Ante la crítica situación que vivimos los estudiantes, que tenemos que trabajar cada vez más por salarios de miseria y en muchas ocasiones somos arrojados a la desocupación, atentando contra nuestro derecho a estudiar, es necesario empezar a organizarnos para salir a las calles. Este 24 de marzo tenemos 30000 razones para marchar contra el FMI y las consecuencias de su ajuste.
Lunes 21 de marzo de 2022
Actualmente el 40% de la población y el 70% de los niños son pobres. El 70% de la juventud padecemos la precarización laboral y nuestros salarios siguen perdiendo frente a la inflación. Estudiar y trabajar a la vez es cada día más difícil con una inflación que otro año rondará cercana al 50%. Además de nuestros salarios, nuestra educación, la salud pública y las jubilaciones también vienen siendo ajustadas, situación que se agravará a medida que se ponga en marcha al acuerdo que el gobierno del Frente de Todos y Juntos por el Cambio votaron en el Congreso para complacer al Fondo Monetario Internacional.
En este contexto se cumplirá el próximo 24 de marzo un nuevo aniversario del último golpe cívico militar, orquestado por Estados Unidos y los grandes empresarios de nuestro país para terminar con toda una generación de jóvenes trabajadores y estudiantes que se unió a la clase obrera para cambiar la sociedad y luchar contra este sistema. Detrás del acuerdo que el Frente de Todos y Juntos por el Cambio pactaron con el FMI también está Estados Unidos y los dueños de todo de Argentina. Por eso tenemos más de 30.00 razones para movilizar este 24 de marzo, porque la mejor manera de conmemorar a los desaparecidos y las víctimas del terrorismo de Estado es retomando su lucha. Desde la Secretaría de DDHH del centro de estudiantes de abogacía de la UNPaz llamamos a movilizarnos en este sentido.
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El acuerdo con el FMI le permite revisar las cuentas nacionales cada tres meses. De esta manera la economía e incluso la política exterior queda condicionada a las exigencias del FMI. Un pacto de coloniaje para empeorar nuestras condiciones de vida. Una de las exigencias del organismo es llegar al déficit cero que en la práctica se traduce en un ajuste a la salud y educación pública. Solamente en 2021, el presupuesto universitario se redujo en un 13%. La plata que no va a educación va para la deuda externa. Ese recorte ya lo estamos viendo en la UNPaz, con falta de becas o becas insuficientes, cupos restrictivos, mayor precarización a nuestros docentes o con salarios más bajos. Por eso, se hace indispensable marchar este 24 de marzo por el desconocimiento soberano de la deuda.
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Dos años de virtualidad, dos años de paralización en los centros de estudiantes
Los estudiantes tuvimos dos años de virtualidad, donde se profundizó el ajuste y empeoraron nuestras condiciones de cursada. No por nada más del 40% de estudiantes de la universidad tuvieron que dejar de estudiar. Los primeros afectados fueron los estudiantes que no contaban con dispositivos tecnológicos o conectividad. A su vez, los montos de las becas son insuficientes y la cantidad no alcanzan para todos los estudiantes que necesitamos.
Frente a esta situación, la respuesta de los centros de estudiantes de la UNPaz, todos ligados al gobierno de Alberto Fernandez y al municipio de Mario Ishii, desde La Cámpora hasta Descamisados, tuvieron una misma política la desorganización y vaciamiento de los espacios estudiantiles. En más de dos años no llaman a asambleas ni reuniones para discutir con el conjunto del movimiento estudiantil los problemas que venimos arrastrando como por ejemplo la falta de comisiones y los cupos restrictivos a materias que dejando a muchísimos estudiantes sin cursar. Este ajuste en la universidad fue también aprobado en el Consejo Superior con los votos de las organizaciones peronistas como Descamisados y la Cámpora. Esto demuestra que la gestión de la universidad también es parte del ajuste.
A pesar que se intenta mostrar como inclusiva con un discurso acerca del acceso a la universidad de los trabajadores y los sectores populares, en su mayoría primera generación, la realidad es que en muchos casos se trata de una puerta giratoria. Las organizaciones estudiantiles son cómplices de llevar a cabo el ajuste en la universidad.
Es por ello que necesitamos poner en pie agrupaciones para fortalecer la pelea por la educación pública, aumento del presupuesto y otras demandas que necesitamos los estudiantes como el aumento de comisiones, tirar abajo los cupos por cursada, aumento en becas estudiantiles, pelear por un comedor universitario con precios populares y una juegoteca materno parental para que nadie deje de cursar. Un primer paso para conquistar todo esto es convocar a asambleas donde los estudiantes podamos debatir sobre nuestra situación y cómo cambiarla. Exigimos a los centros de estudiantes de la UNPaz que llamen a estas instancias de organización para que empecemos a salir a luchar. La movilización del 24 de marzo es una gran oportunidad.
Desde la Secretaría de DDHH del centro de estudiantes de abogacía llamamos a movilizar por todas nuestras demandas, contra el FMI, contra la impunidad de ayer y de hoy con el Encuentro Memoria Verdad y Justicia. Queremos hacer de esta fecha en la que movilizamos todos los años una jornada de lucha contra el acuerdo con el FMI.
