A través de redes sociales, el autor del Zapata ’gay’, Fabián Chairez y Altarte AC convocan a un evento en respuesta a las agresiones homofóbicas ocurridas en Bellas Artes tras la polémica desatada por la exhibición de su pintura en el recinto.
Nancy Cázares @nancynan.cazares
Miércoles 11 de diciembre de 2019
La polémica desatada por la reacción de los herederos de Emiliano Zapata ante la exhibición de la pintura "La revolución" que muestra al "Caudillo del sur" desnudo, en una pose delicada y con tacones montado a caballo, tuvo una de sus expresiones más polarizadas en las agresiones homofóbicas cometidas en contra de activistas LGBT que se presentaron en Bellas Artes a respaldar al artista.
Y es que la familia de Emiliano Zapata, tras haber hecho declaraciones en las que sugerían sus intenciones de "quemar" la pintura por considerarla "ofensiva", encabezó la irrupción en Bellas Artes de un grupo de personas que, con gritos homófobos y golpes, agredió al grupo de activistas y al menos a un periodista que se encontraba en el lugar. Herederos de Zapata han amagado ya con emprender acciones legales y exigen que la pieza sea retirada de la muestra "Zapata después de Zapata", que reúne 140 piezas que reinterpretan la figura del caudillo a cien años de su asesinato. Ninguna ha sido tan polémica como la de Chairez porque, dice el mismo autor en entrevista para el medio Vanguardia, presenta a un hombre "feminizado" y eso, en una sociedad machista, que ve a las mujeres como objetos desechables, seres humanos de cuarta, es profundamente desestabilizador.
Así, esta noche comenzó a circular en redes sociales la respuesta del autor, quien junto a Altarte AC, está llamando a una concentración en la explanada de Bellas Artes este viernes 13 de diciembre a las 16:00 horas. Temas como la libertad de expresión, la censura, la misoginia, la homofobia, el racismo y el clasismo (que también se exacerbó con opiniones denigrantes en contra de los campesinos que protagonizaron la agresión en Bellas Artes) son tan sólo algunos de los temas que se han puesto a discusión en torno de esta pieza.
Originalmente exhibida como parte de la exposición individual "El jardín de las delicias", en 2015, esta pintura forma parte de toda una propuesta estética del autor chiapaneco que cuenta también con representaciones de figuras como El Santo.
El autor ha sido explícito en su objetivo: cuestionar la masculinidad, la hipersexualización de los cuerpos masculinos (que descartan cuerpos no hegemónicos) y la posibilidad de tomar elementos del imaginario colectivo nacional para atraerlos hacia un sector que históricamente ha sido relegado.
"¡Sexo y libertad!"
Son dos las principales tendencias las que están a debate en torno a esta pintura. La primera, que sostiene que la representación de Zapata feminizado es "ofensiva", está también compuesta por quienes opinan que se trata de un atentado contra "el símbolo". Como si desde su asesinato, la memoria de Zapata y el legado de su lucha no hubieran estado expuestos a una constante invisibilización cuando no una abierta modificación del sentido radical de la lucha del revolucionario.
Si Zapata viviera, con la “Cuarta Transformación” no anduviera
Si Zapata viviera, con la “Cuarta Transformación” no anduviera
La misma 4T, con sus homenajes para el caudillo y la apropiación de estandartes históricos para su retórica es ejemplo de cómo una figura y su lucha pueden ser capitalizados por el régimen para construir su propia historia y, por esa vía, en verdad agraviar cualquier legado. La segunda defiende la exhibición de la pintura desde distintas ópticas, como desde la libertad de expresión y desde los derechos culturales LGBTI.
Uno de los principales cuestionamientos en contra de quienes argumentan una presunta "ofensa" es precisamente el que dice "¿por qué ser femenino, afeminado, marica, es deshonroso?". En un país que encabeza cifras por crímenes en contra de mujeres y población LGBTIQ, pronunciarse a favor o en contra de un intento de cuestionar elementos estructurales de la violencia contra estos sectores no puede hacerse centrando el foco en valoraciones que consideran lo femenino como algo indeseable o que deba ser ocultado, exterminado o "quemado".
La continuidad del legado de Zapata no puede depender de su representación en el imaginario popular, porque ya había desaparecido. Es necesario comprenderlo como un punto de referencia para la lucha en contra de toda forma de opresión, explotación y miseria, para dotar de una nueva perspectiva que cuestione todo y lleve a cabo la "culminación" de la obra del caudillo que, "si viviera", dicen en redes sociales "con la diversidad anduviera".