Durante el mediodía del miércoles, trabajadores de esa facultad, estudiantes, docentes y no docentes de otras carreras de la UBA se reunieron en las escalinatas de Paseo Colón 850 para repudiar la realización de obras sin licitación, malversación de fondos y el desdoblamiento de precios. A raíz de esto, denuncian amenazas por parte de miembros de APUBA en complicidad con las autoridades.
Viernes 18 de diciembre de 2015
Como anunció anteayer Izquierda Diario, este miércoles se llevó a cabo la acción impulsada por trabajadores de la facultad de Ingeniería a causa de la denuncia que hicieron en el marco del Expediente 78986/2015. Abrieron el acto el Ingeniero Julio Sánchez –quien firma el expediente- y Alejandro Germade, también miembro del sector de Obras y Mantenimiento de la facultad.
También hablaron Lucía Battista Lo Bianco, consejera por la mayoría estudiantil en Filosofía y Letras y de la Juventud del PTS, miembros de la Federación Universitaria de Buenos Aires, del gremio docente AGD, de la agrupación Bordó de trabajadores del rectorado, y de ATE Capital. Trabajadores de distintas áreas de la facultad de Ingeniería se hicieron presentes para solidarizarse y acompañar a sus pares de Obras y Mantenimiento. El dato de color de la jornada fue que mientras se realizaba esta acción, los miembros de Asociación del Personal No Docente de la Universidad de Buenos Aires (APUBA) estaban haciendo un almuerzo de festejo de fin de año. Festejo que obviamente no incluía invitación a los trabajadores en lucha.
Al finalizar la actividad, Izquierda Diario habló con Germade. “Esto es un tema de forma y fondo. Acá hay una denuncia con responsables penales y éticos. Hay una asociación ilícita, conformaron una empresa y se están llevando plata de la facultad, de fondos públicos, por obras que ejecutan con una muy mala calidad técnica y sin tener pliegos de especificación técnica. Comprendemos que esto atenta contra la cultura laboral de todos los trabajadores de la universidad. El trabajador de servicios generales tiene que entender que está siendo usado. Esto se resuelve dándole más guita a Marasco (delegado de APUBA), más cargos, más herramientas para que ejerza su clientelismo. Marasco es un tipo que tiene hambre de poder, y esta gestión le ha dado la oficina de recursos humanos, la oficina de sumarios, y de nuestra oficina ha venido a buscar caja, guita en efectivo. Esto tiene repercusión muy fuerte, las instituciones privadas se regodean de todo esto: cuando hay conflicto en la UBA dicen ‘vieron que el estado no funciona, es ineficiente es corrupto. Hay que privatizar la limpieza, las obras de mantenimiento, las tareas administrativas’. Nos están acusando de traicioneros pero ellos mismos son los que están traicionando a la clase trabajadora, están traicionando las instituciones públicas porque están tendiendo a la precarización laboral y a la privatización laboral. Todas estas medidas que son para beneficio de unos pocos, terminan afectando al conjunto de los trabajadores. Vayan a ver a Derecho que ya tienen la limpieza y vigilancia privatizada, los compañeros de Sociales decían lo mismo. Esto va a ir abarcando facultad por facultad, pero los que son serviles a eso son los mismos que se llenan los bolsillos hoy, y son los que estamos saliendo a denunciar”.
Y concluyó: “Las represalias están aumentando. Acá nos están viniendo a buscar patotas, nos quieren limpiar, y nos han amenazado con cagarnos a trompadas porque nos quieren silenciar. Convocamos a todo aquel que se sienta parte de la comunidad universitaria a defenderla, ya sea porque es protagonista o porque esté convencido que la educación pública es un derecho, un logro adquirido por la sociedad. Por nuestra parte, nosotros tenemos la frente bien en alto para salir a defender todo esto”.
Las persecuciones que denuncian los trabajadores se dan en el marco del comienzo del macrismo en el gobierno nacional. Las autoridades, alineadas al PRO /Cambiemos y La Franja Morada en la universidad, leen que es un momento favorable para atacar a quienes denuncian sus negociados. El kirchnerismo, que es parte del co-gobierno de la UBA, a pesar de que ahora intenta ubicarse como “oposición” a la Franja, brilla por su ausencia.
En un fin de año movido, atravesado por una política de ajuste que empieza a desatar distintos conflictos laborales como el que protagonizan los trabajadores tercerizados del Subte o los cientos de despedidos en Siderca en la Provincia de Buenos Aires, los estudiantes y la izquierda, estamos llamados a defender la educación pública frente a los que quieren convertirla en el negocio de unos pocos. La coordinación con los trabajadores en lucha es tarea de primer orden.