienen ni siquiera los mínimos resguardos de la legislación por estar en la precariedad absoluta de la informalidad laboral.
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