Una reciente inspección encontró más de 80 mil violaciones a las normas de seguridad en fábricas de ropa en Bangladesh, donde el 85% de los trabajadores son mujeres.
Sábado 25 de octubre de 2014
Foto: fábrica textil en Bangladesh.
Las inspecciones fueron realizadas como parte del un acuerdo sobre edificación segura en Bangladesh, que cubre más de 1.500 fábricas. El acuerdo entre 180 empresas de confecciones y 12 sindicatos de Bangladesh fue sellado después de abril de 2013, cuando más de 1.100 trabajadoras y trabajadores murieron y miles más resultaron heridos, en el derrumbe de un edificio de la fábrica Plaza Rana.
De las fábricas inspeccionadas, 17 no tenían la solidez estructural requerida y 110 no contaban con niveles de seguridad aceptables para los trabajadores.
Alrededor de 4 millones de personas trabajan en fábricas textiles en Bangladesh, según la Asociación de Fabricantes y Exportadores de Ropa, y la amplia mayoría de ellas son mujeres. Según la American Journal of Sociological Research, los ingresos por exportaciones de Bangladesh dependen de estas trabajadoras, dado que un 75 por ciento de esos ingresos proviene de la industria de prendas de confección. Una mujer que trabaja en una fábrica de ropa a menudo mantiene a toda su familia, esto le permite brindarle mejores condiciones, y evitar que como peones en el campo o en el servicio doméstico (empleos de mejor estatus social).
"Me gustaría tener un trabajo en las fábricas de ropa en vez de trabajar en el campo, mira mis manos”, declaró Alisha Begum a NBC News. Begum sufrió la muerte de su hermana Rehana después de la caída de la fábrica en 2013. "No sé leer ni escribir por eso tengo que trabajar debajo del sol”.
Después del colapso de la fábrica Plaza Rana, el gobierno de Bangladesh se comprometió a mejorar las condiciones de trabajadoras y trabajadores; hasta ahora se ha aumentado el salario mínimo en un 77 por ciento, a 66 dólares por mes, lo que sigue siendo uno de los salarios más bajos para una trabajadora textil en el mundo.
Las trabajadoras habían reclamado un salario de 102 dólares al mes, pero solo recibieron la violencia de la policía como respuesta cada vez que salieron a las calles a manifestarse. Muchos sectores han intentando desde entonces formar sindicatos, y también debieron enfrentarse a la represión y persecución del Estado y las empresas.
En junio de 2013, Estados Unidos se vio obligado a suspender los privilegios comerciales con Bangladesh, y acordó un plan de acción que sería la base para reconsiderar su decisión. Sin embargo, una investigación realizada por la revista Ms. denunció que el gobierno de Estados Unidos ha seguido comprando millones de dólares en prendas de vestir fabricadas en Bangladesh durante todo este tiempo.
Fuentes: Bloomberg Businessweek; ThinkProgress; Reuters; International Labor Rights Forum; Ms. Magazine; Feminist Newswire; Clean Clothes Campaign.