Testimonios desde abajo. Trabajadores de La Plata se manifestaron contra la precarización y el maltrato laboral

“Soy trabajadora de la salud, pero trabajé en gastronomía en la ciudad de La Plata y sé lo es que te negreen, y de las malas vinculaciones laborales”. Así se expresaba una mujer se acercó a apoyar la acción que realizaron varias trabajadoras y trabajadores precarizados de gastronomía, comercio y las Apps, que, hartas y hartos de que los traten como objetos descartables, decidieron hacerse escuchar en 6 y 51, en la paqueta entrada de lo que se conoce como “La Plata Soho”.

“Hasta el año pasado estuve trabajando para una agencia contratada por Movistar, que contrata agentes para no meterte en el convenio de telefonía y tercearizarte por comercio”, cuenta otra trabajadora que acercó su testimonio. “Por la pandemia, tuvimos home office sin ningún tipo de regulación. Trabajamos más horas y fuera del horario laboral hasta cualquier hora. Con la presencialidad, te mandaban al local que estuviera abierto. Si podías, bien y si no… tenías que poder.”

Las imposiciones de los patrones de comercio y gastronomía son moneda corriente. “En La Plata sobresalen los empresarios de mierda, que se cagan en todas las personas y en todos sus derechos.”, nos comentaba otro joven que se acercó a la concentración.

“Por protestar, por querer algo más digno, te convertís en una persona revoltosa. Te empiezan a tratar de otra forma por ser más despierto y darte cuenta que se están llenando los bolsillos de guita con cada producto que vendés”.

Charola Cocina y Bazar: cómo amasar una fortuna haciendo harina a los demás

Luego de hacer una hablada en plaza San Martín, los trabajadores se dirigieron a Charola, local que hoy se encuentra en el ojo de la tormenta por denuncias de maltrato laboral y dudoso estado de higiene del local y comida.

Varios trabajadores comentaron que quieren hacer visibles los malos tratos que sufrieron de las dueñas. “Cuando una chica fue a una entrevista de trabajo, le dijeron que se baje el barbijo y que tenía que ir maquillada si quería ser contratada. Te daban una sola comida si trabajabas 8 horas. Y almorzabas recién a las 3 de la tarde sin haber desayunado.”

Además, contó que debido a la denuncia viral de maltratos y de falta de controles bromatológicos, las dueñas prohibieron el uso de celulares a quienes continúan trabajando en Charola, y les obligan a mentir cada vez que alguien de afuera pregunta por la veracidad de las decenas de denuncias.

“Esta gente quiere a sus empleados como androides, como máquinas. Y que obedezcan. Estas señoras nos ven como infrahumanos. ¡En dos semanas hacen un recambio de 10 empleados!” se quejaba otro ex empleado que nos brindó su testimonió. Y contó que en su momento fue despedido cuando decidió faltar debido a que su abuela había fallecido y quería ir a despedirla a su velorio. “Les pareció una excusa y me echaron. Me dio mucha bronca”.

“Varios de los que trabajamos en gastronomía venimos a estudiar de otras partes del país o de otros países. Nos callamos para poder, al menos, pagar el alquiler. Pero espero que esto sea la puerta para no permitir más malos tratos.”, comentó otra voz que quiso dejar su testimonio.

Un intendente con la remera de la precarización

Cobijados por el calor que les da el poder, los empresarios gastronómicos platenses llevan al límite su sed de ganancias, manejándose con absoluta impunidad y avalados por el municipio que protege y deja hacer.

“Pagarle a una persona 165 la hora por trabajar 8 horas semanales con un solo franco semanal es casi esclavitud desde mi punto de vista. ¿Encima que te traten como un trapo de piso? La gente del Municipio tendría que estar atenta porque lo que está pasando es una injusticia”, se lamenta otro ex empleado de Charola Bazar y Cocina. “Se codean con gente poderosa, que son las que le dan el permiso”.

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Esta apreciación no es para nada lejana. El polo gastronómico de La Plata Soho es parte de las políticas de Garro. Los negocios de allí tienen el visto bueno del municipio para manejarse con completa impunidad. Eso explica que ante denuncias tan graves haya un enorme silencio cómplice hacia afuera.

Otro ex empleado de Charola comentó que se acercó a la defensoría del pueblo para denunciar la situación. Pero no obtuvo la respuesta que esperaba.

“La defensora del pueblo de la ciudad de La Plata dijo que estas personas son personas existosas, y que cuando una persona es exitosa vienen los cuervos a tratar de sacarles cosas. También dijo que a los extranjeros que no les gustaran estas leyes, la puerta a Ezeiza estaba abierta para irse”.

Admirar a las dueñas de Charola, acusar a los trabajadores de cuervos y mandarlos de vuelta a su país. El odio con el que se le habría contestado desde la Defensoría del pueblo a este trabajador, solo evidencia la jerarquía que tiene cuidar a los empresarios amigos para el municipio.

¿Y los sindicatos? ¿Dónde están? La connivencia con el poder es tal que no solo no aparecieron en la convocatoria, sino que ni siquiera sacaron un comunicado de apoyo.

La plata, ciudad de pocos

Los únicos que tienen derechos en La Plata son los empresarios gastronómicos y de comercio, que aprovechan la situación de crisis para sobreexplotar a la juventud y llenarse los bolsillos cada vez más.

Parte de esa impunidad es la creación de una lista negra. Desde el 2010 existe esta lista donde incluyen a los trabajadores que consideran “rebeldes” para que no puedan conseguir trabajo en ningún otro local. Una verdadera provocación: juegan con las necesidades y el hambre ajeno.

“Tiene que haber un basta y creo que la mejor manera es esta manifestación autoconvocada. Es como el comienzo de una revolución” planteó un trabajador gastronómico con ganas de terminar con esta impunidad con la que viven todos los días.

“Si ellos se organizan, nosotros también”

Durante toda la jornada, varios trabajadores expresaron la necesidad de organizarse.

Eduardo, trabajador de Amiplast despedido comentó que en el 2020 fueron despedidos y que gracias a la organización y la lucha pudieron ganar la reincorporación

"Nos organizamos junto a trabajadores de otros comercios, como el restaurante Malvinas y McDonald’s, junto a La Red". También contó sobre la persecución que tuvieron dentro de la fábrica por haber peleado por la reincorporación. Si bien volvieron a ser despedidos, gracias a las lecciones que les dio la lucha, hoy pelean la reincorporación".

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Agustín, trabajador de una empresa de reparto e integrante de la Red de Trabajadorxs Precarizados, habló sobre la importancia de la solidaridad entre laburantes de distintos comercios ya que entre patrones, el municipio y la burocracia del sindicato "se unen para ver cómo nos cagan a los laburantes. Se unen para ver cómo nos pueden reventar, cómo nos ponen en las listas negras. Por eso, nosotros tenemos que empezar a unirnos, a organizarnos". A su vez, planteó que hay que "pensar las mejores acciones. Juntarnos en grupos de whatsapp, hacer asambleas y preparar medidas.”

Por último planteó que “si cada uno de nosotros trae a sus compañeros de trabajo, explicando la pelea que damos, podemos impulsar acciones más fuertes. Tenemos que juntarnos con otros trabajadores ocupados que tienen salarios de miseria, con desocupados que están peleando por trabajo y con todos los precarios. Ese es el camino para empezar a organizarnos con más fuerza".

Si sos de La Plata y tenés alguna denuncia, podés escribir a La Izquierda Diario o al instagram de @redprecarizadxslaplata.