×
×
Red Internacional
lid bot

MORAL CLERICAL, GARANTE DE IMPUNIDAD. UCB La Paz: rebelión de estudiantes en contra de la violencia machista

El 23 de mayo la Universidad Católica Boliviana San Pablo presenció una asamblea de emergencia convocada por estudiantes mujeres de la UCB frente a la negligencia de la universidad ante las recurrentes denuncias de abuso y acoso sexual.

Martes 24 de mayo de 2022

El hartazgo de muchas compañeras va en incremento, si bien los pasillos de la UCB nunca han estado limpios de abuso y machismo, en la pandemia, bajo los casos de “el confesionario UCB”, se destaparon actos de violencia sistemática contra muchas estudiantes. En ese entonces la universidad sacó algunos pronunciamientos. Como dicen por ahí, “de los errores se aprende”, pero la UCB aún no ha “aprendido” a manejar los temas de violencia de género.

Te puede interesar: Tarija: salen a la luz más casos de acoso en la Universidad Católica Boliviana

En plena pandemia la universidad dio a conocer su programa “tolerancia 0”, pero aquí estamos, dos años después, sin respuestas y acciones concretas, con procesos administrativos estancados y una total desprotección a las estudiantes.

El hartazgo llegó a su máximo esplendor el jueves 19 de mayo de 2022 al difundirse que un alumno de la carrera de derecho de la UCB, con denuncias de violación, iba a realizar su defensa. A partir de las cinco de la tarde, las puertas de la universidad se llenaron de personas indignadas que reclamaban y gritaban “¿cómo un violador va a ser abogado?” Y de paso, “¿por qué dejan que defienda de manera virtual?”, siendo que este último privilegio nadie lo tiene.

La necesidad de la Asamblea convocada fue para la organización de estudiantes en contra de la violencia que enfrentan al cruzarse a abusadores en los pasillos o incluso compartir aulas con sus agresores. Las propuestas fueron claras, se pide crear una comisión de estudiantes para fiscalizar los procesos administrativos de denuncias hacia abusadores; asimismo, se busca un cambio al reglamento de régimen estudiantil, con el fin de que dicho reglamento se adapte a las demandas de las estudiantes. Por último, se exige que exista un espacio en el cual se puedan hacer denuncias y se colabore a las víctimas con los procesos correspondientes que ellas decidan llevar a cabo, dicho espacio debe necesariamente contar con perspectiva de género, apoyo legal y psicológico, además de brindar la celeridad correspondiente.

Las alumnas se encontraban indignadas al tener que pedir demandas básicas para poder aprender y pasar clases de manera tranquila, indicando que la UCB se llena la boca y llena sus redes con su moral judeocristiana, pero a la hora de actuar, la dignidad, vida y libertad de las víctimas no importa.

Varias manifestaron la necesidad de organizarse para lograr cambios significativos en la universidad y la urgencia de que las propias estudiantes sean las que exijan los cambios a través de sus experiencias vividas y conocimientos.

La universidad no tardó en responder con un comunicado, señalando que estaban dispuestos a ayudar y mandando a trabajadoras del área administrativa para aclarar que iban a brindar todo el apoyo, pero las estudiantes están en alerta y no van a negociar a costa de comunicados vacíos que solo buscan levantar el nombre de esta institución, si no hay cambio en las estructuras y bases de la universidad, muchas no van a dar el brazo a torcer.

Por lo pronto, las estudiantes ya se organizaron y en esta semana tendrán su primera reunión para tratar temas como el nombre de la comisión que formarán, la necesidad de mantener independencia de las autoridades de la UCB y entre otras propuestas a corto, mediano y largo plazo para asegurar a las compañeras tranquilidad y dignidad a la hora de estudiar y aprender.

Esta Asamblea es un síntoma que expresa la necesidad de las estudiantes de organizarse y movilizarse, en un momento crítico en el cual existe una ola de feminicidios y denuncias de violencia de género que pone en evidencia el carácter patriarcal y mercantil del sistema judicial, que constantemente revictimiza a quienes denuncian y a sus familiares.