En la mañana de hoy se conocieron declaraciones de Jacqeline Chumbita, cadete riojana que sufrió los vejámenes a los aspirantes a policía. El hecho terminó con la muerte de uno de ellos.
Jueves 15 de febrero de 2018 11:33
Foto Clarín
La semana pasada se conoció que doce cadetes de la policía que quedaron internados después de sufrir torturas durante su primer día de entrenamiento. Tras la muerte el sábado pasado de Emanuel Garay, hoy otra cadete llamada Jacqueline Chumbita volvió a denunciar en distintos medios los tormentos sufridos.
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Jacqueline contó cómo les negaron el agua durante horas mientras los hacían correr alrededor de una pileta con agua podrida, mientras los superiores y cadetes más viejos tomaban agua delante de ellos. A su vez también relató cómo los expusieron horas al sol a 40 grados de sensación térmica sobre el piso de cemento de una cancha de básquet a la que los superiores le llamaban sugestivamente “la sartén”.
En su relato, Jacquelin cuenta que en un momento no soportó más y se desplomó sobre el suelo y escuchó como un oficial subinspector les dijo a los otros cadetes que miraban con consternación la escena, “déjenla que se muera, tírenla a un costado que va a ser una menos”.
Estas nuevas denuncias son una muestra más de los métodos y la ideología de una institución armada desde el Estado para la represión social que, como denuncian diversos organismos de derechos humanos, todavía mantiene prácticas de torturas heredadas de la última dictadura militar. Si el trato completamente inhumano al que someten a los propios cadetes es brutal, podemos imaginar lo que queda para el pueblo pobre y trabajador y para quienes están bajo reclusión en el sistema penitenciario.
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