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Red Internacional
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Elecciones 2015. Un mapa político pos electoral de Bahía

Los tiempos del fin de ciclo tiñen a la ciudad de contornos políticos más clásicos. Las elecciones en Bahía Blanca fueron una expresión de rasgos de este tipo.

Domingo 23 de agosto de 2015 18:32

Por un lado ganó la lista Cambiemos que postula al multimillonario Macri y que a nivel local lleva a Hector Gay, actual diputado provincial que llegó al recinto de la mano del ultraderechista De Narváez. Este ex locutor de la radio LU2 perteneciente al multimedios de La Nueva Provincia, siempre se caraterizó por sus mensajes gorilas, avalando a los genocidas, profundamente antiobreros, y cuyo lema histórico es "endurecer las penas " poblando las calles de todo tipo de policías.

En segundo lugar se ubicó el FpV que llevaba al otro diputado provincial Feliú. Al igual que la mayoría, este funcionario proviene del PJ menemista , y ahora bajo el Kirchnerismo, quiso adoptar una pose más progre como ala randazzista, pero siempre obedeció a los Kirchner-Scioli, justificando toda la política gubernamental de ganancias siderales a las multinacionales, precarización laboral y habitacional para la mayoría del pueblo trabajador, y mayor presupuesto a las policías, organizadoras del gran delito y la persecusión a los jóvenes.

Tanto Feliú como Larraburu, el triunfante de la interna del FR de Massa, verdadero cacique del PJ local y conocido por la población por sus negocios y corruptelas, se ubicaron en el podio de esa casta de políticos millonarios que actúan como administradores del lucro empresario. En sus declaraciones juradas admitieron cobrar sólo en salarios mensuales arriba de $100 mil Dámaso y encima de $90 mil el legislador pcial.

La sorpresa algo cantada fue la debacle del bloque radical Woscoff-Linares-Stolbizer, que con el 10,5% quedó muy lejos de la disputa por la intendencia. Será que el intento de reedición de la Alianza noventista que gobernó la Bahía de la privatización del complejo portuario-químico de Ing.White y la desocupación de más del 20% encontró instinto de desconfianza en amplias capas de la población, pero también que parte de su base electoral halló en el derechista Gay su verdadero lugar en el mundo.

Otro dato fue la alta abstención, que expresa el malestar social contra esta casta política que vive como millonarios y que está completamente alejada de los padecimientos del pueblo trabajador.

Desde el punto de vista de las fuerzas patronales, queda establecido un escenario donde surge una nueva derecha, que en realidad es la vieja pero maquillada al calor de los nuevos tiempos

( algo similar tuvo que hacer La Nueva Provincia con la tirada de su nueva edición ), un peronismo menos demagogo y más basado en su poder real de caciques territoriales, la burocracia sindical y las policías, y un centro que pierde peso ya que su base se contiene en las fuerzas que polarizan el escenario más de conjunto.
Una nueva derecha que expresa las contradicciones de los Montezanti, de los Massot, de las Girotti y todos los colaboracionistas del genocidio. Si bien aún "pesan fuerte" están socialmente desprestigiados, y como pasó días atrás con el Camarista Federal, fue suspendido de la Universidad y se abre un proceso de Juicio Académico, que si bien es poco ya que su lugar tendría que ser la cárcel, representa un pequeño y esperado paso ante el reino de la impunidad en la que viven estos tipos.

Por otra parte, y como parte de estas tendencias más clásicas, en un hecho nuevamente destacado, las listas del Frente de Izquierda obtuvieron un 5,57% consolidando un piso electoral muy amplio, con influencia en sectores de trabajadores precarizados, de la industria, docentes, estatales, jóvenes estudiantes y trabajadores, y capitalizando como a nivel nacional el conjunto del espacio a la izquierda.

En una interna más que peleada en todo el país donde triunfó la fórmula presidencial Del Caño-Bregman, en Bahía ganó por poco más de 300 votos la lista que encabezaba Altamira ( 51,85% a 48,15%), llevando como candidatos a militantes del Partido Obrero Fabris-Conte-Orellana en los primeros puestos, y a quienes acompañaban militantes del PSTU y de la organización maoísta Comunismo Revolucionario.

La lista local de Del Caño-Bregman estuvo encabezada por quien suscribe la nota, Vargas, trabajador precarizado de la zona industrial de Ing.White y militante con 18 años de militancia en la izquierda, Daniela Rodriguez, referente de la agrupación de mujeres Pan y Rosas y delegada del gremio docente Suteba y Gastón Canali, docente universitario y delegado del Suteba, quienes demostraron la significativa influencia política que el PTS ha adquirido en la ciudad.

Durante las elecciones esta lista defendió el conjunto del programa del FIT escrito y reafirmado en 2011-13, contra los resbalones del PO que lejos de una política "socialista" en lo que refiere a la seguridad llamaban a elección popular de comisarios y establecer una política de "control popular"sobre las fuerzas represivas, adaptándose de manera oportunista en este terreno al debate que permanentemente promueven los políticos patronales, en la ciudad de los Massot.

Ahora que el FIT dió el paso en su renovación con el aporte de nuevas camadas que representan las nuevas luchas bajo el período Kirchnerista, hacia octubre la lista del FIT tiene una importante batalla planteada para unificar sus fuerzas contra los candidatos de los Scioli, Macri, Masa y cia, que gane quien gane significara un empeoramiento en las condiciones de vida de millones de trabajadores, y un incremento de la represión a la protesta social. Un fin de ciclo que en Bahía se reflejará en mayores tendencias a la desocupación y miseria social, con luchas en defensa de las fuentes laborales como PRIMA y peleas de los docentes y estatales en el horizonte de los golpes que la clase trabajadora tendrá que enfrentar y resistir.

Ante esta situación el desafío de la izquierda es utilizar el envión que adquiere con Nicolás Del Caño y Myriam Bregman para fortalecerse con más bancas que se planten en los diferentes parlamentos y las calles, profundizando un programa y una práctica de independencia política consecuente.