Por décadas, se debatió si The Shaggs fueron o no el peor grupo de rock de la historia. Sin embargo, lejos de prestarle atención a esto último, el origen de este particular grupo musical femenino fue creado a la fuerza, por la obsesión y maltrato psicológico de Austin Wiggin Jr. hacia sus tres hijas.
Sábado 5 de septiembre de 2020 12:30
Todo por mamá
Para entender la formación de la banda, su meteórica y cuestionable carrera artística; hay que mencionar a la madre de Austin Wiggin Jr., una especie de médium que había predicho a su hijo que este se casaría con una mujer rubia, que tendría dos hijas después de que ella misma muriera y que sus otras hijas, formarían un grupo de música popular que pasará a la historia. Las dos primeras predicciones resultaron ser precisas, por lo que Austin se propuso hacer realidad la
tercera también. Austin y su esposa Annie, tuvieron seis hijos, dos varones y cuatro mujeres, estas últimas son: Dorothy "Dot" Wiggin, Betty Wiggin, Helen Wiggin y Rachel Wiggin. Eran una familia de clase media común, originaria de Fremont, New Hampshire, al noreste de Estados Unidos. Para tratar de cumplir la última predicción de su madre, Austin se centró solamente en sus cuatro hijas. Las sacó de la escuela, recibiendo educación en su misma casa, recluyéndolas del mundo exterior. Tiempo después, en 1967, Austin les compró instrumentos musicales (dos guitarras, un bajo y una batería) y contrató a un profesor, para que sus hijas recibieran lecciones de música y canto.
Cabe destacar que las hermanas Wiggin no solo no tenían planeado convertirse en un grupo de rock; tampoco estaban interesadas en hacer música ni hacerse famosas, pero como Dorothy diría años más tarde: "Papá era algo disciplinado. Era terco y podía ser temperamental. Él dirigía. Obedecimos. O hicimos nuestro mejor esfuerzo". Como curiosidad, el padre no dejaba que ellas escucharan a otros artistas, con el fin de hacer su propio estilo, sin influencias externas. Después
de muchos ensayos, en 1968 se forma el grupo The Shaggs. El grupo quedó conformado así: Dorothy "Dot" Wiggin (voz y guitarra principal), Betty Wiggin (voz y guitarra rítmica) y Helen Wiggin (batería). Un año más tarde, se les sumaría su hermana Rachel en el bajo, pero tocando de manera exclusivamente ocasional.
El nombre de la banda, hace referencia al estilo de corte de pelo que llevaban las chicas en esos años: Flequillo lacio con melenas onduladas y largas a los costados, que era muy popular por ese entonces. También hace referencia al nombre “Shaggy”, un ejemplar de perro domestico, cuyo pelaje es melenudo. El estilo de la banda estaba entre el garage rock, proto-punk y el pop rock.
Inocencia perdida
En 1968, Austin se convirtió en manager (o mejor dicho controlador) de la banda y recorría las calles de Fremont para buscar lugares, como salas o pequeños teatros, para que sus hijas tocaran en vivo. Comenzaron a tocar todos los sábados en la municipalidad de Fremont o en un acilo de ancianos que les quedaba muy cerca de casa. Está de demás decir que las integrantes del grupo, carecían de cierto tecnicismo para ejecutar sus instrumentos y sus voces no coordinaban con las
letras. Esto se reflejaría en sus composiciones más adelante. Los conciertos terminaban casi siempre en abucheos por parte del público, y en algunos casos, les arrojaban objetos a escenario.
Su padre insistía en que ellas llegarían al estrellato. El único momento de respiro para Dorothy, Betty y Helen, eran esos sábados, ya que tenían contacto con otras personas que no fueran con miembros de su familia, ya que la mayoría de su tiempo, se la pasaban encerradas en su casa ensayando.
Austin Wiggin Jr. usó todos sus ahorros –hasta pidió un préstamo- y contrató un estudio de grabación en Boston, Massachusetts, para que las chicas grabaran su álbum debut. La idea de Wiggin Jr. era, que ellas lo grabara mientras su “creatividad estuviera en su máximo punto”. El productor del disco, le llegó a manifestar simplemente: “No creo que estén aún listas”. Sin embargo, Austin insistía que sería un éxito.
