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Red Internacional
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CRISIS MONARQUÍA. Tras el affaire Corinna ¿Sigue estando la cuestión de la Corona fuera de la agenda de Podemos?

El nuevo escándalo de la Casa Real debería llevar a una actuación de oficio de Fiscalía y Hacienda. Sánchez puede pasar de ariete contra la corrupción del PP a encubridor de la de la Corona ¿A qué espera Podemos e IU a exigir un referéndum sobre la Monarquía?

Santiago Lupe

Santiago Lupe @SantiagoLupeBCN

Jueves 12 de julio de 2018

Los Borbones son unos ladrones. No lo dice el sedicioso de Valtonyc, exiliado en Bélgica para evitar la condena a tres años y medio de cárcel por rapearlo. Tampoco la periodista Rebeca Quintans, autora de “Un rey golpe a golpe”, que tuvo que escribirlo bajo seudónimo y cuya publicación les costó el cierre por orden del juez Garzón a la editorial encargada de ello, Ardi Beltza. Ni siquiera los irreverentes de El Jueves, que en una década ya han sufrido dos secuestros de ediciones por hacer mofa de la Familia Real.

¿Quien lo dice entonces? La princesa Corinna zu Sayn Wittgenstein, nada menos que la ex amante del Rey emérito Juan Carlos I de Borbón. Las últimas grabaciones filtradas de Su Alteza Serenísima – tratamiento que recibe tan ilustre “confidente”- relatan como Juan Carlos I actuaba de conseguidor para la trama corrupta de su yerno, el exduque de Palma, como recibió 80 millones de euros de la concesión del AVE a la Meca otorgada al consorcio español liderado por OHL e Indra, como Borbón es uno de los apellidos presentes en las cuentas suizas o toda la red de testaferros con la que la Casa Real ha blanqueado una fortuna durante cuatro décadas que la revista Forbes llegó a valorar en 2003 en 2.500 millones de euros.

En estos días los relatos hagiográficos de quien fuera nombrado como heredero de Franco a la Jefatura del Estado ya no hay por donde sostenerlos. El “padre de la democracia”, el “salvador del 23F” -aunque la misma Pilar Urbano, parte de los hagiógrafos monárquicos, reconoce que estuvo detrás hasta apenas unos días antes-, empieza a aparecer como lo que siempre ha sido: un Borbón. O lo que es lo mismo, parte de la dinastía que lleva viviendo a costa del pueblo español más de tres siglos, protegiendo los negocios de las grandes familias y actuando como pieza clave de regímenes con “taras” democráticas tan agudas como el de la primera Restauración o el de la segunda, el actual.

El escándalo es de tal magnitud que coloca en una situación crítica para la Monarquía. La abdicación en Felipe VI fue un intento contundente de reflotarla de los escándalos Noos y Botsuana. A pesar de ello el propio desarrollo de la crisis del régimen, con epicentro en Catalunya, obligó al nuevo Jefe del Estado a ponerse a la cabeza del golpe institucional del 155, algo que de hecho ha llevado a que la Corona pierda Catalunya donde ya se puede decir que es persona “non grata”.

Lo nuevo de este nuevo affaire es que la información que se viene publicando debería activar una investigación de oficio de parte de la Fiscalía General del Estado y Hacienda. Sin embargo esto choca con la antidemocrática Constitución del 78 que, entre otras reminiscencias ya no franquista sino casi medievales, otorga el privilegio de la inimputabilidad al Rey y al Rey emérito.

El escándalo Corinna promete poner en cuestión una de las pretendidas “señas de identidad” del gobierno Sánchez, y también una de las razones por las que cuenta con el apoyo incondicional de Podemos e IU. Nos referimos a la bandera de la lucha contra la corrupción. Su Fiscal General y su ministra de Hacienda, van a pasar a ser encubridoras necesarios y por oficio de la corrupción Real, que en cifras no parece no tener nada que envidiar a la suma de todos los casos de corrupción del PP.

Garzón y los dirigentes de Podemos se han levantado hoy republicanos, como todos los 14 de abril o las fechas señaladas por el calendario judicial del caso Noos. La pregunta es ¿cuanto les dudará? . La irrupción de Podemos en 2014 estuvo seguida de la abdicación, entonces Pablo Iglesias declaró que preferiría que el Jefe del Estado pudiera elegirse en las urnas. Hoy Rafa Mayoral se ha pronunciado en el mismo sentido y Garzón incluso ha elevado el tono diciendo “que los Borbones son unos ladrones es un hecho históricamente constatado”.

Pero todo esto contrasta con el hecho de que explícitamente Podemos y la coalición formada por IU para las generales sacó fuera de agenda el debate o las reivindicaciones sobre la forma de Estado. ¿Seguirán sosteniendo hoy a un gobierno que va camino de convertirse en el abogado de uno de los mayores corruptos de la historia reciente? Que en sus demandas y programa sobre “regeneración democrática” ni siquiera planteen algo tan elemental como que se pueda celebrar un referéndum sobre monarquía y república, es solo una constatación de que su adaptación al Régimen del 78 ha llegado muy muy lejos.

Recientemente en el barrio madrileño de Vallekas se celebró una consulta popular sobre esta cuestión. Participaron cerca de 10.000 personas y el rechazo a la Monarquía fue abrumador. ¿No es el momento de impulsar un gran movimiento en todo el Estado en contra de la Corona? ¿No deberíamos exigir a la izquierda reformista, que solo se acuerda de que no es monárquica solo cuando algún titular nos recuerda que somo súbditos de una camarilla medieval, corrupta y reaccionaria, a que pelee por un referéndum como el ensayado en Vallekas?

La cuestión de la monarquía, junto a la negación del derecho a decidir, son dos de las grandes demandas democráticas que dentro del Régimen del 78 no se podrán nunca resolver. Son parte del “atado y bien atado”, junto a la imposibilidad de resolver los grandes problemas sociales afectando a los privilegios de unos centenares de capitalistas. Por ello se torna imprescindible retomar la lucha que fue planteada desde el 15M en adelante por acabar con él mediante la movilización social, imponiendo desde la lucha procesos constituyentes en los que realmente poder decidir y cambiarlo todo. Acabar con una dinastía reaccionaria centenaria, con la opresión nacional y un Estado que actúa como Consejo de Administración de las grandes empresas, pasará por desarrollar una movilización social con la clase trabajadora al frente que abra el camino a repúblicas de trabajadores libremente federadas en todo el Estado.


Santiago Lupe

Nació en Zaragoza, Estado español, en 1983. Es director de la edición española de Izquierda Diario. Historiador especializado en la guerra civil española, el franquismo y la Transición. Actualmente reside en Barcelona y milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.

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