La pandemia ha precarizado las labores de miles de trabajadores. Los jardines infantiles no son la excepción, pero la falta de recursos y de personal redunda en la calidad de la educación que reciben miles de niños a lo largo del país.
Domingo 11 de julio de 2021
Desde principios de este año 2021 que la Fundación Integra viene impulsando la política de retorno seguro a los jardines infantiles sin ninguna garantía para sus trabajadoras ni para los niños.
Esta campaña por el “retorno seguro” puso en alerta a las trabajadoras quienes el 25 de febrero emitieron un comunicado denunciando las condiciones del retorno (...) “los establecimientos no cuentan con insumos, con sanitización, ni tampoco con un plan de gestión adecuado que capacite al personal a cargo, distribuya turnos, aplique criterios técnicos y de salud para determinar qué funcionarias/os pueden volver a actividades normales y quienes deben permanecer en sus casas”.
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Más recientemente, la Fundación introdujo una serie de protocolos COVID-19 que, según denuncian sus trabajadores, nada tiene que ver con la realidad que se vive en los jardines.
“Son medidas absurdas, según señalaron trabajadoras de la fundación, ya que estos protocolos no contemplan medidas para resolver los problemas estructurales que tenemos en los jardines y eso se hace mediante presupuesto y la contratación de personal”.
“Por un lado nuestros jardines y nuestros trabajos ya eran precarios, por eso desde hace años que las tías estamos en las calles luchando por mejorar nuestras condiciones laborales”, señalaron.
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“Pero ahora con la pandemia es peor y estos protocolos no ayudan en nada. Las tías estamos agobiadas con el trabajo porque debemos atender a los niños, a los apoderados, revisar materiales, nadie alcanza a descansar, ni siquiera en los feriados se descansa porque siempre hay que estar adelantando trabajo online, imagino que los docentes deben estar en las mismas”.
Sin embargo, a estos problemas estructurales de los jardines, el agobio o los bajos sueldos se suma la falta de personal especializado para el tratamiento de niños o niñas con necesidades educativas especiales.
“En las escuelas hay presupuesto y personal especializado para atender a menores con necesidades educativas especiales como TEA o TDAH a través de los programas de integración, pero en los jardines no. Entonces no hay personal, no hay recursos, y nosotras las tías tenemos que estar recurriendo a Google para buscar herramientas de aprendizaje para estos niños”, según denunciaron.
Adicionalmente señalan, “Lo más terrible es que este gobierno, con la pandemia, no solo ha degradado nuestro trabajo, sino que ha degradado la educación de los niños más pobres del país, eso nos rompe el corazón a las tías porque nos preocupamos profundamente de nuestros niños”.
“Las trabajadoras tenemos mucho que decir ante la pandemia y las medidas absurdas de la Fundación, pero para eso tenemos que organizarnos levantando desde las bases nuestros propios protocolos que garanticen las condiciones laborales y educativas para los niños, pero una medida de este tipo requiere que los sindicatos se pongan a la cabeza y pasen de las palabras a la acción”.
Finalmente señalan,“nos preguntamos hasta cuando seguimos aguantando que el gobierno nos ponga el pie encima ¿que van a hacer nuestras dirigentas?, ¿que va a hacer la CUT que hoy tiene nueva directiva? Esta tregua de las organizaciones sindicales con el gobierno es insostenible”, finaliza.
En todos los lugares de trabajo las condiciones laborales se han recrudecido. Agobio laboral, bajos sueldos y abuso patronal parece ser el denominador común, por eso es fundamental que las y los trabajadores levantemos la voz denunciando estas injusticias heredadas de estos 30 años de democracia para ricos.