Al llegar a un acuerdo con una compañía discográfica local, llamada Third World Recordings, grabaron su álbum debut en un día, más precisamente el 9 de marzo de ese mismo año. Grabaron una docena de canciones escritas por Dorothy. Finalmente, a mediados de 1969, la banda sacó su álbum debut titulado “Philosophy of the World” (Filosofía del mundo). La poca experiencia, sumado el nerviosismo y el sometimiento de Austin, las canciones sonaban fuera de tiempo: las guitarras desafinadas, las voces, aunque sonaban limpias, eran monótonas y no coordinaban con el tempo de las canciones. Se fabricaron alrededor de 1000 copias de este
trabajo, aunque 900 copias se perdieron del almacén donde se guardaban, y el productor y a la vez, presidente de la compañía, desapareció y el sello grabador cerró rápidamente. Todo fue un fracaso y una pérdida económica para los Wiggin. Esto obligó a Austin a recorrer a pie por las radios de New Hampshire y tratar de que los programas de radio locales difundieran el material de The Shaggs. Las críticas del público y la prensa fueron demoledoras. Las radios se negaban a
pasar su música, debido a que consideraban que era una bola de ruido primitiva y sin sentido.
En 1973, la actividad de la banda se redujo y los conciertos eran escasos. Por ese mismo periodo, Helen conoce a un joven en unos de los conciertos que bridaban esos sábados en la municipalidad de Fremont y se casó con él en secreto. Nadie sabía de esto, ni siquiera sus hermanas. Su padre, al enterarse de que Helen llevaba más de tres meses casada en secreto, salió con una escopeta a buscar a su yerno. Tras un breve incidente, la policía llegó y detuvo a Austin. A Helen le preguntaron con quién prefería quedarse. Ella decidió quedarse con su marido. Su padre enfurecido, la echó de la casa. Sin embargo, un tiempo después, Austin vio
que no podían continuar sin ella, y la volvió a meter en la formación de la banda.
Las Wiggin siguieron con su carrera hasta que en 1975, el sobreprotector Austin Wiggin Jr., fallece de un infarto a los 47 años y The Shaggs se separan al poco tiempo, liberadas del peso de la obsesión enfermiza de su padre.
El éxito tardío que no buscaban
A mediados de la década de 1970, la WBCN, una estación de radio local en Boston,
Massachusetts, comenzó a reproducir algunos cortes del disco -de las pocas copias que andaban dando vueltas por ahí-, lo que ayudó a llevar al grupo y al disco a la fama tardía. Algunos artistas como Frank Zappa, abalaron el disco debut de las chicas. El líder de The Mother Of Invention, llegó a decir públicamente que ellas eran “mejores que The Beatles” (sic). Una reseña de Debra Rae Cohen para la revista Rolling Stone en 1980 decía: "Philosophy of the World es el
disco más enfermizo y asombrosamente maravilloso que he escuchado en años: el purgante mental perfecto para cualquier tipo de abatimiento".
Lester Bangs, famoso periodista y músico de rock, que se caracterizó por defenestrar en sus artículos a bandas y artistas, escribió un artículo en 1981 donde manifestaba que “Philosophy of the World” de The Shaggs, es un gran aporte a la historia de la música. Se le preguntó posteriormente si lo decía irónicamente, a lo que Bangs dijo que no.
Con el pasar de los años, el álbum se convirtió en una joya para coleccionistas, fue pasando de mano en mano por aficionados y hasta está considerado como uno de los primeros álbumes de indie y rock alternativo, y que influiría a artistas como Nirvana, The Moldy Peaches, el ya citado Frank Zappa, Deerhoof, entre otros. El líder de Nirvana, Kurt Cobain llegó a afirmar que “Philosophy of the World”, estaba entre sus cinco mejores discos. El álbum ocupa el puesto número 100 en los 100 mejores álbumes de indie-rock de la historia, según la revista Blender, especializada en música alternativa. La banda tuvo un par de breve regreso a los escenarios, uno
el 20 noviembre de 1999 y otro el 17 de febrero de 2017 (ya sin Helen, fallecida en 2006), invitadas por el grupo Wilco en donde interpretaron sus canciones.
The Shaggs está considerada como una banda de culto. A pesar de este reconocimiento, no hay que olvidar el maltrato psicológico y el sometimiento cuasi esclavista de Austin Wiggin Jr. a sus cuatro hijas, que las obligó cumplir una predicción de su madre. Aunque las Wiggin afirmaron que su padre jamás les puso una mano encima, el maltrato psicológico y el sometimiento estuvo presente en todo momento.