Ellos también son parte esencial del ámbito sanitario. Las áreas de cocina y limpieza, los invisibilizados del hospital. Una nueva entrega
Sábado 4 de abril de 2020 18:05
Hay sectores en el ámbito de la salud que tienen un nivel de exposición importante pero poco se habla de ellos. Están presentes en la línea de combate diario, pero invisibilizados para los medios.
Hoy quiero hablarles de algunos de ellos.
Mis compañeros de la cocina llevan sus bandejas llenas de alimentos para nuestros pacientes, todos los días. Con ellos charlamos como desde la empresa terciarizada de la que dependen, han bajado no solo la calidad sino la cantidad. Muchas veces tenemos que pedir doble ración, ya que quedan con la panza media vacía.
¡Qué distinto sería si el servicio de la cocina fuera parte de la planta permanente del hospital! ¡Qué diferencia habría si estuviera en nuestras manos la decisión de cómo alimentar a una población que viene pasándola mal y con el aislamiento por el virus la padece en forma abrupta.
En un país donde los alimentos se producen en abundancia, sigue existiendo una inmensa mayoría que no puede acceder a lo elemental, a lo básico: el alimento. A veces son cuestiones sencillas pero muy complejas en un mundo perverso que no nos deja avanzar, crecer, mucho menos vivir.
También están mis otros compañeros; los y las trabajadoras de higiene hospitalaria o “los de limpieza” como los conocen. Durante mucho tiempo formaron parte de la fila de los precarizados. Hoy una parte de ellos pertenecen a la planta permanente del hospital. Imposible que el hospital público se sostenga sin ellos. En varias oportunidades compran de su escaso salario los productos básicos y necesarios para desarrollar su tarea. Algo que debería estar garantizado al 100 % por el Estado pero no, debemos exponer a diario la falta de insumos, personal e infraestructura para asistir a quienes lo requieran.
Mucho más en medio de una pandemia.
Incluso pensando en los locos tiempos del momento, hace unos días vivimos una acción que nos hace pensar que no todo está perdido, que les trabajadores somos solidarios, que aunque nos quieran meter a destajo que si " me salvó yo, está todo bien”. Eso no es tan así.
La salida es colectiva, como lo mostró la reciente organización del cuerpo de delegades de los distintos servicios, profesiones o no, y turnos.
Hay un vídeo circulando, que emociona hasta las lágrimas sin dudas, que es la unidad de las y los trabajadores en esta pandemia, cuando los profesionales aplauden a los compañeros de limpieza. Pienso que esas acciones son las que nos dan la fuerza para levantarnos y organizarnos, no solo por nuestros derechos, sino por nuestros pacientes.
Desde que el mundo se declaró en pandemia por el coronavirus no deja de desnudar algo que les trabajadores han denunciado: estas condiciones de trabajo no van más, la desidia de la salud pública por los distintos gobiernos no va más. Necesitamos plata para salud y no para pagar una deuda que la que no solo no vimos un peso sino que no pudimos opinar hacia donde debía ir.
Porque este mundo en manos de trabajadores no sé si hubiéramos evitado este colapso en la economía por la pandemia, pero en lo que si estoy segura es que hubiéramos actuado e invertido primero en las grandes mayoría del pueblo trabajador
Mis respetos y mis abrazos a mis inmensos compañeros y compañeras.