El fiscal Ramos Ossorio confirmó que al menos una de las jóvenes de las fotos difundidas la semana pasada es menor de edad y caratuló la investigación como “supuesta corrupción de menores”. Hoy, en una sesión extraordinaria, el Concejo Deliberante de El Bordo analizará si suspende o destituye al intendente.
Verónica Valdez @valveritos
Lunes 12 de enero de 2015
El escándalo protagonizado por el intendente urtubeycista de la localidad El Bordo, Juan Rosario Mazzone, quien iniciara su carrera política como jefe comunal de esa misma localidad en 1994 de la mano del PRS y el romerismo, al difundirse imágenes en las que aparece junto a jóvenes en ropa interior, desató una crisis política en el municipio y para el FPV local a meses de las elecciones provinciales.
Luego de que el escándalo trascendiera a los medios de comunicación nacionales, el gobernador K, Juan Manuel Urtubey, tuvo que salir a despegarse a traves de un comunicado en el que sostuvo que "condena enérgicamente cualquier acto de las características que se investiga que involucre a menores y que sea producto del abuso de poder" mientras deja la investigación y resolución en manos de la Justicia y el Consejo Deliberante y asegura que “en Salta nadie es impune ni es culpable sin el veredicto de la Justicia”. La misma Justicia que dejó impune al ex intendente Carlos Villalba, de Salvador Mazza, destituido por el Concejo Deliberante luego de ser detenido en un prostíbulo en agosto de 2013 en el marco de un operativo contra la trata de personas y meses después volvió a ser candidato urtubeycista.
Sin dudas, Mazzone tuvo una semana negra. Al escándalo suscitado por la publicación de las controvertidas fotos, se le sumó un allanamiento de la AFIP y la División Trata de Personas de la Policia Federal en sus dos fincas tabacaleras de El Bordo y Campo Santo, donde se puso al descubierto las condiciones infrahumanas, de trabajo y vivienda, a las que este patrón de hacienda somete a 60 trabajadores que perciben $150 por jornadas de 16 horas diarias.
Desde la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas, desde otras organizaciones de mujeres y políticas se repudia estos hechos y se plantea que el escándalo de El Bordo no es un caso aislado. Es una muestra de la impunidad de la que goza una casta política que por un lado defiende con fervor los “valores salteños de la familia y las buenas costumbres cristianas” que legitiman la opresión de las mujeres en todas sus formas obstaculizando los derechos más elementales y por otro son cómplices, cuando no partícipes directos, de la explotación sexual de mujeres y niñas.
A meses de las elecciones provinciales, el escándalo Mazzone vuelve a poner en escena la situación de extrema opresión a la que son sometidas las mujeres en esta provincia con índices récord de violencia y femicidios, maternidad adolescente, precarización laboral y desocupación. Pero también muestra la verdadera cara del “modelo” salteño, donde el gobernador K Urtubey ha sabido cimentar su poder vía el manejo discrecional de la caja para convertir en kirchneristas a los barones de los municipios, verdaderos patrones de hacienda como Mazzone que convierten las localidades en su feudos y gobiernan para los empresarios de la soja, el azúcar y el petróleo.
Desde el romerismo, principal contrincante a la gobernación por el Frente Renovador, festejan extasiados y se rasgan las vestiduras por el escándalo Mazzone, omitiendo que éste como gran parte del gabinete urtubeycista pertenecieron a sus filas e intentando golpear por “izquierda” al oficialismo, mientras Romero lleva como compañero de fórmula al nefasto terrateniente sojero y misógino Alfredo Olmedo. En Salta, como en todo el país, se hace imperiosa la construcción de una izquierda de los trabajadores, las mujeres y la juventud.
