Con un operativo de cien gendarmes, el juez Martínez de Giorgi intervino el sindicato de Canillitas. Omar Plaini, su secretario general, denunció que la intervención tiene “una clara intencionalidad política”.
Lunes 3 de julio de 2017
Fotografía: DYN
La intervención del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas de Capital Federal y Buenos Aires (Sivendia) y el procesamiento de su secretario general dispuesta por el juez federal Marcelo Martínez De Giorgi: “tiene una clara intención política”, denunció ante los medios Omar Plaini. En la misma conferencia, el secretario general además confirmó que: "los canillitas ratificamos que apoyamos a Unidad Ciudadana y respaldamos la precandidatura a senadora nacional de Cristina Fernández de Kirchner.
"Es una decisión política de un juez que no tiene competencia", señaló el titular del sindicato de canillitas, antes de anunciar que el miércoles realizarán una asamblea en la puerta del sindicato y decidirán medidas de fuerza. El juez actuó en base a una causa de 2013, de la cual se había pedido la prescripción y no se definió a pesar de que la Cámara Laboral había ratificado el resultado electoral y luego la Corte Suprema hizo lo propio.
La denuncia por irregularidades en la elección había sido presentada por una agrupación opositora a Plaini, la Lista Azul, dirigida por Luis Oviedo y referenciada en Nuevo Encuentro. Eran momentos en que Plaini se había alejado del kirchnerismo y era parte de las listas de Francisco De Narváez. Hoy Plaini es diputado nacional por el monobloque Partido por la Cultura, la Educación y el Trabajo, fundado en su momento por Hugo Moyano.
Plaini está acusado de falsificar las firmas de supuestos asistentes a la asamblea extraordinaria de 2013, en la que se convocó a elecciones para el actual período. Sus opositores aseguraron a la Justicia que en la cuestionada asamblea habían participado supuestos enviados del gremio de Camioneros y UATRE.
"La falsificación de diversas firmas, detectada en el registro de asistencia a la asamblea extraordinaria llevada a cabo por las autoridades de (SIVENDIA) el día 25 de julio de 2013, constituye un elemento suficiente como para considerar ilegítimo aquel acto eleccionario, y en consecuencia todo lo actuado con posterioridad", fundamentó el Juez. Además planteó que "con la maniobra objeto de investigación se dio apariencia de validez a un acto legal que afecta derechos sindicales y la libertad de asociación gremial; viéndose afectados, además de los restantes bienes jurídicos antes mencionados, los principios más elementales de libertad y democracia sindical".
Plaini calificó de "injusto e indignante" el procedimiento del Juez, que además “no tiene competencia laboral”. "Ahora nos encontramos con algo inédito – aseguró – no sólo no dieron la prescripción sino que cambiaron la carátula a Adulteración de documento público”. También advirtió otro dato llamativo: Martínez de Giorgi le dictó la falta de mérito a los otros cinco integrantes de la conducción mientras que lo procesó a él. "Me indagaron por un delito y me procesan por otro", y señaló que "al cambiar la carátula el juez trata de eludir la prescripción ya que el nuevo delito prescribe a los seis años y no a los dos como lo era el original".
El diputado enfatizó que el juez no tiene competencia laboral y en su fundamentación se pronuncia a partir del artículo 56 de la ley 23551 (Ley de Asociaciones Sindicales). “Por esto es evidente que acá hay una clara persecución política y jurídica por habernos expresado políticamente. Se están violando todos los derechos. Hay un ataque al movimiento sindical argentino. Tenemos derecho a pronunciarnos políticamente y lo ratificamos". “Contamos con el apoyo de la CGT y vamos a llegar con nuestra denuncia de este ataque hasta la OIT.”
Entre gauchos no nos vamos a pisar el poncho…
Efectivamente, a las 18 horas la CGT emitió un comunicado donde criticó la decisión del juez y lo acusó de “inmiscuirse en la vida gremial” y enmarcó los hechos en “la persecución gremial por parte del gobierno nacional”.
Las declaraciones de Plaini se realizaron en las puertas de la sede nacional de Canillitas, que había sido rodeada por Gendarmería para realizar el allanamiento. En ese momento estaba acompañado por un grupo de integrantes del gremio, que acompañaron la conferencia con el canto “los sindicatos son de Perón”.
Quizá era un símbolo de lo que estaba sucediendo. El modelo sindical de Perón implicó la subordinación de los sindicatos al Estado, y la subordinación de las bases a las cúpulas que manejan las organizaciones obreras.
A algunos les sorprende el momento, porque más allá de los cruces de palabras, la cúpula cegetista venía sosteniendo una buena relación con el gobierno, a pesar de la brutal ola de cierres, despidos y ajustes al salario que vivimos en los últimos meses. A pesar de esa pasividad, parece que algunos de los poderes del Estado han aprovechado para intervenir fuertemente en la vida de las organizaciones gremiales, aprovechando algunas prácticas con las cuales los propios trabajadores tendremos que saldar cuentas.
“Los propios trabajadores tenemos que saldar cuentas”
Es evidente que las cúpulas que conducen los sindicatos tienen poco que ver con los intereses de los trabajadores. Son privilegiados y tienen excelente relación con los partidos patronales y con el estado. La acusación que se le hace a Plaini para intervenir el sindicato de Canillitas con una medida espectacular para los medios de comunicación, no es muy distinta a la que se le pudiera hacer a los sindicalistas aliados al Gobierno y que vienen haciendo acuerdos con este.
Desde Pignanelli del SMATA, pasando por Daer o cualquiera de estos dirigentes, se sabe que manipulan las listas y no existe la democracia dentro de sus sindicatos.
Pero así como es justo reclamar la independencia de los sindicatos del estado, cuentas que deben arreglar los trabajadores sin la intromisión del estado ni la justicia, que actúa según los vientos de turno. No es casualidad que al mismo tiempo que se conoce la fusión de Clarín-Telecom, donde el estado jugo a favor de este negocio, se intervenga el sindicato de Canillitas que varias veces estuvo enfrentado a Clarín.
En síntesis, todas las cúpulas sindicales se manejan sin democracia en sus sindicatos como hoy se lo acusa a Plaini. La justicia ahora actúa de acuerdo a la orientación que está llevando adelante el Gobierno, completamente anti obrera, que dejan pasar despidos, que hablan de la flexibilización laboral, de las mafias de los juicios laborales, y atacan todos los derechos de los trabajadores como parte de un paquete de medidas de ajuste contra los trabajadores que incluye también la intervención a los sindicatos.
Por esta razón es de vital importancia que los trabajadores recuperen los sindicatos con acciones propias, que sean independientes del estado y de cualquier partido patronal para que estén al servicio de los intereses de los trabajadores mismos.