El entrenador Tuca Ferreti nos ha acostumbrado por décadas a un manejo especulativo de los partidos, lo que no sólo le dio la punta del campeonato actual sino que al mismo tiempo ha avanzado a cuartos de final en la Copa Libertadores.
Raúl Dosta @raul_dosta
Lunes 18 de mayo de 2015
Tuca jugó a no perder en su visita a Santos en un duelo intenso con predominio de las defensivas, aunque en el minuto 16, el chuleta Orozco aprovechó un pase filtrado por Tabares para fusilar al portero enemigo. Doce minutos después un choque entre dos defensores santistas le entregó el balón a Guerrón, quien se fue sobre el arco de los de Torreón para anotar el empate definitivo. El segundo tiempo resultó muy trabado y para los bostezos sin que los locales pudieran abrir el cerrojo enemigo.
El partido de vuelta, por igual muy parejo, con mucho orden defensivo en ambos bandos y pocas llegadas, con más inciativa de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) aunque sus ataques sólo generaron una jugada de gol en la que Marchesín rechazó un disparo de Guerrón y el contrarremate de la palmera Rivas lo sacó de la línea de gol Néstor Araujo.
Al final Tigres parecía conformarse con un par de roscas y así pasar a la siguiente ronda. Pero entraría de cambio el caboverdiano Djianiny Tabares quien en su primera llegada no pudo acomodarse a un centro potente y su desafortunado zapatazo devolvió el balón hasta la línea lateral, pero a la siguiente jugada persiguió un largo pase elevado que bajó al piso de una manera extraordinaria, con la punta de zapato mientras se perfilaba para burlar al portero y rematar suave a la red. Faltaban veinte minutos, pero los tigres ya no se levantaron y se cumplió una vez más “la maldición” de que el número ocho deje fuera de combate al “superlíder”.
