Ya desde antes del comienzo mismo del Encuentro Nacional de Mujeres se alzaron voces críticas hacia la Comisión Organizadora, por la inclusión de talleres de mujeres de las fuerzas represivas, y también por la decisión de no marchar frente a la Catedral.
Lunes 13 de octubre de 2014 13:00
Varias organizaciones, entre ellas Mujeres en Lucha, PO-Plenario de Trabajadoras, Pan y Rosas y el PTS, y miembros de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto habían criticado ya la decisión de no marchar a la Catedral y la imposición de los talleres para mujeres de las fuerzas represivas.
Este repudio también se hizo sentir en el acto de apertura, donde la Comisión Organizadora intentó impedir que hablara Rocío Girat, la joven violada por su padre, un militar de Mar del Plata. Aunque un increíble "cordón de seguridad" golpeó a militantes de Las Rojas (Nuevo MAS) y a la propia Rocío, para que no subieran al escenario, finalmente la joven se dirigió a las participantes del acto.
Andrea D’Atri de la agrupación Pan y Rosas y dirigente del PTS se refirió a la Comisión Organizadora y señaló que nuevamente: “mostró que su rol es desorganizar al movimiento de mujeres que lucha por sus derechos. Con el amparo del gobierno kirchnerista de Urtubey decidió, escandalosamente, que la marcha de miles de mujeres que vinimos a Salta, no podrá pasar frente a las instituciones del poder político ni la Catedral”.
También agregó que: “El acuerdo del gobierno nacional con el Vaticano, que impuso la modificación reaccionaria del artículo 19 en el nuevo Código Civil, fue repudiado ampliamente por la mayoría del Encuentro”.
Sobre la imposición de esta y otras decisiones comentó que es un problema que se viene discutiendo entre varias organizaciones de mujeres: “Las compañeras de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, los grupos feministas y las distintas organizaciones de la izquierda que, juntas, somos una mayoría indiscutible en los Encuentros, tenemos que debatir y dar pasos decisivos, porque no podemos seguir permitiendo estas maniobras de una pequeña minoría manipulada por la Iglesia y el gobierno”.
