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Red Internacional
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CUARENTENA Y REPRESIÓN. Tres Arroyos: brutal golpiza policial en el marco de la cuarentena

Como en distintos lugares del país, llegó a La Izquierda Diario desde Tres Arroyos un testimonio más de los tantos que venimos visibilizando, sobre el accionar abusivo de la fuerza policial, sobre todo con la juventud de los barrios o sectores precarizados de nuestra sociedad.

Viernes 27 de marzo de 2020 21:16

Sofia Iantorno de 21 años cuenta lo que le pasó a su hermano el día 25 de Marzo, en la ciudad de Tres Arroyos, Pcia, de Bs. As. Reproducimos su testimonio.

“Mi hermano de 17 años a las 15.15 hs sale de la casa de su novia en dirección a su casa, en donde vive con mi papa, a bañarse y comer. Esto en un horario en donde es permitida la circulación. El trayecto entre una casa y otra es de cinco cuadras, ya que viven todos cerca.

Un móvil lo intercepta, agentes de la DDI en la esquina de Balcarce y Azcuenaga, le preguntan el nombre de mala manera, se identifica como corresponde y le dicen entonces con malos modos que lo van a acompañar. El joven les dice que no, ante lo cual el agente que estaba en el auto, se baja y en forma agresiva lo empuja para que siga caminando. Ellos se suben al auto y durante todo el trayecto, siguiéndolo a la par hasta que llego a su casa, en San Martin al 300 lo verduguearon, le dijeron de todo. Cuando llega a la vivienda, mete la llave para entrar, uno de los agentes lo empuja y se mete para adentro con él. Mi hermano, se logra zafar sacándose la mochila de donde lo tenían agarrado y corre por un pasillo que hay hasta llegar a la casa que esta atrás. Cierra la puerta y entonces uno de los policías, pega una patada a la puerta, como si fuera un allanamiento (que no había ninguna orden) y entran.

Uno lo agarra del cuello, lo empieza a ahorcar, mientras lo desparrama por toda la casa, tirando las cosas, silla, banquetas. Lo tiran en el piso y le empiezan a pegar. Le pisaron la cara con el borcego, le pegaron con el palo, entre cinco policías, que obviamente no se dejaron identificar. Todo esto en el lapso de diez minutos, hasta que llego mi papa, con la bolsita de hacer los mandados. Se encontró con esta situación horrible, había policías adentro, policías afuera. Cuando mi papá comenzó a preguntar qué había pasado, lo insultaron, logra entrar hasta la casa y se encuentra con mi hermano en el piso, con un policía con la rodilla en el pecho que se reía mientras le pegaba.

Mi papá reaccionó como cualquier padre lo haría, los empezó a empujar para sacarlos de encima de mi hermano, ya que eran cinco contra uno. En ese momento, lo agarran, lo esposan y se lo llevan para afuera, lo agarran a mi hermano y también lo esposan , con los brazos para cualquier lado y se lo llevan a la comisaria. Lo acusan de haberlos escupido, insultado y que les había tirado con una laja, que es mentira, porque mi hermano no tuvo tiempo de hacer nada, porque lo molieron a golpes. La misma policía cuando salían, agarro una laja que había en el patio y la tiraron, ellos mismos. Dijeron que mi hermano le había pegado a una mujer policía, y eso no fue así.

Quieren que la gente cumpla la cuarentena mediante el miedo, porque no tienen otras formas parece, haciendo abuso de poder. Son los que supuestamente nos tienen que cuidar y hacen esto, es nefasto! Los Medios oficiales promovieron los argumentos esgrimidos por la policía, quienes obviamente contaron otra versión para encubrirse.

También mientras lo tuvieron en la comisaria esposado, durante cuatro horas, lo hostigaron, lo humillaron. Llamaron a mi mama y cuando llego a la comisaria la echaron, ellos mismos que la habían llamado. Mientras una de las policías le decía a mi hermano que nadie lo había ido a buscar, porque nadie lo quería porque él era una basura”.

La joven aclara que: “Después de horas, llego el doctor a revisarlo, quien nunca le pregunto a mi hermano que le había pasado, ni quienes le habían hecho eso. Solamente le saco fotos y se fue. Si mi hermano hubiera andado en un auto importado, esto no le habría sucedido”.

Nos cuenta que son una familia de trabajadores. Su papá es guardavidas en una localidad vecina a la ciudad y vive con el menor que sufrió este terrible abuso. Su mamá, vive en otra vivienda junto a ella, es empleada doméstica y en este momento se encuentra sin trabajo por la cuarentena, sin recibir más que el aporte de la jovén quien trabaja en un comercio.

En el escenario actual que estamos viviendo, con un discurso desde los medios hegemónicos mostrando una policía correcta y amable, este diario ha recibido muchísimos testimonios como este, que denuncian la violencia policial. Podemos ver claramente aquí, como los medios locales, reflejan esta misma situación totalmente parcializada según lo contado por los agentes de la policía. Desde La Izquierda Diario reflejamos la voz de las y los trabajadores, las mujeres y la juventud, si tenés querés acercarnos tu testimonio no dudes en contactarte.