El gobierno kirchnerista de Gildo Insfrán reprime sistemáticamente a las comunidades originarias. Dos veces en esta semana atacó con balas de goma y palos a mujeres, hombres y niños wichí que reclaman trabajo y viviendas. Miembros de comunidades que acampan en Buenos Aires, junto a organizaciones solidarias, cortaron ayer Avenida de Mayo y 9 de Julio.
Sábado 28 de marzo de 2015
Fotografía: Enfoque Rojo / Clara Liz
Como informamos en La Izquierda Diario, el 24 de marzo, mientras en todo el país miles llenábamos las calles en un nuevo aniversario del golpe de Estado, la policía a cargo de Gildo Insfran, gobernador de Formosa, reprimía brutalmente a comunidades wichí de la localidad de Ingeniero Juárez, que pacíficamente se manifestaban a la vera de la Ruta Nacional 81 pidiendo trabajo y vivienda. El saldo fue de varios heridos de bala de goma y plomo, entre ellos el referente de la comunidad Agustín Santillán, mujeres y niños.
Tras la represión, las comunidades decidieron cortar la Ruta en repudio a la misma y por los reclamos que venían sosteniendo. Parece que una represión no fue suficiente, porque el jueves 26 sufrieron un segundo ataque en menos de 48 horas. Luego de esto, con más heridos, decidieron levantar el corte.
Ayer representantes de comunidades de pueblos originarios qom, wichí, pilagá y nivaclé que desde hace un mes y medio acampan en la intersección de 9 de julio y Avenida de Mayo de la Ciudad de Buenos Aires, junto a organizaciones sociales y de derechos humanos, realizaron una conferencia de prensa al mediodía y luego un corte en esa importante esquina porteña.
Allí estuvo Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien dijo hablar “en nombre de nuestros 30 mil hijos e hijas porque ellos están presentes cada vez que una madre se acerca porque hay una injusticia. Nuestros hijos, nuestras hijas nos marcaron un camino de compromiso y yo no lo abandono en ningún momento (…) Ayer tuvieron una represión brutal. El 24 (de marzo) mientras nosotros estábamos en las calles repudiando el terrorismo de Estado, la dictadura cívico militar religiosa y las consecuencias, estaban reprimiendo en Formosa. Entonces yo creo que hay que seguir con la movilización popular, hay que seguir en las calles. Donde hay una injusticia tenemos que estar para que se termine esa injusticia.”
Por su parte, el líder qom Félix Díaz agregaba que “no queremos más muerte, por eso cortamos esta avenida, porque es la única manera de mostrar nuestro descontento de este maltrato que nos hacen. Muchos hermanos se regresaron a sus casas, un hermano que vive en Lote 67 le incendiaron su casa por estar acá en el acampe. Un hermano wichí le mataron a su hermano por estar acá en el acampe. Que tristeza este maltrato que nos hacen los gobiernos. No solamente el gobierno provincial, también el gobierno nacional tiene la gran responsabilidad de responder a estos reclamos, estas denuncias que venimos haciendo. Hemos elevado notas a los tres poderes del Estado, pero ninguno ha contestado, por eso tomamos esta medida porque no queremos que sigan matando a nuestros hermanos wichi. Agustín Santillán tiene una bala en el brazo que no se le puede extraer porque los médicos no lo quieren atender.”
El asedio del gobierno de Insfrán a las comunidades originarias no tiene límites. Diez días atrás salía a la luz el espionaje que éste realiza sobre movimientos sociales y el movimiento indígena, donde el acampe mencionado era una de las principales víctimas.
Un pueblo Pluricultural
“Ingeniero G. N Juárez, un pueblo pluricultural”, indica de manera hipócrita el cartel con el que la ciudad recibe a sus visitantes.
Ingeniero Juárez es una ciudad que se ubica al oeste de la provincia de Formosa, a 460 kilómetros de la capital provincial. Su economía se basa en la explotación forestal y petrolera.
El avance del extractivismo (monocultivo de soja, forestal, megaminería, petroleras) durante la última década ha demostrado ser la base del modelo kirchnerista. El corrimiento de la frontera agropecuaria y petrolera, y la concentración cada vez mayor de la tierra como base del modelo, se contrapone de manera directa con los intereses de los pueblos originarios que reclaman sus territorios ancestrales, y resisten los avances del extractivismo y el despojo de los recursos naturales.
Los ataques a campesinos y originarios, responden a las necesidades económicas del modelo. Éste no se puede garantizar más que vulnerando los derechos humanos de las comunidades indígenas y campesinas, contaminando sus territorios, cooptando a sus dirigentes con prebendas, deslegitimando sus luchas. Y cuando no pueden, judiciadizándolos, persiguiendo, reprimiendo sus protestas o matándolos directamente.
Ingeniero Juárez no es la excepción.
“No podemos seguir viviendo así aislados, discriminados por esta sociedad que ha despojado nuestros recursos naturales, nos despojaron nuestros territorios, nos empobrecieron. La madre tierra siempre nos ha cobijado (…) y hoy no tenemos ese recurso, por eso nos estamos muriendo lentamente. Cuando queremos enfrentar al Estado, nos aplican la ley antiterrorista, para perseguirnos, para acallar nuestra voz. Cuando nos matan, los médicos, los policías, no caratulan las cosas como son y hablan de ‘muerte natural’. Por eso miles y miles de indígenas no han sido contadas las muertes que han sufrido y siguen sufriendo”, denunciaba Félix Díaz durante el corte de ayer.
El referente qom agregaba “qué injusticias las que vivimos. Nosotros somos los primeros habitantes de estos territorios, y hoy estamos siendo manipulados, aislados y nos asesinan con una política criminal y racista. Gildo Insfrán es un gobernante que tiene mucho odio con los pueblos indígenas. Nosotros seguimos siendo expulsados y los pocos territorios que nos quedan los estamos defendiendo con nuestra vida, no con las leyes, ponemos nuestros cuerpos y nos consideran usurpadores, rebeldes, perturbadores de la paz social, y con esa figura nos aplican la ley antiterrorista. Nosotros los líderes indígenas tenemos muchas causas penales y civiles que no sé hasta cuándo, porque seguro que en este momento me van a crear otra causa, estando acá, reclamando justicia, reclamando derechos”.
Las causas y judicialización sólo corren para los luchadores y originarios. Quienes reprimen y matan gozan de impunidad. Los responsables de la represión del 23 de noviembre del 2010 en la Ruta Nacional 86, donde asesinaron a Roberto López están libres. El racismo y el silencio de los medios de comunicación brindan un gran servicio al ocultamiento de estos ataques sistemáticos contra las comunidades originarias.
Quizás porque esta semana no hubo muertos, el ataque en la Ruta Nacional 81 no mereció casi ninguna nota en los medios de comunicación capitalistas. La Izquierda Diario se solidariza con las comunidades originarias atacadas por el Estado, sea por parte de gobernadores kirchneristas u opositores, y tiene el compromiso militante de seguir difundiendo sus reclamos y su lucha.
