Educación. Trabajadora de AJUNJI se suicida por constante acoso

¡No estamos todas, falta Constanza! Es el grito que en estos días ha resonado en las calles a nivel nacional, tras el lamentable fallecimiento de la trabajadora de la educación, Constanza Villalobos, quien se quitó la vida, tras denuncias de acoso laboral. Este es el tercer caso en el año que remece a la educación, el cual inició con la muerte de Katherine Yoma en Antofagasta y siguió con Albano Muñoz, profesor del liceo Polivalente de Molina.

Dos días de paralización a nivel nacional estuvieron las trabajadoras de AJUNJI tras la muerte de una asistente de párvulos del jardín Cumbres de colores de la ciudad de Osorno. La muerte de Constanza sigue dejando en evidencia, las deficiencias de un sistema educativo precario y autoritario. A pesar de las denuncias de la trabajadora, el problema no fue resuelto, a pesar de que exista la Ley Karin, demostrando que el hecho que haya una ley, no resuelven los problemas de convivencia, autoritarismo y falta de recursos que existe en la educación.

Por el contrario la Ley Karin sin recursos es papel mojado, porque no se invierte en especialistas para que traten los problemas de salud mental, tanto de trabajadores, apoderados y estudiantes. Además de individualizar el problema, haciendo que cada persona haga sus denuncias, dejándolo como un problema aislado, judicializando las denuncias, sin resolver el problema de raíz, que no solo tiene que ver con la convivencia laboral, sino que también es lo autoritario y precarizado del sistema. Manteniendo a las trabajadoras y trabajadores en un constante agobio laboral, teniendo que cumplir jornadas de extensión horaria hasta las 19:30 sin pago de horas extras y sin contratación de mayor personal que cubra esas necesidades.

Así mismo lo expresa el comunicado del llamado a paro de AJUNJI, en el cual mencionan “Para dar a nuestras niñas y niños la educación de calidad que necesitan y apoyar a miles de familias, necesitamos condiciones básicas, ya que no todo puede depender de esfuerzos extra y las demandas excesivas para las y los trabajadores” agregando “Queremos apoyar a las mujeres que, como nosotras, trabajan para mantener a su familia y requieren cuidado de sus hijos en horario adicional. Pero el financiamiento del programa no permite que exista el coeficiente mínimo según lo que estipula la normativa y el sueldo precario hace que no haya interés para cumplir con las labores, por lo que el equipo habitual se sobrecarga con jornadas extensas y sin pago de horas extraordinarias”.

Para enfrentar el Acoso laboral es necesaria la unidad de las y los trabajadores junto a la comunidad, en comités en lugares de trabajo que le hagan frente a los abusos de empleadores y jefes, como lo planteó la agrupación Abran Paso de trabajadores de la salud frente a la muerte de Jennifer Peña, son necesarias medidas contra la precarización laboral garantizando un salario mínimo acorde a la canasta familiar o la reducción de la jornada laboral sin trampas flexibilizadoras, terminando con el agobio para cumplir metas que solo benefician a los empresarios y nada le dejan a las y los trabajadores.