Lxs trabajadorxs de comida rápida, también nos sumamos al paro de repartidores del 8 de octubre porque también somos trabajadores precarizados.
Martes 6 de octubre de 2020
Las cadenas de comida rápida son uno de los destinos principales para miles de jóvenes , que tienen como única alternativa trabajos con salarios que apenas y superan los 5 mil pesos mensuales y que en general no tienen prestaciones laborales.
Junto a aquellos que trabajamos de repartidores para apps, en tiendas departamentales o en call centers, conformamos una juventud que ha visto como las políticas pro empresariales que han aplicado los diferentes gobiernos, le han dado cada vez más cancha a los grandes empresarios para tenernos trabajando con apenas lo mínimo indispensable para sobrellevar el día a día, cuando en muchas ocasiones somos el principal sustento de nuestra casa.
Te puede interesar: Este 8 de octubre: paro internacional de repartidores de apps
Te puede interesar: Este 8 de octubre: paro internacional de repartidores de apps
Carls Jr, Burger King y McDonalds son las principales cadenas de hamburguesas en México, se calcula que en los últimos cinco años crecieron económicamente en un 26%, es decir pasaron de tener ventas de 571 millones de dólares a 720 millones al año. Pero esto ha implicado sólo un enriquecimiento acelerado para sus dueños, pues la gran mayoría de sus trabajadores continúan ganando apenas el salario mínimo, incluso en plena pandemia.
Burger King cuenta con casi 19 mil restaurantes en todo el mundo y en 2019 sus ventas fueron equivalentes a 23 mil mdd. En Burger King el salario mensual mínimo es de 3,500 como auxiliar de sucursal y lo máximo a lo que puedes aspirar es a un sueldo de 9,467 pesos como gerente de tienda.
En el menú de este restaurante encontramos al menos tres productos cuyo costo es mayor a lo que se le paga a un empleado general de Burger King que equivale a 174 pesos diarios (4,588 pesos mensuales): un Family King Supremo, un Family King 3 y un Family King 189, es decir si un empleado produce cualquiera de estos productos, en realidad ya produjo el conjunto de su salario diario y más.
En el caso de Carls Jr., con el sueldo de un asistente de servicios, que equivale a 140 pesos diarios y 3,658 mensuales aprox, se puede costear una Original Big Angus Burger, aunque en realidad le estarían faltando dos pesos. O sea, ni con una jornada laboral podría comprar una hamburguesa siendo que al día los trabajadores de esta cadena producen unas 100 hamburguesas.
Si en su primera hora de trabajo, un cajero cobra una hamburguesa Big Carl de 90 pesos y un refresco de 21 onzas que cuesta 50 pesos, la empresa ya recibió todo el salario del resto de las 7 horas que le quedan por trabajar a ese empleado, pero aún así, tendrá que cubrirlas.
Contrasta la realidad de sus miles de empleados con las jugosas fortunas que hacen anualmente los dueños de Carls Jr. Hoy en día cuentan con 3,750 restaurantes a lo largo del mundo, contando otras 3 franquicias en el 2016 estuvo en el top 10 de empresas a nivel internacional con más ventas, por un total de 3.71 mil mdd.
McDonalds es probablemente la cadena que tiene una mayor brecha salarial entre sus diferentes trabajadores, pues mientras un ayudante de camarero percibe 3,666 pesos mensuales, es decir 144 pesos diarios, un gerente comercial tiene un sueldo mensual de 23,349.
A pesar de que McDonalds es la cadena de hamburguesas más grande a nivel mundial, el salario de un ayudante de camarero es de 144 pesos, es decir, el trabajo de un día cuesta cuatro pesos menos que un McTrío signature BBQ crispy onion y prácticamente la mitad de un paquete “exclusivo de delivery” que cuesta 260 pesos.
Según cálculos de la misma empresa, McDonalds vende 75 hamburguesas por segundo, esto comparado con los miserables sueldos que ofrece, tienen como consecuencia que si esta empresa fuera un país su producto interno bruto estaría por encima del de Bolivia, Leotia y Camerún, en el último año ganó más de 6 mil mdd.
Estas cifras sirven para evidenciar lo que los trabajadores de las cadenas de comida rápida ya saben: aunque son ellos y ellas las que producen las altas ganancias de los empresarios, son estos últimos las que se las apropian.
Como el resto de trabajadores precarios, que apenas y tienen prestaciones laborales como seguro médico o de vida y que en muchas ocasiones ni con relación laboral contamos, como el caso de los repartidores de apps, quienes pasan sus días quemándose con aceite, friendo las mismas papas una y otra vez y quienes venden esas 75 hamburguesas por segundo; nos merecemos otro futuro.
Por eso, este 8 de octubre, todos y todas las trabajadoras precarias, nos sumamos al paro de repartidores a nivel internacional, si nuestras vidas no valen, que produzcan sin nosotros.