Anoche se confirmó la renuncia de Aldo Soles y Natalio Ruíz, en el marco de la crisis política abierta por la detención de estudiantes dentro de la Facultad de Agrarias.
Verónica Valdez @valveritos
Jueves 20 de abril de 2017 10:16
A una semana del ingreso de la Policía a los predios de la Facultad de Ciencias Agrarias donde, con un enorme despliegue de fuerzas, detuvieron al Presidente del Centro de Estudiantes, Joaquín Quispe, junto a otro estudiante, siguen las repercusiones de lo que se ha constituido en una crisis de magnitud para el Gobierno Provincial.
Mientras estudiantes y docentes convocan hoy a una marcha contra la represión y la injerencia policial en la Universidad, donde exigirán además la derogación del Código Contravencional y el cese de la represión en Jujuy, el Gobierno ensaya respuestas para descomprimir. En este marco, renunciaron el Comisario Aldo Soles y el sub jefe Natalio Ruíz.
La violación de la autonomía universitaria y la violencia desplegada por la Policía contra estudiantes que simplemente participaban de una bienvenida a los ingresantes de Agrarias, generó un enorme repudio nacional e internacional.
La primera respuesta oficial del Gobierno estuvo a cargo de los hoy renunciados que en sendas conferencias de prensa defendieron el accionar arbitrario de la Policía, Código Contravencional en mano, mintiendo alevosamente al asegurar que los arrestos se realizaron afuera de la Facultad, y desplegando -con el aval de todos los medios de comunicación que responden al Gobernador- una campaña de demonización contra los estudiantes, pretendiendo convertir a las víctimas en victimarios.
El Ministerio de Seguridad reprodujo textual la respuesta de la Policía y defendió este accionar totalmente ilegal. Lo mismo hicieron funcionarios del Gobierno y referentes de la UCR como Matías Rivera.
Por eso, como denuncian los estudiantes, las organizaciones de trabajadores, de DDHH, sociales y políticas lo que ocurrió en Agrarias puso en evidencia la impunidad con la que se maneja la Policía jujeña bajo el régimen policíaco que han construido Gerardo Morales y Carlos Haquim, y que se agudiza en el marco de la avanzada represiva del Gobierno de Macri.
